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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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CAPITULO 3<br />

860<br />

Vv. 1–27. EZEQUIEL COME EL ROLLO; RECIBE <strong>LA</strong> COMISION <strong>DE</strong> IR AL LUGAR DON<strong>DE</strong> LOS ISRAELITAS<br />

ESTAN EN CAUTIVERIO Y SE VA A TEL‐ABIB JUNTO AL QUEBAR. OTRA VEZ VE <strong>LA</strong> GLORIA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong><br />

SHEKINAH. SE LE PI<strong>DE</strong> RETIRARSE A SU HOGAR Y SO<strong>LA</strong>MENTE HAB<strong>LA</strong>R CUANDO DIOS LE ABRA SU<br />

BOCA. 1. come … y habla—El mensajero de Dios debe apropiarse para sí la verdad de Dios, antes de “hablar” de ella<br />

a otros (Nota, cap. 2:8). Las acciones simbólicas, siempre que era posible y adecuado, eran efectuadas visiblemente; de<br />

otra manera, interiormente y en forma de visión espiritual; la acción así narrada hace que las manifestaciones sea más<br />

intuitivas e impresionantes por presentar el objeto en una forma concentrada e incorporada. 3. dulce como miel—<br />

Salmo 19:10; 119:103; Apocalipsis 10:9, donde, como aquí en el v. 14, la “dulzura” es seguida por la “amargura”;<br />

“amargo” por la naturaleza dolorosa del mensaje, pero “dulce” porque él se hallaba en el servicio del Señor. El comer<br />

el rollo y hallarlo dulce, significaba que, despojándose a sí mismo de todo sentir carnal, hacía que la voluntad de Dios<br />

fuese la suya propia, por doloroso que fuera el mensaje que Dios le pidiese que anunciara. El hecho de que Dios sería<br />

así glorificado, era su mayor placer. 5. Véase la Margen, y el texto hebreo: “profundos de labio y obscuros de lengua”,<br />

es decir, hombres que hablan una lengua obscura e ininteligible. Aun éstos habrían escuchado al profeta; pero los<br />

judíos, aun hablándoles en su propío ídioma, no querían oírlo. 6. muchos pueblos—Se habría aumentado la<br />

dificultad, si hubiera sido enviado el profeta, no sólo a un pueblo, sino a “muchos pueblos” de idiomas distintos, lo<br />

que habría hecho necesario que el misionero aprendiera los idiomas respectivos. Sin embargo la misión posterior de<br />

los apóstoles a muchos pueblos y el don de lenguas para [PAG. 748] tal fin, se vislumbra ya aquí, (Véase 1 Corintios<br />

14:21, con Isaías 28:11). Si a ellos te enviara, ellos te oyeran—(Mateo 11:21, 23). 7. no te querrán oir, porque no me<br />

quieren oir a mí—(Juan 15:20). Acepta con paciencia el que te rechacen porque yo, tu Dios, lo soporto juntamente<br />

contigo. 8. Ezequiel quiere decir uno que es “fortalecido por Dios”. Tal era él en firmeza santa, a pesar de la oposición<br />

de su pueblo, y de acuerdo con el mandamiento divino dado a la tribu sacerdotal, a la cual Ezequiel pertenecía<br />

(Deuteronomio 33:9). 9. más fuerte que pedernal—Así el Mesías, del cual era el antitipo (Isaías 50:7; véase Jeremías<br />

1:8, 17). 10. toma en tu corazón … tus oídos—La transposición del orden natural, a saber: recibir primeramente con<br />

los oídos, luego con el corazón, es hecha a propósito. La preparación del corazón para el mensaje debe preceder a la<br />

recepción de este mensaje por los oídos. (Véase Proverbios 16:1; Salmo 10:17). 11. tu pueblo—que debería tener mejor<br />

diposición para escucharte, siendo tú su compatriota de la que hubiese tenido, de haber sido tú profeta extranjero (vv.<br />

5, 6.) 12. (Hechos 8:39). La residencia de Ezequiel hasta aquel momento no había sido muy adecuada para su trabajo.<br />

El es guiado, pues, por el Espíritu a Tel‐abib, el pueblo principal de los cautivos judíos, y llegado allí, se sentó en el<br />

suelo, “el trono del miserable” (Esdras 9:3; Lamentaciones 1:1–3), siete días estuvo así el período acostumbrado para el<br />

que se manifestaba un profundo pesar (Job 2:13; véase Salmo 137:1). ganando así la confianza de los exiliados por la<br />

simpatía que hacia ellos mostró en su gran tristeza. En su desplazamiento es acompañado por los querubines<br />

manifestados en Quebar (cap. 1:3, 4), después de su partida de Jerusalén. Ahora se hacen oír, moviéndose con “grande<br />

estruendo” (véase Hechos 2:2), y diciendo: “Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar”, es decir, moviéndose de<br />

donde habían estado junto al Quebar para acompañar a Ezequiel a su nuevo destino (cap. 9:3), o “desde su lugar”<br />

significando más bien “en su lugar y manifestada desde allí”. Aunque Dios puede haber abandonado aparentemente<br />

su templo, todavía está en él, y allí restaurará a su pueblo. Su gloria “es bendita” en contraste con aquellos judíos que<br />

hablaron mal de él, como si hubiera sido injustamente riguroso con su nación [Calvino]. 13. se juntaban—<br />

literalmente, “se besaban”, se abrazaban estrechamente. sonido de grande estruendo—típico de los grandes desastres<br />

que amenazaban a los judíos. 14. amargura—tristeza a causa de las grandes calamidades que vendrían, de las cuales<br />

era necesario que el profeta fuera mensajero aunque mal recibido. Pero la “mano” o el impulso poderoso de Jehová<br />

fué sobre mí. 15. Tel‐abib—Tel significa elevación; identificada por Michaels con Thallaba junto al Cabour. Tal vez el<br />

nombre significa las esperanzas de los judíos en cuanto a su restauración, o también, la fertilidad de la región. Abib<br />

quiere decir las verdes espigas de grano, las que aparecen en el mes de Nisán, promesa de la cosecha. asenté—me<br />

senté. Pero el texto hebreo es más bien: “Los observé sentados allí” [Gesenius]; o, “Y los que estaban sentados allí,”<br />

etc. es decir, los habitantes más antiguos, como separados de los llegados recientemente, a los cuales se refiere en la<br />

cláusula anterior. Las diez tribus hacía tiempo que habitaban junto al río Quebar o Habor (2 Reyes 17:6). [Havernick.]<br />

17. atalaya—Ezequiel solo entre los profetas es llamado “atalaya”, no meramente para simpatizar sino para dar en su<br />

tiempo la debida advertencia de peligro a su pueblo donde ellos no esperaban que hubiese peligro. Habacuc (2:1)<br />

habla de “atalayar”, pero era solamente a fin de estar a la espera de la manifestación del poder de Dios así como<br />

también en Isaías 52:8; 62:6, no como Ezequiel que debía actuar de atalaya para los demás. 18. amonestares, ni le<br />

hablares … sea apercibido—la repetición hace entender que no es suficiente advertir una vez al pasar, sino que la<br />

advertencia debe ser inculcada continuamente (2 Timoteo 4:2; “a tiempo y fuera de tiempo”; Hechos 20:31, “día y<br />

noche con lágrimas.”) a fin de que viva—El cap. 2:5, aparentemente hacía perder toda esperanza de salvación; pero la

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