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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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muerte de Hananías, sino también porque el tenor de la misma concordaba con sus deseos de que los judíos<br />

permaneciesen en la Caldea hasta la muerte de Jeconías. Hilcías—el sumo sacerdote que halló el libro de la Ley en la<br />

casa de Jehová, y se lo mostró a “Safán” el escriba (el mismo probablemente que el mencionado aquí), quien se lo<br />

mostró al rey Josías (2 Reyes 22:8, etc.). Los hijos de Hilcías y de Safán heredaron de sus progenitores el mismo respeto<br />

por los escritos sagrados. Y así en el cap. 36:25, vemos que “Gemarías” rogó al rey Joacim que no quemara el rollo del<br />

profeta. 5. Edificad casas—En oposición a las sugestiones de los falsos profetas, que dijeron a los cautivos que su<br />

cautividad pronto cesaría, Jeremías les dice que ésta sería de larga duración, y que por lo mismo edificasen casas, pues<br />

Babilonia sería su hogar por largo tiempo. 6. y no os hagáis pocos—La voluntad de Dios era que el linaje de Abrahán<br />

no desapareciese; y así, a la vez que los consuela, les infunde la esperanza del regreso, no en seguida,<br />

sinoposteriormente. 7. (Esdras 6:10; Romanos 13:1; 1 Timoteo 2:2). No habéis de llevar meramente el yugo babilónico<br />

con paciencia, sino que habéis de orar por vuestros dominadores, a saber, mientras dure la cautividad. El tiempo de la<br />

buena voluntad de Dios vendría cuando ellos comenzasen a orar por la caída de Babilonia (cap. 51:35; Salmo 137:8).<br />

Ese tiempo, ellos no podían anticiparlo. La verdadera religión inculca la paciente sumisión, no la sedición. aun cuando<br />

el príncipe sea incrédulo. No desechemos jamás. en ningún estado de la vida, el consuelo que podamos obtener. por el<br />

hecho de que no tengamos todo aquello que nos gustaría poseer. Hay aquí un goce anticipado del amor evangélico<br />

para con nuestros enemigos (Mateo 5:44). 8. vuestros sueños que soñáis—El adagio latino dice: “El pueblo quiere ser<br />

engañado; dejad, pues, que lo sea”. No es la mera credulidad la que extravía a los hombres, sino su perverso “amor a<br />

las tinieblas antes que a la luz”. No fueron los sacerdotes los que inventaron la superchería clerical, sino el mórbido<br />

apetito del pueblo de ser engañado; ejemplo: Aarón y el becerro de oro (Exodo 32:1–4). De igual modo, los judíos<br />

dieron lugar a que los profetas les contasen sueños que los envalentonasen (cap. 23:25, 26; Ecclesiastés 5:7; Zacarías<br />

10:2; Juan 3:19–21). 10. (Nota. cap. 25:11, 12; Daniel 9:2). Esto prueba que los setenta años se computan desde la<br />

cautividad de Jeconías, no desde la última cautividad. La especificación de tiempo era para contener la impaciencia de<br />

los judíos para que no se adelantasen al tiempo fijado por el Señor. buena palabra—promesa de regreso. 11. Yo sé—<br />

Yo solo; no los falsos profetas, que nada saben de mis propósitos, por más que pretendan conocerlos. los<br />

pensamientos que tengo—(Isaías 55:9). Es una indirecta a los judíos que “no tenían pensamientos de paz”, sino sólo<br />

de “mal” (de desgracias), proque no podían concebir cómo podría venirles la liberación. Dos son las enfermedades<br />

morales del hombre: la primera es la vana confianza; la segunda, la desesperación, cuando aquélla lo ha chasqueado. Así<br />

los judíos se reían al principio de las amenazas de Dios, confiados en que pronto retornarían; luego, cuando arrojaron<br />

de sí aquella confianza, se entregaron a inconsolable desaliento. el fin que esperáis—liter., fin y expectación, esto es, un<br />

fin, y ese fin, tal como lo esperáis. Aquí hay dos nombres unidos por la y, y los dos equivalen a un hombre y a un<br />

adjetivo. Así, en el cap. 36:27, “el rollo y las palabras”, esto es, el rollo de palabras; Génesis 3:16, “dolor y concepción”<br />

esto es, dolor en la concepción. Véase Proverbios 23:18, donde, como aquí, fin significa feliz resultado. 12. Cumplido<br />

(Daniel 9:3, etc.). Cuando Dios se propone hacer misericordia, pone en los corazones de su pueblo el que ore por la<br />

misericordia que él se propuso otorgar. Cuando ese espíritu de oración ha sido derramado, es signo seguro de que la<br />

misericordia ha de venir. iréis—al templo y a otros lugares de oración, en contraste con su anterior pereza tocante a ir a<br />

buscar a Dios. 13. (Levítico 26:40–42, 44, 45). 14. y seré hallado—(Salmo 32:6; Isaías 55:6). tornaré vuestra<br />

cautividad—juego de sonidos shabti … shebith. 15. Habéis dicho—Estas palabras no se refieren a lo precedentemente<br />

dicho. sino al vv. 10 y 11. “Jehová te dijo esto” (a saber, la profecía sobre la continuación de la cautividad durante<br />

setenta años); “porque vosotros habéis dicho: Jehová nos ha suscitado profetas en Babilonia” para predecirnos nuestra<br />

pronta liberación (pero esta su profecía es supuesta, no expresa; en consecuencia, los vv. 16–19, contradicen esta falsa<br />

esperanza, lo mismo que los vv. 8, 9, 21). Jeremías en este v. 15 deja de hablar a los piadosos, para dirigirse (vv. 12–14)<br />

a los impíos que escuchan a los falsos profetas. 16. y de todo el pueblo que mora en esta ciudad … que no salieron—<br />

Tan lejos estáis vosotros de retornar presto a Jerusalén. que hasta vuestros hermanos que fueron dejados en ella.<br />

también serán desterrados. Al hacer mención “del trono de David”, es para que no fueran a pensar que, porque el<br />

reino de David había de ser perpetuo. no les sobrevendrían severos castigos que lo interrumpiesen ni aun<br />

temporalmente (Salmo 89:29–36). 17. los malos higos—En hebreo, “horribles”, nauseabundos, de una raíz que significa<br />

mirar con asco (véase cap. 24:8, 10). 18. y darélos … a todos los reinos—(cap. 15:4; Deuteronomio 28:25). maldición,<br />

etc.—(Cap. 29:6; 18:16; 19:8). 21. Sedechías—hermano de Sofonías (v. 25), eran ambos a dos hijos de Maasías.<br />

Probablemente, eran de la misma familia que el falso profeta del tiempo de Acab de Israel (1 Reyes 22:11, 24). 22.<br />

tomarás … maldición—esto es, una fórmula de imprecación. Póngate Jehová como a Sedechías—(Véase Génesis<br />

48:20; Isaías 65:15). asó al fuego—castigo caldeo (Daniel 3:6). 23. maldad—liter., pecaminosa locura (Isaías 32:6). 24–32.<br />

Segunda comunicación que envía Jeremías a Babilonia, después que el mensajero que había llevado su primera carta,<br />

regresó trayendo una carta del falso profeta Semaías para Sofonías, etc., en la que condena a Jeremías, y reprocha a las<br />

autoridades [PAG. 700] el que no le hubiesen prendido. de Nehelam—nombre derivado de su padre o de algún lugar:<br />

ello alude al mismo tiempo al significado que tiene en hebreo: un “soñador” (véase v. 8). 25. en tu nombre—sin la

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