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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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mesiánico del Salmo. La intensidad del pesar, y la plenitud y la gloria de la liberación y triunfo, asimismo parecen<br />

representaciones impropias de las victorias de un personaje de menos importancia. En un sentido general y<br />

modificado (cf. el Salmo 16), la experiencia aquí detallada puede adaptarse al caso de todo cristiano que sufre a causa<br />

de los males espirituales y que es librado por el socorro divino, puesto que Cristo en su naturaleza humana es cabeza<br />

y representante de ellos.<br />

1. Un resumen de su queja. El abandono de Dios es el colmo de la miseria del que sufre aplastado por la desgracia.<br />

palabras de mi clamor—demuestra que la queja se expresa adecuadamente, aun cuando el término clamor mejor,<br />

rugido, es figurativo, sugerido por el comportamiento de los animales irraciones en el dolor. 2. La larga duración de<br />

[PAG. 449] la desgracia se muestra por—no hay para (en) mi silencio—que significa, o que clamo continuamente, o,<br />

correspondiente a no oyes (no respondes), que no hay para mí sosiego ni descanso. 3. Sin embargo, no sólo se cuida de<br />

acusar neciamente a Dios; sino que también demuestra su confianza en Dios al invocarle. tú … eres santo—poseedor<br />

de todos aquellos atributos que alimentan la confianza; el debido objeto de las alabanzas de la Iglesia: por tanto, el que<br />

sufre no necesita desesperar. 4, 5. Las experiencias pasadas del pueblo de Dios son una base de la confianza. La<br />

mención de “nuestros padres” no impide que las palabras se apliquen al lenguaje de la naturaleza humana de nuestro<br />

Salvador. 6. Aquel que fué despreciado y rechazado por su propio pueblo, como una desgracia para la nación, bien<br />

podía usar estas palabras de abatimiento, que expresan no su valor verdadero de él, sino el que le es imputado. 7, 8.<br />

Pues los judíos usaron una de las expresiones (Mateo 27:39) aquí mencionadas, escarneciendo de él suspendido en la<br />

cruz, y le denostaron (id. 43) en casi el mismo lenguaje de este pasaje. Remítese a Jehová—lit., hizo rodar—es decir, su<br />

carga (37:5; Proverbios 16:3) sobre el Señor. Tal es el lenguaje de los enemigos que hacen burla de la fe de él en la hora<br />

de su desamparo. estiran los labios—(cf. el Salmo 35:21.) 9, 10. Aunque dicha irónicamente, la exhortación a confiar,<br />

estaba bien fundada en sus experiencias anteriores del socorro divino, y él saca como ejemplo especial de ello el<br />

período de su impotente infancia. me haces (hiciste) esperar—o bien, lit., me hiciste seguro. 11. Al dar la razón de su<br />

súplica, la renueva, arguyendo su doble necesidad: la proximidad de la pena, y la ausencia de todo ayudador. 12, 13.<br />

Sus enemigos, cual fortísimos toros y leones rugientes, le rodean, ávidamente procurando su ruina. La fuerza de<br />

ambas figuras es mayor sin ninguna partícula de comparación. 14, 15. Su completo agotamiento y su debilidad<br />

desesperada, en estas circunstancias de inminente peligro, se exponen en las figuras más expresivas; la solidez del<br />

cuerpo queda destruída, y viene a ser como agua; los huesos se abren; el corazón, el mismo asiento de la vitalidad, se<br />

derrite como cera; todos los jugos del sistema se secaron; la lengua ya no funciona, y yace rígida y seca (cf. Génesis<br />

49:4; 2 Samuel 14:14; Salmo 58:8). En esto es Dios tenido por la última fuente, y los hombres por instrumentos. en el<br />

polvo de la muerte—por supuesto significa la tumba. No es necesario que tratemos de hallar la precisa<br />

correspondencia de cada detalle de esta descripción en las particularidades del padecimiento de nuestro Salvador. El<br />

lenguaje figurativo se asemeja a los cuadros de escenas históricas, que presentan la verdad en sustancia, bajo ejemplos<br />

que, aun cuando no son esenciales a los hechos, no son inconsecuentes con los mismos. Si debió especificarse alguna<br />

porción de los terribles padecimientos de Cristo, sin duda fué la del huerto de Getsemaní. 16. Los malhechores se<br />

describen bien como perros, que en el oriente, rodeándose en manadas, feroces y salvajes, son justamente objeto de<br />

gran aborrecimiento. horadaron—Esta frase ha sido tema de mucha discusión (poniéndose en duda la genuinidad del<br />

vocablo hebreo traducido por horadaron), que no viene al caso elucidar. Aunque no se cita en el N. T., la notable<br />

aplicabilidad de la descripción a los hechos tocantes a la vida de Cristo, junto con las dificultades envueltas en todo<br />

otro modo de explicar la frase en el hebreo, justifica su adhesión a los términos de nuestra versión y su obvio sentido.<br />

17. Su cuerpo demacrado, otro detalle de sus miserias, viene a serlo tanto más por ser objeto de complacida<br />

contemplación por parte de sus enemigos. Los verbos mirar y fijar la vista, ocurren a menudo como sugestivos del<br />

sentimiento de satisfacción (27:13; 54:7; 118:7). 18. Esta predicción cumplida al pie de la letra concluye el triste cuadro<br />

del exhibido y desamparado sufriente. 19, 20. Ahora vuelve con inalterable deseo y confianza a Dios, quien es un<br />

contraste en su fuerza y fidelidad con los inminentes peligros detallados. mi alma—mi persona (cf. el Salmo 3:2;<br />

16:10). mi única—mi alma solitaria, pobre y abatida (25:16; 25:17). 21. La liberación se pide fundada en el socorro<br />

anterior, en medio del peligro inminente, del enemigo más poderoso, representado por el unicornio, o sea, el búfalo<br />

salvaje. boca de león—(cf. el Salmo 22:13). El león, figura frecuente de enemigos violentos; la mención de la boca<br />

sugiere la rapacidad. 22–24. Declara su propósito de celebrar los tratos misericordiosos de Dios y de publicar sus<br />

manifiestas perfecciones (nombre, 5:11), etc., y luego invita a los piadosos, que tienen reverencial temor a Dios, a<br />

unirse en alabanza especial por la liberación, manifestando la bondad de Dios para con los humildes, que por los<br />

hombres son descuidados. Esconder el rostro o los ojos significa el estudiado descuido de la causa de uno, la denegación<br />

de socorro o de simpatía (30:7; Isaías 1:15). 25, 26. de ti será mi alabanza—Mejor acaso, de parte de ti; Dios da la gracia<br />

para que le alaben. Al ofrecer alabanza, da otra evidencia de su gratitud prometiendo pagar sus votos en la<br />

celebración de la fiesta usual ordenada por la ley (Deuteronomio 12:18; 16:11); los piadosos y humildes, y los que

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