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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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indisoluble, todo esto indica tal poder de amor mutuo, tal atractivo en el carácter de David, tal susceptibilidad y<br />

elevación de sentimientos en el corazón de [PAG. 238] Jonatán, que esta entrevista, por su interés dramático y<br />

hermosura moral, queda sin paralelo en los anales de la amistad humana. 19. Estarás tres días—con tu familia en<br />

Bethlehem, o dondequiera que te sea conveniente. vendrás al lugar donde estabas escondido el día de trabajo—<br />

Hebreo: “en el día o tiempo del asunto”, cuando el mismo asunto se trataba anteriormente (Cap. 19:22). esperarás<br />

junto a la piedra de Ezel—Hebreo: “la piedra del camino”; especie de piedra miliaria que dirigía a los viajeros. El<br />

tendría que esconderse en una cueva o en algún escondrijo cercano. 23. cuanto a las palabras que yo y tú hemos<br />

hablado—Convenido el plan, las dos amigos se separaron por un tiempo, y el carácter amable da Jonatán aparece<br />

nuevamente en su final alusión a su pacto de amistad.<br />

24–40. SAUL, ECHANDO <strong>DE</strong> MENOS A DAVID, TRATA <strong>DE</strong> MATAR A JONATAN. 25. El rey se sentó en su<br />

silla, como solía—El rincón izquierdo, a la cabecera de la mesa, era y todavía es en el Oriente el lugar más honorable.<br />

La persona que se sienta allí tiene la mano izquierda restringida por la pared, pero su mano derecha tiene amplia<br />

libertad. Por la posición que ocupaba Abner junto al rey, y por la silla de David que quedaba vacía, inferimos que en<br />

la mesa real se practicaba cierta etiqueta, siendo asignado el lugar a cada cortesano o ministro según su categoría.<br />

Jonathán se levantó—como señal de respeto a la entrada del rey, o de conformidad con la costumbre oriental de que<br />

el hijo permanezca en pie en presencia de su padre. 26. no está limpio—No se hacía caso de la ausencia de David,<br />

pues podría ser que estuviera bajo alguna contaminación ceremonial. 27. El día siguiente, el segundo día de la nueva<br />

luna—El tiempo de la aparición de la luna era incierto, pero, fuera al mediodía, en la tarde o a la medianoche—el<br />

festival se prolongaba por dos días. La costumbre, y no la ley, introdujo esto. Saúl dijo a Jonathán: ¿Por qué no ha<br />

venido a comer el hijo de Isaí?—La pregunta fué hecha como casualmente, y con tanta indiferencia como podía<br />

aparentar. Y como Jonatán respondió que David había pedido y conseguido su permiso para asistir a un aniversario<br />

familiar en Bethlehem, las pasiones acumuladas del rey estallaron en una violenta tormenta do ira e invectiva contra<br />

su hijo. 30. hijo de la perversa—Esta es una forma notable de ofensa en el Oriente. Saúl no estaba enojado con su<br />

esposa; y el insulto iba dirigido únicamente a su hijo en quien quería descargar su resentimiento. Parece que la base<br />

de este insulto es que para el instinto filial es una ofensa más grave oír difamar el nombre o carácter de la madre, que<br />

un reproche personal. Esta, sin duda, fué una causa de la “exaltada ira” (v. 34) en que el noble príncipe dejó la mesa<br />

sin probar bocado. 33. Saúl le arrojó una lanza por herirlo—Esta es una triste prueba del frenesí en que estaba<br />

sumido el infeliz monarca. 35. Salió Jonathán al campo, al tiempo aplazado—o, “al lugar señalado”. 36. dijo a su<br />

mozo: Corre y busca las saetas que yo tirare—la orden dada en voz fuerte era la señal preconcertada con David. Daba<br />

a entender que había peligro. 40. dió Jonathán sus armas a su muchacho—Siendo despedido el muchacho, los dos<br />

amigos gozaron de la satisfacción de una entrevista final.<br />

41, 42. JONATAN Y DAVID CON CARIÑO SE SEPARAN. 41. David inclinóse tres veces postrándose a tierra—<br />

como homenaje al príncipe. Pero en relación más cercana toda otra consideración se pierde en la abundancia de su<br />

cariño fraternal. 42. Jonathán dijo a David: Vete en paz—Como la entrevista se realizó a escondidas, y cada momento<br />

era precioso, fué una bondad de parte de Jonatán el apresurar la partida de su amigo.<br />

CAPITULO 21<br />

Vers. 1–7. DAVID, EN NOB, CONSIGUE <strong>DE</strong> AHIMELEC PAN SAGRADO. 1. Y vino David a Ahimelech—Nob,<br />

ciudad de los sacerdotes (cap. 22:19), estaba cerca de Jerusalem, en el Monte de les Olivos, un poco al norte de la<br />

cumbre y al noreste de la ciudad. Se calcula que está como a ocho kilómetros de Gabaa. Ahimelec, el mismo que<br />

Aquías, o tal vez hermano de él, siendo ambos hijas de Aquitob (véase cap. 14:3, y cap. 22:4–11, 20). Su objeto al huir a<br />

este lugar fué por una parte el de suplir sus necesidades, y por otra el de buscar consuelo y consejo en la perspectiva<br />

de salir del reino. sorprendióse Ahimelech de su encuentro—sospechando algún acontecimiento extraordinario por<br />

su aparición repentina, y en semejante manera, porque sus acompañantes fueron dejados a cierta distancia. 2. El rey<br />

me encomendó un negocio, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna—Esta fué una mentira inspirada por el temor. David<br />

probablemente suponía, como muchas otras personas, que una mentira es excusable cuando es pronunciada con el<br />

único propósito de salvar la vida. Pero lo que es esencialmente pecaminoso, por ninguna circunstancia puede cambiar<br />

su carácter inmoral; y David mismo tuvo que arrepentirse de este vicio de mentir (Salmo 119:29). 4. no tengo pan<br />

común—Habría bastante pan en su casa, pero no había tiempo para esperarlo. “El pan sagrado” era el pan de la<br />

proposición, que había sido quitado el día anterior, y que era reservado para el uso de los sacerdotes solamente<br />

(Levítico 24:9). Antes de tomar en consideración si este pan podría legalmente ser dado a David y sus hombres, parece<br />

que el sumo sacerdote consultó el oráculo (cap. 22:10) en cuanto a cómo debían de proceder en esta emergencia. Una

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