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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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2. una camisa de lana; 3. una manta exterior con un cinturón. Estos son todos especificados (Gesenius), “sus<br />

pantalones, túnicas interiores (calzas, o medias, no se llevan comúnmente en el oriente) y sus mantas exteriores”. El<br />

que fueran echados dentro tan apresuradamente, con todas sus prendas puestas, enaltece el milagro en que ni aun el<br />

olor del fuego pasó a su ropa, aunque hecha de materiales tan delicados e inflamables. 22. la llama del fuego mató a<br />

aquellos—(Cap. 6:24; Salmo 7:16). 23. cayeron—no echados a bajo; porque los que trajeron a los tres jóvenes, perecieron<br />

ellos mismos por las llamas y no pudieron echarlos al horno. Aquí sigue un agregado en la Versión de los Setenta y en la<br />

Siríaca, Arabe y Vulgata “La oración de Azarías” y “El cántico de los tres santos jóvenes”. No está en el original caldeo<br />

de Daniel. El himno era cantado en todas las iglesias en sus liturgias, desde tiempos primitivos (Rufino, in Symb. Ap.,<br />

y Atanasio). El “asombro” de Nabucodonosor en el v. 24, es hecho un argumento a favor de la autenticidad del<br />

himno, como si explicara la causa de su asombro, es decir, “que ellos caminaban en medio del fuego alabando a Dios,<br />

etc., pero el ángel del Señor bajó al horno” (v. 1 y v. 27 del agregado apócrifo). Pero el v. 25 de nuestra versión explica<br />

su asombro, sin necesidad de ningún agregado. 24. Es verdad, oh rey—Dios arrancó esta confesión de la misma boca<br />

de sus enemigos. 25. veo cuatro—aunque sólo tres fueron echados. sueltos—aunque antes estaban “atados”. La<br />

pregunta de Nabucodonosor, en el v. 24, es como si él apenas confiara en su propia memoria acerca de un hecho tan<br />

reciente, ahora que ve por una abertura en el horno lo que parece contradecir su memoria. que se pasean en medio<br />

del fuego—vista de los santos ilesos y sueltos (Juan 8:36), “en medio de la angustia” (Salmo 138:7; véase Salmo 23:3,<br />

4). Caminaban de acá para allá en el fuego, sin salir de él, esperando el momento cuando Dios los sacara, así como<br />

Jesús esperó en la tumba como prisionero de Dios, hasta que Dios lo libertara (Hechos 2:26, 27). Así también Pablo (2<br />

Corintios 12:8, 9). Así esperó Noé en el arca (Génesis 8:12–18). semejante a hijo de los dioses—inconscientemente,<br />

como Saúl, Caifás (Juan 11:49–52) y Pilato, él es obligado a pronunciar una verdad divina. “Hijo de Dios” (¿O será más<br />

correcto como en nuestra versión, “un hijo de los dioses”? Nota del Trad.) En boca de él sólo quiere decir un “angel”<br />

del cielo, como lo prueba el v. 28. Véase Job 1:6; 38:7; Salmo 34:7, 8; y la exclamación del centurión, que era<br />

probablemente pagano (Mateo 27:54). Los caldeos creían en familias de dioses: Bel, el dios supremo, acompañado por<br />

la diosa Militta, siendo el padre de los dioses; de modo que por la expresión, él quería decir uno nacido de y enviado por<br />

los dioses. Realmente fué el “mensajero del pacto”, quien aquí dió un preludio a su encarnación. 26. del alto Dios—él<br />

reconoció que Jehová era supremo sobre otros dioses (no que dejara de creer en éstos); así pues, él vuelve a su<br />

confesión original, “que el Dios nuestro es Dios de dioses” (cap. 2:47), de la cual entretanto se había desviado, tal vez<br />

embriagado por su éxito en tomar Jerusalén, cuyo Dios creyó incapaz de defenderla. 27. ni cabello—(Lucas 12:7;<br />

21:18), el fuego no se enseñoreó—cumpliendo Isaías 43:2. Véase Hebreos 11:34, Dios solo es “fuego consumidor” cf.<br />

Hebreos 12:29). ni olor de fuego—véase espiritualmente, 1 Tesalonicenses 5:22. 28. Al dar algunos rasgos mejores del<br />

carácter de Nabucodonosor, Daniel está de acuerdo con Jeremías 39:11; 42:12. el mandamiento del rey mudaron—han<br />

hecho vana la tentativa del rey de obligarlos a la obediencia. Han puesto a un lado su palabra (así “alterar … la<br />

palabra”, Esdras 6:11) por obediencia a Dios. Nabucodonosor ahora admite que la ley de Dios debería ser obedecida,<br />

más bien que la de él (Hechos 5:29). entregaron sus cuerpos—es decir, al fuego. antes que sirviesen—por medio de<br />

sacrificios. ni adorasen—por la postración del cuerpo. La decisión a favor de Dios, al fin gana el respeto aun de los<br />

mundanos (Proverbios 16:7). 29. Este decreto promulgado por todo el vasto imperio de Nabucodonosor, habría<br />

tendido mucho a defender a los judíos de la idolatría en el cautiverio y después de él. (Salmo 76:10).<br />

CAPITULO 4<br />

Vv. 1–37. EDICTO <strong>DE</strong> NABUCODONOSOR, QUE CONTIENE SU SEGUNDO SUEÑO ACERCA <strong>DE</strong> SI MISMO,<br />

Castigado con locura por su orgullo, se hunde hasta el nivel [PAG. 827] de las bestias (que ilustra Salmo 49:6, 12). La<br />

oposición entre la vida bestial y la humana, aquí presentada, es una llave para la interpretación del simbolismo su el<br />

cap. 7 acerca de las bestias y el Hijo del hombre. Después de sus conquistas, y después de edificar en quince días un<br />

palacio nuevo, según el historiador profano, Abideno (268 a. de J. C.), cuyo relato confirma a Daniel, él subió al techo<br />

de su palacio (véase el v. 29, Margen), desde donde podía ver alrededor de la ciudad que había edificado, y<br />

posesionado por alguna deidad, predijo la conquista persa de Babilonia, agregando una oración de que el jefe persa<br />

fuese llevado a su regreso, adonde no hubiese camino de hombres y donde paciesen las bestias salvajes (lenguaje<br />

evidentemente tomado por tradición de los vv. 32, 33, aunque su aplicación es diferente). En su locura, su mente<br />

excitada, naturalmente pensaría en la cercana conquista de Babilonia por los medos y persas, conquista ya anunciada<br />

en el cap. 2. 1. Paz—El saludo común en el oriente, “Shalom,” en hebreo, y salaam” en árabe. La revelación primitiva<br />

de la caída, y el alejamiento del hombre de Dios. hizo que se sintiera que la “paz” era la primera y más profunda<br />

necesidad del hombre. Los orientales (como el oriente fué la cuna de la revelación), conservaron la palabra por<br />

tradición. 2. conviene que—“Fué decoroso delante de mí” (Salmo 107:2–8). señales—pruebas significativas de la<br />

mediación omnipotente de Dios. Usa el plural pues comprende el sueño maravilloso, la interpretación maravillosa de

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