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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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hasta Cades, y oponiéndose los cananeos y amalecitas, otra vez no tuvieron otra alternativa que la de cruzar una vez<br />

más la gran Araba hacia el sur hasta el Mar Bermejo, donde doblando a la izquierda, y cruzando la larga y alta cadena<br />

de montañas al este de Esión‐geber (Números 21:4, 5), entraron a las grandes llanuras elevadas, que todavía son<br />

atravesadas por los peregrinos sirios en viaje a la Mecca, y parece que siguieron hacia el norte por la misma ruta, que<br />

ahora toman los “hadji” sirios, a lo largo del borde occidental de este gran desierto, cerca de las montañas de Edom.<br />

(Robinson). Fué al entrar a estas llanuras cuando recibieron el mandamiento: “Harto habéis rodeado este monte (este<br />

trecho montañoso, ahora Jébel Shera), volveos al aquilón”. 4. los hijos de Esaú que habitan en Seir, ellos tendrán<br />

miedo de vosotros—El mismo pueblo que había repelido arrogantemente la llegada de los israelitas desde su frontera<br />

occidental, se alarmaron ahora que ellos habían llegado por un rodeo al lado débil de su país. 5. No os metáis con<br />

ellos—i. e., “los que habitan en Seir” (v. 4), porque había otra rama de la posteridad de Esaú, los amalecitas, que había<br />

de ser combatida y destruída (Génesis 36:12; Exodo 17:14; Deuteronomio 25:17). Pero el pueblo de Edom no había de<br />

ser molestado ni en sus personas ni en sus propiedades. Y aunque la llegada de una multitud nómada tan grande<br />

como lo eran los israelitas, naturalmente creó alarma, ellos no tenían que sacar ventaja del terror existente para obligar<br />

a los edomitas a aceptar cualesquier términos que les impusieran. Sólo tenían que pasar por el país o a lo largo de la<br />

frontera, para comprar carne y agua de ellos por dinero (v. 6). El pueblo, más bondadoso que su rey, les vendía pan,<br />

carne, fruta y agua a su paso a lo largo de la frontera (v. 29), de la misma manera que se surte a la caravana siria en su<br />

camino a la Mecca, por el pueblo de la misma montaña, que encuentran como los peregrinos, en ferias o mercados en<br />

la ruta de los “hadji” (Robinson). Aunque los israelitas todavía disfrutaban de una ración diaria de maná, no había<br />

prohibición de que comiesen otras viandas cuando se presentaba la oportunidad, mas solamente no tenían que<br />

abrigar un deseo desordenado por ellas. El agua es artículo escaso, y frecuentemente es comprada por los viajeros en<br />

aquellas regiones. Era más obligatorio que lo hicieran así los israelitas, porque, por la bendición de Dios, ellos poseían<br />

en abundancia los medios para comprar, y la experiencia continuada desde largo tiempo de la bondad extraordinaria<br />

de Dios para con ellos, debería inspirar tal confianza en él, que suprimiría el más pequeño pensamiento de usar<br />

fraude o violencia para suplir sus necesidades. 8–18. pasamos … por el camino de la llanura—La Araba o gran valle.<br />

Desde Elath (árboles), (Ailah de los griegos y romanos); el lugar está marcado por extensos montones de escombros.<br />

Esióngeber, ahora Acaba, estaba dentro del territorio de Edom; y después de hacer un rodeo del límite sudeste,<br />

llegaron los israelitas a la frontera de Moab al sudeste del Mar Salado. Se les había prohibido por mandato de Dios<br />

molestar a los moabitas de manera alguna; y este honor especial fué conferido sobre aquel pueblo no por virtud de<br />

ellos, porque eran muy malvados, sino en virtud de su descendencia de Lot. (véase cap. 23:3). Su territorio<br />

comprendía la buena región del sur del Arnón y en parte al norte del mismo río. Ellos lo habían [PAG. 156]<br />

conquistado por la fuerza de las armas de los habitantes originales, los “enim” una raza terrible, como lo significaba<br />

su nombre, por su poder y estatura físicos (Génesis 14:5), de la misma manera que los edomitas habían conseguido<br />

sus dominios por la derrota de los ocupantes originales de Seir, los “horim” (Génesis 14:6), quienes eran trogloditas, o<br />

moradores en cuevas; y Moisés se refirió a estas circunstancias para alentar a sus compatriotas a creer que mucho más<br />

Dios permitiría que ellos echaran a los cananeos malvados y malditos. En aquel entonces, sin embargo, los moabitas,<br />

habiendo perdido la mayor parte de sus posesiones por las usurpaciones de Sehón, estaban reducidos a la región,<br />

pequeña pero fértil, entre el Zered y el Arnón. 13. Levantaos ahora y pasad el arroyo Zered—El borde sur de Moab,<br />

Zered (boscoso), ahora Wady Ashy, separa el distrito moderno de Kerak de Jabel, y, en efecto, forma una división<br />

natural entre el norte y el sur. Ar, llamado en tiempos posteriores Rabbah, era la capital de Moab, y situada a 40<br />

kilómetros al sur del Arnón en la orilla de un arroyo pequeño pero sombreado, el Beni‐Hamed. Aquí se menciona<br />

como representativa del territorio de ella dependiente, país rico y bien cultivado, como aparece por las ruinas<br />

numerosas de ciudades, como también por las señales de labranza todavía visibles en los campos. 16. se hubieron<br />

acabado de morir todos los hombres de guerra de entre el pueblo—La rebelión en Cades a causa del informe falso<br />

de los espías había sido la ocasión del decreto fatal por el cual Dios condenó a toda la población adulta a morir en el<br />

desierto; pero aquella rebelión sólo llenó la medida de sus iniquidades. Porque aquella generación, aunque no estaba<br />

del todo entregada a prácticas paganas e idolátricas, sin embargo, siempre manifestaba una suma espantosa de<br />

irreligiosidad, en el desierto, a la cual esta historia hace alusión sólo veladamente, pero que está afirmada<br />

expresamente en otra parte. (Ezequiel 20:25, 26; Amós 5:25, 27; Hechos 7:42, 43). 19–37. te acercarás delante de los<br />

hijos de Ammón: no los molestes, ni te metas con ellos—Siendo los ammonitas parientes de los moabitas, por<br />

respeto a la memoria de su antepasado común, habían de quedar sin ser molestados por los israelitas. El territorio de<br />

este pueblo había estado directamente al norte del de Moab, y se extendía hasta el Jaboc, habiendo sido tomado por<br />

ellos de un número de tribus cananeas; es decir, los zamzummim, o Zamzumeos, una manga presuntuosa de gigantes,<br />

como lo indica su nombre; y los avim, o aveos, aborígenes de distrito que se extendía desde Zazerim o Hazeroth (El<br />

Hudhera) aún hasta Azzah (Gaza), pero del cual habían sido desposeídos por los caftorim (filisteos), que salieron del<br />

bajo Egipto (Caftor), y se establecieron en la costa occidental de Palestina. Los límites de los amonitas ahora estaban

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