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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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Reyes 25:18–21). Su padre Josadec había sido llevado cautivo a Babilonia, y allí murió algún tiempo antes de este<br />

acontecimiento. Zorobabel fué, según el orden de la naturaleza, hijo de Pedaía (1 Crónicas 3:17–19) pero como había<br />

sido criado por Sealthiel, se llamaba hijo de éste. edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él<br />

holocaustos—Esto fué de una necesidad urgente e inmediata, a fin de, primero, hacer propiciación por sus pecados;<br />

en segundo lugar, para que recibiesen la bendición divina sobre sus preparativos para el templo, como también para<br />

animar sus sentimientos de piedad y patriotismo para la prosecución de aquella obra nacional. 3. Y asentaran el altar<br />

sobre sus basas—Es decir, lo levantaron sobre el cimiento antiguo, de modo que ocupó tan exactamente como fué<br />

posible, el sitio donde había estado antiguamente. ofrecieron … holocaustos a Jehová … a la mañana y a la tarde.—<br />

Creyendo que su deber era cumplir los ritos públicos de la religión, no esperaron hasta que el templo estuviese<br />

reedificado y dedicado; mas, desde el principio, renovaron el servicio diario prescrito por la ley (Exodo 29:38, 39;<br />

Levítico 6:9, 11); y también observaron las épocas anuales de observancia solemne.<br />

4–7. SE RENUEVAN <strong>LA</strong>S OFRENDAS. 4. Hicieron asimismo la solemnidad de las cabañas,… 6. Desde el<br />

primer día del mes séptimo—Ellos reavivaron en aquel tiempo los sacrificios diarios, y en el día décimoquinto de<br />

aquel mes empezó la fiesta de los tabernáculos. 7. dieron … comida y bebida y aceite a los sidonios—Hicieron trato<br />

con los tirios para que les mandaran artesanos, y también madera, bajo las mismas condiciones y con las mismas<br />

miras como había hecho Salomón (1 Reyes 5:11; 2 Crónicas 2:15, 16).<br />

8–13. SE ECHA EL CIMIENTO <strong>DE</strong>L TEMPLO. 8. pusieron a los levitas … para que tuviesen cargo de la obra—es<br />

decir, para que actuaran como sobrestantes de los trabajadores, y los dirigiesen y animaran en los diferentes<br />

departamentos. 9. Jesuá también, sus hijos—no el sumo sacerdote, sino un levita (cap. 2:40). A éstos, distinguidos<br />

probablemente por su destreza mecánica y su gusto, fué encomendado especialmente el deber de servir como<br />

superintendentes. 12. Y muchos de los sacerdotes y de los levitas y de los cabezas de los padres … lloraban en alta<br />

voz,—Aquellas dolorosas emociones fueron excitadas por el triste contraste entre las circunstancias prósperas en que<br />

fueron puestos los cimientos del primer templo, y el estado desolado y reducido del país y la ciudad, cuando se<br />

empezaba a construir el segundo; entre el tamaño inferior y lo costoso de las piedras usadas en los cimientos del<br />

segundo (1 Reyes 7:9, 10), y la extensión mucho más reducida del fundamento mismo incluyéndose todos las<br />

pertenencias del edificio (Hageo 2:3); entre la pequeñez comparativa de sus medios presentes y los recursos inmensos<br />

de David y Salomón. Tal vez, la causa principal de dolor fué, que el segundo templo estaría desprovisto de aquellas<br />

cosas que formaban la gran gloria eminente del primero: es decir, el arca, la “shequinah”, el Urim y Thummin, etc. No<br />

que este segundo templo no fuese un edificio grande y hermoso; pero por grande que fuera su esplendor material, fué<br />

inferior en este sentido al de Salomón. Sin embargo, la gloria del segundo sobrepujó por mucho la del primer templo<br />

en otro y más importante sentido, es decir, por recibir dentro de sus paredes al Salvador encarnado (Hageo 2:9). 13. Y<br />

no podía discernir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro—Entre el pueblo oriental, las<br />

expresiones de tristeza son siempre fuertes y vehementes. Esto es indicado en el sollozo, el aullido del cual a veces no<br />

es fácilmente distinguible de los gritos de alegría.<br />

CAPITULO 4<br />

Vers. 1–6. <strong>LA</strong> EDIFICACION ES ESTORBADA. 1. los enemigos de Judá y de Benjamín—es decir, extranjeros<br />

radicados en la tierra de Israel. 2. como vosotros buscaremos a vuestro Dios, y a él sacrificamos desde los días de<br />

Esar‐haddón … que nos hizo subir aquí.—Una interesante explicación de este pasaje se ha descubierto hace poco en<br />

las esculturas asirias. Sobre un cilindro grande, depositado en el Museo Británico, esta inscrita una copia larga y<br />

perfecta de los anales de Esarhaddón, en los cuales se dan los detalles de una grande deportación de israelitas desde la<br />

Palestina, y del establecimiento subsiguiente de colonos babilonios en lugar de ellos. Es una confirmación<br />

sorprendente de la afirmación hecha en este pasaje. Aquellos colonos asirios se casaban con las restantes de las mujeres<br />

israelitas, y sus descendientes, una raza mestiza, se conocían bajo el nombre de samaritanos. Aunque originalmente<br />

idólatras, eran enseñados en el conocimiento de Dios, de modo que podían decir: “Buscaremos a vuestro Dios”; mas le<br />

servían de una manera supersticiosa propia de ellos (véase 2 Reyes 17:26–34, 41). 3. Y díjoles Zorobabel, y Jesuá,…<br />

No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios—Esta negación a cooperar con los samaritanos, fuesen lo<br />

que fueran los motivos de ella, fué usada por la Providencia para el bien final; porque, si los dos pueblos hubieran<br />

trabajado juntos, habrían resultado relaciones estrechas y matrimonios mixtos, y el resultado puede que hubiera sido<br />

una recaída de los judíos en la idolatría, y más seguramente habría habido confusión y obscuridad en la evidencia<br />

genealógica que probaba el linaje del Mesías; mientras que, en su condición hostil y separada, eran observadores<br />

celosos de los procederes los unos de los otros, vigilando con mutuo cuidado la preservación e integridad de los libros

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