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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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son los píos; las “gruesas”, los impíos. Por esta razón, a los discípulos de Jesucristo se les llama “corderos” (Juan<br />

21:15); por ser mansos, inofensivos, pobres y perseguidos. Cf. Ezequiel 39:18, donde los “gordos” son los ricos y<br />

grandes (1 Corintios 1:26, 27). Los extraños son, desde este punto de vista “las otras ovejas” que no son del “aprisco”<br />

judío (Juan 10:16); esto es, los gentiles, a quienes traerá Jesucristo para que sean partícipes de los ricos privilegios<br />

(Romanos 11:17) que los judíos (las “gordas”, Ezequiel 34:16) menospreciaron. De esta forma, “según su costumbre”<br />

expresaría que la iglesia cristiana adoraría a Dios en libertad, desligada de la esclavitud legal (Juan 4:23; Gálatas 5:1).<br />

18. (Tercer) Ay—contra la obstinada perseverancia en el pecado, cual si quisieran provocar los divinos juicios.<br />

iniquidad—la culpa que atrae castigo [Maurer]. cuerdas … coyundas de carreta—Los rabinos dicen: “Una mala<br />

inclinación es al principio semejante a un delgado cabello, mas al final seméjase a una coyunda de carreta”. La antítesis se<br />

refiere a las delgadas cuerdas de la sofistería, parecidas a la telaraña (cap. 59:5; Job 8:14), con las cuales un pecado<br />

arrastra a otro pecado, hasta que, finalmente el hombre se ata a sí mismo mediante un gran delito, a manera de<br />

coyunda de carreta, con la cual se mantienen persistentemente en el pecado. de vanidad—de maldad. y el pecado—Se<br />

acercan al “pecado” y a su castigo temerariamente. 19. su obra—de venganza (v. 12). Este lenguaje es un desafío hecho<br />

a Dios. Así se jactó Lamech de su impunidad (Génesis 4:23, 24; cf. con Jeremías 17:15; 2 Pedro 3:3, 4). consejo—el<br />

propósito de Dios de castigarlos es amenazado. 20. Cuarto ay contra los que no hacen las debidas distinciones entre lo<br />

justo y lo injusto (Romanos 1:28), “mente depravada”, griego inepta para discernir: la percepción moral entenebrecida. lo<br />

amargo … dulce—el pecado es amargo (Jeremías 2:19; 4:18; Hechos 8:23; Romanos 3:14; Hebreos 12:15); aun cuando<br />

parezca dulce por un tiempo (Proverbios 9:17, 18). La religión es dulce (Salmo 119:103). 21. Quinto ay contra los que<br />

eran tan “sabios a sus ojos” que pensaban que sabían más que el profeta, y así desechaban sus amonestaciones (cap.<br />

29:14, 15). 22, 23. Sexto ay contra los jueces corruptos, quienes eran “valientes para beber vino” (jactancia no poco<br />

común todavía), aunque no lo fuesen para defender a su país, bien que lo eran para obtener los medios para regalarse<br />

a sí mismos, aceptando el cohecho o “soborno”. Los dos versículos están intimamente unidos [Maurer]. mezclar<br />

bebida—no con agua, sino con especias para hacerlas embriagantes (Proverbios 9:2, 5; Cantares 8:2). quitan su<br />

justicia—desechan los justos reclamos de aquellos que tienen la razón de su parte. 24. Liter., la lengua de fuego come<br />

(Hechos 2:3). la llama devora la paja—más bien, la hierba marchita sucumbe delante de la llama (Mateo 3:12). su raíz … su<br />

flor—tanto su oculta base como sus manifestaciones externas de prosperidad, se pudren enteramente, pereciendo una<br />

y otra (Job 18:16; Malaquías 4:1). desecharon la ley de Jehová—en su espíritu, en tanto que retenían la letra. 25. se<br />

encendió el furor—(2 Reyes 22:13, 17). se estremecieron los montes—esto fija con alguna probabilidad la fecha de<br />

este capítulo, pues se refiere al terremoto de los días de Uzzías (Amós 1:1; Zacarías 14:5). La tierra tembló cual si tuviera<br />

conciencia de la presencia de Dios (Jeremías 4:24; Habacuc 3:6). arrojados—más bien, como estiércol (Salmo 83:10).<br />

Con todo esto—La conminación de estos versos de monotonía endechosa, se repite en los capítulos 9:12, 17, 21; 10:4.<br />

Pese a todas las pasadas calamidades, todavía amenazan más fuertes juicios, que el profeta especifica en el resto del<br />

capítulo (Levítico 26:14, etc.) 26. Y alzará pendón—para llamar a las naciones hostiles a ejecutar sus juicios sobre Judea<br />

(cap. 10:5–7; 45:1). En los caps. 11:12 y 18:3, la bandera es levantada pero a fin de mostrar piedad hacia el pueblo.<br />

silbará—(Cap. 7:18). A las abejas se las hacía salir de la colmena al son de la flauta, o siseando o silbando (Zacarías 10:8).<br />

Dios reunirá las naciones de los contornos de Judea del mismo modo que a las abejas (Deuteronomio 1:44; Salmo<br />

118:12). el cabo de la tierra—a las sometidas y distantes razas de que se componía el ejército asirio (cap. 22:6). El<br />

cumplimiento ulterior ocurrió durante el sitio del romano Tito Vespasiano. Cf. “el cabo de la tierra” (Deuteronomio<br />

28:49). El empleo del singular (“vendrá”) aquí y en los vv. siguientes especifica a alguna nación o persona particular<br />

[Horsley]. 27. cansado—por [PAG. 558] las largas marchas (Deuteronomio 25:18, etc.). ninguno se dormirá—no<br />

necesitará descansar. el cinto—con que se ceñían antiguamente la suelta vestidura para poder actuar. Estaban siempre<br />

listos para marchar y entrar en batalla. ni se le romperá la correa—la suela estaba adherida a los pies mediante<br />

correas. Estarían tan sólidamente calzados que no se les soltaba ninguna correa de las sandalias, de forma que les<br />

impidiera la marcha. 28. entesados—listos para la batalla. uñas … pedernal—Los antiguos no herraban los caballos,<br />

de ahí el valor de los cascos duros para las grandes marchas. ruedas—de sus carros. El ejército asirio tenía numerosa<br />

caballería y muchos carros (cap. 22:6, 7; 36:8). 29. su bramido—su grito de guerra. 30. tribulación … se oscurecerá la<br />

luz—en otras palabras, angustia y luz (es decir, esperanza y temor), sucediéndose estas cosas alternativamente (como<br />

suele suceder en un desordenado estado de cosas), y las tinieblas surgirán [Maurer]. sus cielos—el término cielos<br />

significa literalmente nubes, es decir, que su cielo lo constituyen “las nubes”, más bien que el firmamento. Desde otro<br />

punto de vista, y tomando una raíz hebrea diferente, significa su destrucción o ruina. Horsley explica la frase en esta<br />

forma: “la mar … mirará hacia la tierra”, como una nueva imagen tomada de los marinos de un barco de cabotaje<br />

(como lo eran todos en la antigüedad) de buscar la costa más cercana, la cual solía ocultar la oscuridad de la tempestad;<br />

de manera que únicamente las tinieblas y la angustia puede decirse que eran visibles.<br />

CAPITULO 6

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