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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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pero ¡qué triste contraste entre una y otra ocasión! (véase v. 22). Jeth, ח. 8. Extendió el cordel—Los hijos de oriente<br />

usaban cordel de medir no sólo para construir edificios, sino para destruirlos (2 Reyes 21:13; Isaías 34:11). Aquí se da a<br />

entender la inclemente rigidez con que los castigaría. Teth, ט. 9. Sus puertas no pueden impedir que entre el enemigo<br />

en la ciudad, porque se encuentran echadas por tierra entre los escombros. quebrantó sus cerrojos–(Jeremías 51:30).<br />

Su rey … entre las gentes—(Deuteronomio 28:36). no hay ley—(2 Crónicas 15:3). Las leyes civiles y religiosas eran<br />

unas mismas bajo la teocracia. “Todas las ordenanzas legales (proféticas, lo mismo que sacerdotales) de la teocracia,<br />

ya no existen” (Salmo 74:9; Ezequiel 7:26). Yod, י. 10. (Job 2:12, 13). Los “ancianos”, con su ejemplo, inducirían a los<br />

otros a una inconsolable tristeza. Las vírgenes—quienes por lo general se muestran ansiosas de poner de relieve sus<br />

apariencias personales para sacar ventaja de ello. Caf, כ . 11. Mi hígado se derramó—esto es, como se suponía que el<br />

hígado era el asiento de las pasiones, todos mis sentimientos están derramados y humillados, etc. “El hígado” está puesto<br />

aquí por la bilis (véase Job. 16:13, “la hiel”; Salmo 22:14), de la vesícula biliar, existente sobre el hígado, la cual se<br />

derram a copiosamente cuando las pasiones se agitan desfallecía—por efectos del hambre. Lamed, ל. 12. como<br />

heridos—El hambre era tan mortífera como la espada (Jeremías 52:6). Derramando sus almas en el regazo de sus<br />

madres—Instintivamente se vuelven a los senos maternos buscando leche, mas, no hallándola, entregan su vida, por<br />

decirlo así, “en el regazo de su madre”. Mem, מ . 13. ¿Qué testigo te traeré?—¿Qué puedo yo traerte como testigo o<br />

ejemplo para demostrar que otros han sufrido tan grandes males como tú? Yo no puedo consolarte con el consuelo<br />

con que frecuentemente son consolados los que están de duelo, diciéndote que tu suerte es como la de otros que<br />

sufren igual que tú. La “mar” ofrece el único emblema apropiado de tus infortunios, con su ilimitada extensión y<br />

profundidad (cap. 1:12; Daniel 9:12). Nun, נ . 14. Tus profetas—No los de Dios (Jeremías 23:26). vieron para ti<br />

vanidad—para satisfacer tu apetito, no en consideración a la verdad, sino a la falsedad. no descubrieron tu pecado—<br />

en oposición al mandamiento de Dios dado a sus verdaderos profetas (Isaías 58:1). Liter., ellos (los falsos profetas) no<br />

quitaron el velo que cubria tu iniquidad para ponerla delante de ti. vanas profecías—eran consoladoras y aduladoras,<br />

pero el resultado de ellas fueron las pesadas calamidades que le sucedieron al pueblo, peores aún que aquello con que<br />

las profecías de Jeremías, que ellos, por mofa, llamaban “cargas”, amenazaban. De ahí que él llame a sus pretendidas<br />

profecías “falsas cargas”, las que fueron para los judíos “la causa de su destierro” [Calvino]. Samej, ס. 15. batieron las<br />

manos—por mofa (Job 27:23; 34:37). movieron sus cabezas—(2 Reyes 19:21; Salmo 44:14). de perfecta hermosura, el<br />

gozo de … la tierra—(Salmo 48:2; 50:2). Los enemigos de los judíos citan sus mismas palabras con escarnio. Pe, פ. 16,<br />

17. Tocante a la transposición de las letras hebreas (Pe y Ain) en el orden de los versículos, véase la Introducción.<br />

abrieron … su boca—como rapaces y rugientes fieras (Job 16:9, 10; Salmo 22:13). De aquí que Jerusalén fuese tipo del<br />

Mesías. rechinaron los dientes—con vengativa malignidad. vímoslo—(Salmo 35:21). Ain, ע. 17. Jehová—Que no se<br />

regocije el enemigo como si fuese obra suya. Fué “Jehová”, que ha cumplido así sus amenazas proferidas por sus<br />

profetas, a causa de la culpa de Judea (Levítico 26:16–25; Deuteronomio 28:36–48, 53; Jeremías 19:9). Tsadi, ץ. 18.<br />

muro—(v. 8). Personificado. “Su corazón”, es decir, de los judíos; mientras su corazón se eleva a Dios en oración, su<br />

discurso se dirige al “muro” (la parte puesta por toda la ciudad). echa lágrimas—(Jeremías 14:17). El muro es invitado a<br />

llorar su propia ruina y la de la ciudad. Véase una personificación semejante (cap. 1:4). niñas—las pupilas de los ojos<br />

(Salmo 17:8). Cof, ק. 19. da voces en la noche (Salmo 119:147). en el principio de las velas—esto es, la primera de las<br />

tres divisiones iguales (de cuatro horas cada una) en que los antiguos judíos dividían la noche, a saber, desde la<br />

puesta del sol hasta las diez. La segunda, llamada “la vela del medio” (Jueces 7:19), desde las diez hasta las dos de la<br />

mañana. La tercera, “la vela de la mañana”. desde las dos hasta la salida del sol (Exodo 14:24; 1 Samuel 11:11).<br />

Después, bajo el dominio de los romanos, tuvieron cuatro velas (Mateo 14:25; Lucas 12:38). por la vida de tus<br />

pequeñitos—para que si Dios no quiere perdonarte a ti, preserve al menos a “tus tiernos hijos”. entradas de … las<br />

calles—(Isaías 51:20; Nahum 3:10). Resh, ר. 20. comer las mujeres su fruto—según habían sido amenazadas (Levítico<br />

26:29; Deuteronomio 28:53, 57; Jeremías 19:9). los pequeñitos de sus crías—o más bien, “los niños que llevan en sus<br />

brazos” [Maurer]. Shin, שׁ. 21. (2 Crónícas 36:17). Tau, ת. 22. Has llamado, como a día de solemnidad … temores—Has<br />

convocado contra mí a mis enemigos de todas partes, tal como las multitudes solían reunirse en Jerusalén en las<br />

fiestas solemnes. El objeto con que respectivamente se reunían los enemigos y las multitudes (de Israel) formaban un<br />

triste contraste. Véase cap. 1:15: “llamó contra mi compañía”.<br />

CAPITULO 3<br />

(III ELEGÍA)<br />

Vers. 1–66. Jeremías propone su experiencia en las aflicciones como ejemplo de cómo los judíos debían portarse<br />

bajo las suyas, a fin de alentar la esperanza de una restauración; de ahí el cambio del singular al plural (vv. 22, 40–47).

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