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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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903<br />

Nabucodonosor invadió sus ciudades en su marcha contra Egipto, después de sitiar a Tiro (Jeremías 47). Dios se<br />

vengará de aquellos que sacan de la mano de él la venganza (Romanos 12:19–21; Santiago 2:13). 16. talaré los<br />

Ceretheos—Hay un juego de sonidos similares en el hebreo, “hajratti ceretim”, Talaré los taladores. El nombre se habría<br />

dado a esta tribu de filisteos por su disposición guerrera (1 Samuel 30:14; 31:3). Sobresalían en el uso del arco, por lo<br />

que David alistó de entre ellos un cuerpo de guardaespaldas (2 Samuel 8:18; 15:18; 20:7). Descendieron de Caftor,<br />

identificado con el nombre Creta, que era famosa por el uso del arco, a la cual el nombre de cereteos parece<br />

emparentado. Aunque en la emigración, que tendía las más veces hacia el occidente, parece más probable que Creta<br />

fuese colonizada desde Filistia, que no la Filistia desde Creta, una sección de cretenses puede haberse asentado en<br />

Ceretim, en el sur de Filistia, mientras que los filisteos, como nación, habrían venido originalmente desde el oriente<br />

(véase Deuteronomio 2:23; Jeremías 47:4; Amós 9:7; Sofonias 2:5). En Génesis 10:14 los filisteos se distinguen de los<br />

caftorim, y se dice que descendieron de los casluhim; de modo que los cereteos eran sólo una parte de los filisteos, lo<br />

que confirma 1 Samuel 30:14. el resto—es decir, “sobre la costa” del Mediterráneo; los dejados como resto, después de<br />

derrotas anteriores infligidas por Samuel, David, Ezequías y Psammético de Egipto, padre de Faraón‐necao (Jeremías<br />

25:20). 17. sabrán… venganza—me conocerán, no en misericordia, sino por mi venganza sobre ellos (Salmo 9:16).<br />

CAPITULO 26<br />

Vv. 1–21. EL JUICIO SOBRE TIRO POR NABUCODONOSOR (caps. 26 al 28). En el cap. 26, Ezequiel expone: 1. El<br />

pecado de Tiro; 2. su condena; 3. los instrumentos para efectuarla; 4. los efectos producidos en otras naciones por su<br />

ruina. En el cap. 27, una lamentación por la caída de tanta magnificencia terrenal. En el cap. 28, una elegía dirigida al<br />

rey, por la humillación de su soberbia sacrílega. Ezequiel, en sus profecías relativas a los paganos, exhibe sólo el lado<br />

obscuro; porque los contempla simplemente en su hostilidad al pueblo de Dios, el cual los sobrevivirá a todos. Isaías<br />

(Isaías 23), por otra parte, al final de los juicios, extiende una perspectiva de bendición, cuando Tiro se vuelva al<br />

Señor. 1. La mención particular de la fecha, la que se había omitido en el caso de los cuatro objetos precedentes de<br />

juicio, indica la mayor importancia atribuída a la caída de Tiro. en el undécimo año—es decir, después del traslado de<br />

Joaquín, el año de la caída de Jerusalén. El número del mes, sin embargo, está omitido, y se da sólo el día. Como el<br />

mes de la toma de Jerusalén era considerado como mes de nota especial, es decir, el cuarto mes, también el quinto,<br />

cuando fué realmente destruída (Jeremías 52:6, 12, 13), Rabí David razonablemente supone que Tiro profirió su burla<br />

al final del mes cuarto, como su proximidad a Jerusalén le permitió oír muy pronto de su caída, y que Ezequiel<br />

respondió a la mofa con su amenaza contra Tiro misma en “el primer día” del mes quinto. 2. Tiro—(Josué 19:29; 2<br />

Samuel 24:7), lit., significa “la ciudad piedra”, Zor; nombre dado a la isla Tiro, llamada Nueva Tiro, antes que la Vieja<br />

Tiro sobre tierra firme. Estaban separadas por más de medio kilómetro de distancia. La Nueva Tiro, 150 años antes de<br />

la caída de Jerusalén, había resistido con éxito a Salmanasar de Asiria, quien la sitió por cinco años (Neander, de los<br />

archivos tirios, citados por Josefo, Antigüedades, 9. 14. 2). Era la más fuerte y más importante de las dos ciudades, y es<br />

la que se indica, aunque no exclusivamente, aquí. Tiro fué originalmente una colonia de Sidón. El asedio de ella por<br />

Nabucodonosor duró trece años (cap. 29:18; Isaías cap. 23). Aunque ningún autor profano menciona que haya tenido<br />

éxito en el sitio, Jerónimo afirma haber leído el hecho en las historias asirias. Ea—regocijo por la caída de una rival<br />

(Salmo 35:21, 25). la que era puerta—es decir, el portón único compuesto [PAG. 788] de dos puertas plegables. Por lo<br />

tanto el verbo es singular. “Portones” eran el lugar de reunión para comercio y asuntos públicos: de modo que aquí<br />

quiere decir emporio comercial frecuentado por traficantes. Tiro no considera a Jerusalén como enemiga declarada,<br />

porque siendo su territorio la faja angosta y larga de tierra al norte de Filistia, entre el Monte Líbano y el mar, fué de<br />

su interés cultivar relaciones amistosas con los judíos, de quienes dependía para el abastecimiento de granos (cap.<br />

27:17; 1 Reyes 5:9; Hechos 12:20). Mas Jerusalén había interceptado parte del tráfico de tierra adentro, que ella quiso<br />

monopolizar para sí misma; de suerte que, en su intenso egoísmo terrenal, ella se regocijaba sin piedad por la caída de<br />

Jerusalén como una ganancia para ella. Por esto ella se granjeó la ira de Dios como preeminentemente el representante<br />

del mundo entero en su ambición, egoísmo y soberbia, en desafío a la voluntad de Dios (Isaías 23:9). a mí se volvió—<br />

es decir, el mercado de granos, vino, aceite, bálsamo, etc., el cual era ella antes, me es transferido a mí. Las caravanas<br />

desde Palmira, Petra y el oriente no serán más interceptadas por el mercado (“los portales”) de Jerusalén, mas<br />

vendrán a mí. 3, 4. muchas gentes … como la mar … sus ondas—En contraste llamativo con la jactancia de Tiro, Dios<br />

amenaza con traer contra ella el ejército de Babilonia levantado de entre “muchas naciones”, así como las ondas del<br />

Mediterráneo se lanzaban por todos lados contra esta ciudad fundada sobre una roca. raeré de ella su polvo, y la<br />

dejaré como una peña lisa—o, “roca desnuda”. [Grocio.] El suelo de tierra que los tirios habían juntado sobre la roca<br />

en que está edificada su ciudad, raeré tan limpio como para no dejar ni polvo, sino sólo la roca desnuda tal como<br />

estaba antes. Un contraste terrible con su expectativa de llenarse de toda la riqueza del oriente, ahora que Jerusalén ha<br />

caído. 5. en medio de la mar—evidentemente refiriéndose a la Nueva Tiro (cap. 27:32). 6. sus hijas … en el campo—

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