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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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Vers. 1–22. <strong>DE</strong> LOS DIVORCIOS. 1. Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare—Parece<br />

que la práctica de los divorcios era en época temprana, muy común entre los israelitas, quienes con toda probabilidad,<br />

se habían familiarizado con la costumbre en Egipto. (Lane). Como la usanza estaba demasiado arraigada para ser<br />

abolida pronto o fácilmente, era tolerada por Moisés (Mateo 19:8), pero era legal con dos condiciones, capaces de<br />

evitar en gran parte los males inherentes al sistema permitido: 1. Que el acto del divorcio había de estar certificado en<br />

un documento escrito, cuya preparación, con formalidad legal, proporcionaría tiempo para reflexión y<br />

arrepentimiento; y 2. Que, en caso de que la esposa divorciada se casara con otro marido, ella no podría. al terminarse<br />

este segundo casamiento, ser restaurada a su primer marido, por deseoso que él estuviera de recibirla. 5. Cuando<br />

tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra—Esta ley de exención estaba fundada en buenos principios, y era<br />

favorable al matrimonio, pues daba amplia oportunidad para que se afirmara plenamente el cariño de la nueva pareja,<br />

y así disminuía o alejaba ocasiones para el divorcio. 6. No tomarás en prenda la muela de molino—La piedra de<br />

arriba, siendo cóncava, cubre la de abajo como una tapa. Tiene una pequeña abertura, por la cual se echa el grano,<br />

como también una manija por la cual se le da vuelta. La justicia de esta ley se fundaba en la costumbre de moler el<br />

grano cada mañana para las necesidades del día. Si faltaba, pues, cualquiera de las piedras, que componían el molino,<br />

la persona se vería privada de su provisión necesaria. 7. Cuando fuere hallado alguno que haya hurtado persona de<br />

sus hermanos—(Véase Exodo 21:16). 8, 9. Guárdate de llaga de lepra—(Véase Levítico 13:14). 10–13. Cuando dieres a<br />

tu prójimo alguna cosa emprestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda—El proceder recomendado era, en<br />

señal de respeto a los sentimientos del que pedía préstamo. En caso de un pobre, que había dado en prenda su capa,<br />

ésta tendría que ser devuelta antes de la noche, porque los pobres en países orientales comúnmente no tienen otra<br />

cubierta en que envolverse cuando se acuestan, más que la capa que han llevado en el día. 14, 15. No hagas agravio al<br />

jornalero pobre y menesteroso—Siervos asalariados en Oriente son pagados al fin del día; y el hecho de que el amo<br />

defraudara al jornalero en su salario, y que se lo retuviera injustamente una noche, podía sujetar a un pobre con<br />

familia a sufrimiento, y era pues una injusticia que tenía que evitarse (Levítico 19:13). 16–18. Los padres no morirán<br />

por los hijos—La regla se dirigía para gobierno de los magistrados, y establecía el principio equitativo de que nadie<br />

sería responsable de los crímenes ajenos. 19–22. Cuando segares tu mies en tu campo—El grano, arrancado de raíces<br />

o cortado con la hoz, era puesto en manojos; el fruto del olivo se obtenía golpeando los ramos con palos largos, y los<br />

racimos de uvas, cortados por un gancho, eran recogidos en la mano del vendimiador. Aquí hay una medida benéfica<br />

para los pobres. Todo manojo olvidado en el campo, había de dejarse; el olivo no tenía que ser golpeado una segunda<br />

vez; ni uvas rebuscadas habían de ser juntadas, a fin de que, al recoger lo que quedaba, el corazón del extranjero, del<br />

huérfano y la viuda se alegrara por la bendición de la Providencia.<br />

[PAG. 174] CAPITULO 25<br />

Vers. 1–19. LOS AZOTES NO HAN <strong>DE</strong> EXCE<strong>DE</strong>R CUARENTA. 2. si el delincuente mereciere ser azotado—En<br />

sentencias judiciales, que adjudicaban castigos menores que la pena capital, el azotamiento, y la paliza egipcia, era la<br />

forma más común en que se ejecutaban. Sin embargo, la ley mosaica introdujo dos restricciones importantes: 1. Que el<br />

castigo sería infligido en presencia del juez y no en privado por algún oficial sin corazón; y, 2. Que el número máximo<br />

de azotes estaría limitado a cuarenta, en vez de ser adjudicado según el capricho o la pasión del magistrado. Los<br />

gobernantes egipcios, como los turcos y chinos, frecuentemente aplicaban la vara hasta causar la muerte o la cojera<br />

por toda la vida. En qué consistía el azote en el principio, no se nos informa; pero en tiempos posteriores, cuando los<br />

judíos eran muy escrupulosos en adherirse a la letra de la ley, y, por temor de calcular mal, deseosos de quedar dentro<br />

del límite prescrito, formaban el azote por tres cuerdas que terminaban en tres correas, y trece golpes de éste se<br />

contaban como treinta y nueve (2 Corintios 11:24). 4. No pondrás bozal al buey cuando trillare—En Judea, como en la<br />

Siria moderna y en Egipto, el grano es trillado por las patas de los bueyes, que atados juntos bajo el yugo, van pisando<br />

día tras día las amplias eras de trillar. A los animales se les permite recoger un bocado, cuando quieren: una regla<br />

sabia y humana introducida por la ley de Moisés (comp. 1 Corintios 9:9; 1 Timoteo 5:17, 18). 5–10. la mujer del muerto<br />

no se casará fuera con hombre extraño—Esta usanza existía antes del tiempo de Moisés (Génesis 38:8). Pero la ley<br />

mosaica hizo obligatoria la costumbre (Mateo 22:25) de que los hermanos menores o el pariente más cercano se casara<br />

con la viuda (Rut 4:4), asociando así el deseo natural de perpetuar el nombre del hermano con la preservación de la<br />

propiedad en la familia y tribu hebreas. En caso de que el hermano menor se negara a cumplir la ley, la viuda traía su<br />

demanda ante las autoridades del lugar en asamblea pública (a la puerta de la ciudad), y habiendo él declarado su<br />

negativa, a ella se le ordenaba desatar la correa del zapato de él—símbolo de degradación—seguido aquel acto por el<br />

de escupir en el suelo (dice el texto en el rostro del hombre. Nota del Trad.), la expresión más fuerte de ignominia y<br />

desprecio entre los pueblos orientales. El zapato era guardado por los magistrados como evidencia de la transacción, y<br />

las dos partes se separaban. 13–16. No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica—Las pesas antiguamente eran

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