11.05.2013 Views

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL LIBRO <strong>DE</strong> DANIEL<br />

INTRODUCCION<br />

933<br />

DANIEL, es decir, Dios es mi juez; probablemente de sangre real (véase cap. 1:3, con 1 Crónicas 3:1, donde un hijo<br />

de David se llama así). Jerusalén habría podido ser el lugar de su nacimiento (aunque el cap. 9:24, “tu santa ciudad” no<br />

da a entender esto necesariamente). Fué llevado a Babilonia entre los cautivos hebreos llevados allá por Nabucodonosor<br />

en la primera deportación en el año cuarto de Joacim. Como él y sus tres compañeros se llaman (cap. 1:4)<br />

“muchachos”, no habría tenido más de doce años, cuando fué puesto en preparación, según la etiqueta oriental, para<br />

ser un cortesano (cap. 1:3, 6). Recibió entonces un nombre nuevo, por el cual era costumbre señalar un cambio en la<br />

condición de uno (2 Reyes 23:34; 24:17; Esdras 5:14; Ester 2:7) Beltsasar, “príncipe favorecido por Bel”. Su piedad y<br />

sabiduría llegaron a ser proverbiales entre sus paisanos en un período muy temprano; probablemente, debido a esta<br />

noble prueba que dió de fidelidad, combinada con su sabiduría, en abstenerse de tomar los alimentos enviados desde<br />

la mesa del rey, por estar contaminados con las idolatrías comunes en los banquetes de los gentiles (cap. 1:8–16). De<br />

modo que las referencias de él por Ezequiel, son precisamente de la clase que esperaríamos: una coincidencia que<br />

tiene que ser hecha sin intenciones ulteriores. Ezequiel se refiere a él no como a un escritor, sino como que exhibía un<br />

carácter justo y sabio en discernir secretos, en aquellas circunstancias, ahora halladas en su libro, las cuales son<br />

anteriores al tiempo cuando escribió Ezequiel. Así como José en Egipto se elevó por haber interpretado los sueños del<br />

Faraón, así Daniel, por interpretar los de Nabucodonosor, fué promovido a gobernador de Babilonia, y presidente de<br />

[PAG. 815] la casta de sacerdotes y magos. Bajo Evilmerodac, sucesor de Nabucodonosor, como un cambio de<br />

funcionarios frecuentemente acompaña al advenimiento de un nuevo rey, parece que Daniel habría pasado a ocupar<br />

un puesto inferior, lo que ocasionalmente le habría llevado fuera de Babilonia (cap. 8:2, 27). Otra vez vino a lugar de<br />

importancia, cuando descifró la escritura mística de la caída de Belsasar, en la pared, la noche de la fiesta impía de<br />

aquel monarca. Beroso llama al último rey babilónico Nabonido, y dice que no fué muerto, sino que le fué<br />

proporcionada una residencia honorable en Carmania, después de haberse rendido voluntariamente en Borsippa.<br />

Rawlinson ha aclarado esta discrepancia por medio de las inscripciones en Nínive. Belsasar fué correinante con su<br />

padre, Evilmerodac o Nabonido (llamado Minus en las inscripciones), de quien era subordinado. El se encerró en la<br />

ciudad, mientras que el otro rey se refugió en otra parte, es decir, en Borsippa. Beroso da el relato caldeo, el cual<br />

suprime todo lo concerniente a Belsasar, pues era de deshonra nacional. Si Daniel hubiese escrito su libro más tarde,<br />

sin duda, habría usado el relato posterior de Beroso. Si hubiera dado una historia que difiriera de la que era corriente<br />

en Babilonia, los judíos de aquella región no la habrían recibido como verídica. Darío el medo, o Ciaxaris II., subió al<br />

trono y reinó dos años. La mención del reinado de este monarca, casi desconocido en la historia profana, como que fué<br />

eclipsado por el esplendor de Ciro, es una prueba incidental, de que Daniel escribió como historiador contemporáneo<br />

de acontecimientos que él conocía, y que no tomaba prestado el material de otros. En el tercer año de Ciro, Daniel vió<br />

las visiones (caps. 10–12) acerca de su pueblo, hasta los días finales y la futura resurrección de los muertos. Habría<br />

tenido como ochenta y cuatro años de edad en aquel entonces. La tradición dice que Daniel murió y fué sepultado en<br />

Susán. Aunque su edad avanzada no permitió que él se hallara entre los judíos que regresaron a Palestina, sin<br />

embargo, nunca dejó de tener los intereses de su pueblo muy cerca de su corazón (caps. 9 y 10:12).<br />

<strong>LA</strong> AUTENTICIDAD <strong>DE</strong>L LIBRO <strong>DE</strong> DANIEL. Los caps. 7:1, 28; 8:2; 9:2; 10:1, 2; 12:4, 5, testifican que fué<br />

compuesto por Daniel mismo. No se mencionó a sí mismo en los seis capítulos primeros, que son históricos; porque en<br />

éstos no es el autor sino los acontecimientos el asunto prominente. En los seis últimos, que son proféticos, el autor se da a<br />

conocer, porque aquí era necesario, porque la profecía es la revelación de palabras a ciertos hombres. El libro ocupa un<br />

tercer lugar en el canon hebreo no entre los profetas, sino en los Hagiógrafa (en hebreo, escritos “sagrados”), entre Ester<br />

y Esdras, libros parecidos que cuentan del cautiverio; porque él no perteneció estrictamente a los que tenían<br />

exclusivamente la profesión de “profetas” en la teocracia, sino que era más bien un “veedor”, teniendo el don, mas no el<br />

oficio de profeta. Si el libro fuese una obra interpolada. sin duda habría sido puesto entre los profetas. Su ubicación<br />

actual es una prueba de su genuinidad, como que fué deliberadamente puesto en una posición donde no esperaríamos<br />

hallarlo. Colocado entre Ester, y Esdras y Nehemías, este libro separaba los libros históricos de los tiempos después<br />

del cautiverio. De modo que Daniel fué, según lo llama Bengel, el político, el cronólogo y el historiador entre los<br />

profetas. Los Salmos también, aunque muchos de ellos son proféticos, están clasificados en los Hagiógrafa, y no con los<br />

profetas; el Apocalipsis de Juan está separado de sus epístolas, como Daniel está separado de los profetas del Antiguo<br />

Testamento. En vez de escribir en medio del pueblo del pacto y de hacer de él el primer plano de su cuadro, escribe en<br />

una corte pagana, y los reinos mundiales ocupan el primer plano, y el reino de Dios forma el fondo, aunque<br />

finalmente se hace lo más importante. Su posición peculiar en una corte pagana se refleja en su posición peculiar en el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!