11.05.2013 Views

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

965<br />

libramiento temporal de la cautividad y el final libramiento mesiánico antitípico. Las setenta semanas están separadas<br />

en tres partes desiguales: siete, sesenta y dos, y una. El año septuagésimo es la consumación de los períodos<br />

anteriores, así como el día sabático de Dios sigue a los días de trabajo; una idea sugerida por la división en semanas. En<br />

las sesenta y nueve semanas es restaurada Jerusalén, y así un lugar es preparado para el Mesías en donde efectuar su<br />

obra sabática (vv. 25, 26) de “confirmar el pacto” (v. 27). El tiempo mesiánico es el “sabbath” de la historia de Israel,<br />

en el cual tenía el ofrecimiento de todas las misericordias de Dios, pero en el cual Israel es cortado por un tiempo a<br />

causa de su rechazo de las mismas misericordias. Así como las setenta semanas terminan con siete años, o una<br />

semana, así empiezan con siete veces siete, es decir, siete semanas. Así como la septuagésima semana está separada de<br />

las demás, como período de revelación, así podrá ser con las siete semanas. El número siete siempre se asocia con la<br />

revelación; porque los siete espíritus de Dios son los mediadores de todas sus revelaciones (Apocalipsis 1:4; 3:1; 4:5).<br />

Diez es el número de lo que es humano; es decir, los poderes mundiales en diez cabezas y diez cuernos (cap. 2:42; 7:7).<br />

Setenta es diez multiplicado por siete, lo humano moldeado por lo divino. Los setenta años de destierro simbolizan el<br />

triunfo de los poderes mundiales sobre Israel. En las siete veces setenta años está contenido también el número<br />

mundial diez, es decir, el pueblo de Dios todavía está bajo el poder del mundo (“tiempos angustiosos”); pero el<br />

número divino es multiplicado por sí mismo; siete veces siete años, al principio de un período de revelación del<br />

Antiguo Testamento al pueblo de Dios por medio de Esdras, Nehemías y Malaquías, cuyas labores se extienden sobre<br />

casi medio siglo, o siete semanas, y cuyos escritos son los últimos del canon; y al fin, siete años, el período de la<br />

revelación del Nuevo Testamento en el Mesías. Las siete semanas de años que comienzan la revelación del Nuevo<br />

Testamento, se pasan rápidamente, a fin de que el énfasis principal descanse en la semana mesiánica. Sin embargo, las<br />

siete semanas de la revelación del Antiguo Testamento, son señaladas por su separación de las sesenta y dos, para<br />

estar por encima de las sesenta y dos, cuando no había de haber revelación. el Mesías Príncipe—Hebreo, “Ungido”.<br />

“Nagid”, Mesías es el título de Jesús con respecto a Israel (Salmo 2:2; Mateo 27:37, 42). Nagid, como Principe de los<br />

gentiles (Isaías 55:4). Nagid se refiere a Tito, sólo como representante de Cristo, quien designa la destrucción romana<br />

de Jerusalén como en un sentido, su venida (Mateo cap. 24; Juan 21:22). Mesías indica su llamamiento; Nagid, su poder.<br />

El ha de ser “cortado, y no habrá nada para él”. (Así debe traducirse del hebreo el v. 26, “no por sí”). Sin embargo, él<br />

es “el príncipe”, que ha de “venir”, por su representante primero para imponer [PAG. 845] justicia, y al fin en<br />

persona. el muro—la “trinchera”, o “baluarte escarpado”. [Tregelles.] La “plaza y trinchera” incluyen la completa<br />

restauración de la ciudad exterior e interiormente, que se hacía durante las sesenta y nueve semanas. 26. después de<br />

las sesenta y dos semanas—En este versículo y el v. 27, el Mesías se hace el sujeto prominente, mientras que la suerte<br />

de la ciudad y del santuario es secundaria, siendo mencionados sólo en las segundas mitades de los versículos. El<br />

Mesías aparece en un aspecto doble: salvación a los creyentes, juicios sobre los incrédulos (Lucas 2:34; véase<br />

Malaquías 3:1–6; 4:1–3). Repetidas veces, durante la Semana Santa, él se asociaba con la destrucción de la ciudad, como<br />

causa y efecto, el que fuera él “cortado” (Mateo 21:37–41; 23:37, 38; Lucas 21:20–24; 23:28–31). Israel naturalmente<br />

podría esperar el reino glorioso del Mesías, si no después de los sesenta años de cautividad, por lo menos al fin de las<br />

setenta y dos semanas; pero en lugar de esto, habrá la muerte y la destrucción subsiguiente de Jerusalén. no por sí—<br />

más bien, “no habrá nada para él” [Hengstenberg]; no que sea frustrado el real objeto de su venida ( su reino<br />

espiritual); sino que el reino terrenal esperado por los judíos, por el momento quedaría en la nada, y no realizado en<br />

aquel entonces. Tregelles refiere el título “el Príncipe” (v. 25) al tiempo de su entrada a Jerusalén montado en un asno,<br />

su única presentación como rey, y que seis días después fué muerto como “el rey de los judíos”. el pueblo de un<br />

príncipe—es decir, los romanos, capitaneados por Tito, el representante de los poderes mundiales, finalmente a ser<br />

transferido al Mesías, “el Príncipe”; así llamado por el título del Mesías, como también por ser enviado por él, como<br />

su instrumento de juicio (Mateo 22:7). el fin de ella—del santuario. Tregelles cree que quiere decir “el fin del<br />

Príncipe”, la última cabeza del poder romano, el Anticristo. con inundación—es decir, de guerra (Salmo 90:5; Isaías<br />

8:7, 8; 28:18). Dando a entender lo completo de la catástrofe, “no será dejada aquí una piedra sobre otra”. hasta el fin<br />

de la guerra—más bien, “hasta el fin hay guerra”. 27. confirmará el pacto—Cristo. La confirmación del pacto es<br />

referida a Cristo en otros lugares. Isaías 42:6, “Te pondré por alianza del pueblo” (es decir, Aquel en quien el pacto<br />

entre Israel y Dios se expresa personalmente); véase Lucas 22:20, “El nuevo pacto en mi sangre”; Malaquías 3:1, “el<br />

ángel del pacto”; Jeremías 31:31–34, describe el pacto mesiánico en pleno. Contrástese el cap. 11:30, 32, “enojaráse<br />

contra el pacto”; “violadores del pacto”. La profecía de que el Mesías “confirmaría el pacto con muchos”, consolaría a<br />

los fieles en tiempos de Antíoco, quienes sufrían en parte por las persecuciones de los enemigos, y en parte por<br />

amigos falsos (cap. 11:33–35). De ahí resulta la semejanza del lenguaje aquí y en el cap. 11:30, 32, respecto a Antíoco, el<br />

tipo del Anticristo. a muchos—(Isaías 53:11; Mateo 20:28; 26:28; Romanos 5:15, 19; Hebreos 9:28). a la mitad de la<br />

semana—las setenta semanas se extienden hasta el año 33 de la era cristiana. Israel no fué destruído literalmente sino<br />

en el año 79, aunque virtualmente lo fué en el año 33, como tres o cuatro años después de la muerte de Cristo, cuando<br />

el evangelio era predicado exclusivamente a los judíos. Cuando los judíos persiguieron a la iglesia y apedrearon a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!