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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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aunque es difícil disculparle de haber practicado cierto disimulo, él sólo se valió de los resultados de su [PAG. 42]<br />

gran pericia y experiencia en la crianza del ganado. Pero es evidente según el capítulo siguiente (5–13) que había en<br />

ello algo de lo milagroso, y que los medios que él empleó habían sido sugeridos por insinuación divina. 37. tomóse<br />

Jacob varas, etc.—Hay muchas variedades de avellano, algunos de los cuales son más derechos que la clase común, y<br />

es probable que Jacob empleara unos de éstos. Son de color rojo claro, cuando son descortezados; y junto con estas<br />

varas tomó las de otras plantas, que descortezadas tenían listas blancas. Estas varas tenidas constantemente ante los<br />

ojos de las hembras en el tiempo de la gestación, su observación se le había enseñado, tendrían influencia, por medio<br />

de la imaginación, en la futura cría. 38. en las pilas—generalmente pedazos largos de piedra ahuecados, donde varias<br />

ovejas podían beber a la vez, pero a veces tan pequeñas como para admitir a beber solamente a una oveja.<br />

CAPITULO 31<br />

Vers. 1–21. <strong>LA</strong> ENVIDIA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>BAN Y SUS HIJOS. 1. oía él las palabras de los hijos de Labán—Tal vez por<br />

rumores Jacob llegó a saber de los envidiosos reproches que acerca de él expresaban sus primos; porque estaban<br />

separados a la distancia de tres días de viaje. 2. Miraba también Jacob el semblante de Labán—literalmente, “no era el<br />

mismo que ayer ni de anteayer”—forma de hablar, común en Oriente. Las insinuaciones contra la fidelidad de Jacob<br />

por los hijos de Labán, la hosca reserva y la conducta ruda de Labán mismo, habían hecho muy difícil y penosa su<br />

permanencia en el establecimiento de su tío. Es siempre una de las molestias que acompañan la prosperidad material,<br />

excitar la envidia de otros (Ecclesiastés 4:4); y por cuidadoso que sea el hombre en mantener una conciencia limpia, no<br />

puede contar siempre con conservar un buen nombre, en un mundo maldiciente. Esto experimentó Jacob; y es<br />

probable que, como hombre bueno, hubiera buscado dirección y consuelo en la oración. 3. también Jehová dijo a<br />

Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres—A pesar del mal trato recibido, Jacob tal vez no habría creído tener la<br />

libertad de abandonar su actual esfera, bajo el impulso del enojo y el descontento. Conducido a Harán por Dios (cap.<br />

28:15), y habiendo recibido una promesa de que el mismo Guardián celestial le traería nuevamente a la tierra de<br />

Canaán, habría podido pensar que no debería salir, sin estar claramente persuadido en cuanto a lo que era su deber.<br />

Así nosotros debemos poner al Señor delante de nosotros, y reconocerlo en todos nuestros caminos, viajes, contratos y<br />

planes de la vida. 4. envió Jacob, y llamó a Rachel y a Lea—Sus esposas con sus familias respectivas estaban en su<br />

acostumbrada residencia; sea que quisiera que ellas estuviesen presentes en la fiesta de la esquila, como creen<br />

algunos; o, porque él no podía dejar su rebaño, llamó a ambas a que vinieran al campo, a fin de que, habiendo resuelto<br />

su partida inmediata, les pudiera comunicar sus intenciones. Sólo fueron llamadas Raquel y Lea, porque las otras dos<br />

esposas, siendo secundarias y todavía en estado de servidumbre, no tenían derecho a que se les tuviera en cuenta.<br />

Jacob obró como un esposo respetuoso al decirles sus planes; porque los maridos que aman a sus esposas, deben<br />

consultarlas y confiar en ellas (Proverbios 31:11). 6. sabéis que … he servido a vuestro padre—Habiendo explicado<br />

sus poderosos motivos de descontento con la conducta del padre de ellas, y la mala retribución recibida por todos sus<br />

fieles servicios, las informó de las bendiciones de Dios, que lo habían hecho rico a pesar del deseo de Labán de<br />

arruinarlo; y finalmente de la orden recibida de Dios, de regresar a su propio país, para que ellas no le acusaran de<br />

capricho o de deslealtad a su familia, sino que estuviesen convencidas de que al resolverse a partir, él obraba por un<br />

principio de obediencia religiosa. 14. Rachel y Lea.… dijéronle—Habiendo oído las razones de Jacob, ellas expresaron<br />

su entera aprobación; y por agravios a ellas mismas estaban tan deseosas de una separación como él mismo. Ellas<br />

mostraron no sólo afecto conyugal sino piedad al conducirse como lo hicieron—“haz todo lo que Dios te ha<br />

mandado”. “Las que son ayudas idóneas de sus maridos, nunca les serán estorbos para hacer aquello para lo cual<br />

Dios los llama”. (Henry.) 17. Entonces se levantó Jacob—Poco tiempo es ocupado por la gente pastoril en una<br />

mudanza. Bajar las carpas y sus estacas, y acomodarlas entre el bagaje; poner sus esposas e hijos en houdas como cuna,<br />

sobre los camellos, o en cestos grandes sobre asnos; ordenar las diferentes partidas de ganado bajo sus respectivos<br />

pastores: todo esto es un proceso corto. Una llanura que en la mañana está cubierta por una larga fila de tiendas y con<br />

ganado que pace, en pocas horas puede aparecer tan desierta, que ni un vestigio del campamento queda, excepto los<br />

hoyos en que habían estado las estacas de las tiendas. 18. puso en camino … el ganado de su ganancia—o sea el suyo,<br />

y nada más. No se indemnizó por sus muchas pérdidas llevándose alguna cosa que perteneciera a Labán, mas estaba<br />

contento con lo que la Providencia le había dado. 21. Huyó, pues, con todo lo que tenía—El resultado demostró la<br />

prudencia y la necesidad de partir secretamente; de otra manera, Labán podría haberle detenido por la violencia o el<br />

engaño. Algunos creen que Jacob debería haber dado oportuno aviso; pero cuando un hombre se siente en peligro, la<br />

ley de la preservación de sí mismo prescribe el deber de la huída inmediata, si puede hacerse consistentemente con la<br />

conciencia.

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