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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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conduce al interior, debido a un alto collado continuo que excluye toda vista del mar. A la boca del Wady‐et‐Tayibeh,<br />

después de una marcha como de tres días, se abre nuevamente sobre una llanura a lo largo de la orilla del mar<br />

Bermejo. La exactitud detallada del relato bíblico, en corresponder tan precisamente con los accidentes geográficos de<br />

esta región, se ve notablemente al relatarse cómo los israelitas avanzaban por la única ruta practicable. Esta llanura<br />

donde hacían campamento, era el desierto de Sin (véase Exodo 16:1). Dophca, Alús, Rephidim—estas tres etapas, en<br />

los grandes valles de El Sheikh y Feirán, equivaldrían a cuatro jornadas para semejante multitud. Refidim (Exodo<br />

17:6) era en Horeb, la región quemada, nombre genérico para una tierra cálida y montañosa. 15. desierto de Sinaí—El<br />

Wady Er‐Raheh.<br />

16–56. <strong>DE</strong> SINAI A CA<strong>DE</strong>S Y <strong>LA</strong>S L<strong>LA</strong>NURAS <strong>DE</strong> MOAB. 16–37. Kibroth‐hataava (“las sepulturas de lascivia”,<br />

véase cap. 11:4–34)—La ruta, al levantar el campamento en Sinaí, seguía pro el Wady Es‐Sheikh, entonces cruzando el<br />

Jébel et‐Tih, que entrecortaba la península; ellos bajaron por el Wady Zalaka, haciendo campamento sucesivamente en<br />

dos breves, pero memorables etapas (Deuteronomio 9:22), y se establecieron en Hazeroth (aldeas sin murallas), que se<br />

supone que sea Ain‐Hadera (cap. 11:35), Cades, o Cades‐barnea que se supone sea el gran valle del Ghor, y que la<br />

ciudad de Cades haya estado en el borde de este valle. [PAG. 151] (Burckhardt, Robinson). Pero como no hay menos<br />

de diez y ocho etapas intercaladas entre Hazeroth y Cades, y sólo se gastaron once días en hacer aquel viaje<br />

(Deuteronomio 1:2), es evidente que las etapas intermedias aquí mencionadas pertenecen a otra visita totalmente<br />

diferente a Cades. La primera vez fué cuando salieron de Sinaí en el segundo mes (cap. 1–1; 13:20; Deuteronomio<br />

1:45), y “estuvieron por muchos días”, y cuando murmuraron contra el informe de los espías, se les mandó volver al<br />

desierto “camino del Mar Bermejo”. La llegada a Cades, mencionada en este catálogo. corresponde a la segunda<br />

estada en aquel lugar, siendo el primer mes, o abril (cap. 20:1). Entre las dos visitas hubo un período de treinta y ocho<br />

años, durante los cuales ellos vagaron de un lugar a otro por toda la región de El‐Tih (andanzas), regresando a<br />

menudo al mismo lugar según requerían las necesidades de sus rebaños; y hay buena razón para creer que las<br />

estaciones mencionadas entre Hazeroth (v. 8) y Cades (v. 36), pertenecen al largo intervalo de vagancia. Ninguna<br />

certidumbre se ha tenido todavía acerca de las ubicaciones de muchas de estas etapas, y debe haber habido más de las<br />

que se mencionan; porque es probable que sólo se mencionen aquellas donde se quedaban algún tiempo, donde se<br />

levantaba el tabernáculo, y donde Moisés y los ancianos establecieron su campamento, mientras que el pueblo se<br />

separaba en busca de pasto. Desde Esion‐geber, por ejemplo, que estaba a la cabeza del golfo de Acaba, a Cades, no<br />

sería mucho menos que todo el gran valle del Ghor, una distancia de no menos de 161 kilómetros, sea cual sea la<br />

ubicación exacta de Cades; y, naturalmente, habría habido varias etapas intermedias, aunque ninguna se menciona.<br />

Los incidentes y las etapas del resto del viaje hasta las llanuras de Moab están suficientemente explícitos en los<br />

capítulos anteriores. Ritma—el lugar de la escoba, una estación probablemente en algún wady que se extendía hacia<br />

el oeste de Ghor (cap. 10:40). Rimmón‐peres—o Rimmón, ciudad de Judá y Simeón (Josué 15:32), Libna, así llamada<br />

por sus álamos mancos (Josué 10:29), o, como creen algulos, por las colinas blancas entre Cades y Gaza (Josué 10:29).<br />

Rissa (El‐arish), monte de Séfer (Cassio), Moseroth, cerca del monte Hor, en Wady Musa. Esión‐geber, cerca de Acaba,<br />

puerto en la costa occidental del golfo Elanítico; el desierto de Zin, del lado oriental de la península de Sinaí; Funón,<br />

en las quebradas roqueñas de Monte Hor, y famosa por las minas y canteras en las cercanías, como también por sus<br />

árboles frutales, ahora Tafyla, en el borde de Edom. Abarim, una cadena de montes toscos, al noroeste del Arnón; una<br />

parte llamada Nebo era uno de sus picos más altos, frente a Jericó. (Véase Deuteronomio 10:6). 50–53. Echaréis a todos<br />

los moradores del país de delante de vosotros—no, sin embargo, por expulsión, sino por extirpación (Deuteronomio<br />

7:1). destruiréis todos sus pinturas—obeliscos para el culto idolátrico (véase Levítico 26:1). todas sus imágenes de<br />

fundición—por metonimia por todos sus bosques y altares y materiales de culto en las cumbres de las montes. 54.<br />

heredaréis la tierra por suertes—la ubicación individual de cada tribu sería determinada de esta manera, mientras<br />

que había de usarse una línea para medir la proporción (Josué 18:10; Salmo 16:5, 6). 55. Y si no echareis los moradores<br />

del país de delante de vosotros—No se había de formar ninguna asociación con los habitantes; de otra manera, si se<br />

quedaban, “serán por aguijones en vuestros ojos, y por espinas en vuestros costados”; es decir, que serían vecinos<br />

molestos y peligrosos, tentando a la idolatría, y por consiguiente, privándoos del favor y la bendición de Dios. El<br />

descuido de este consejo contra la unión con los habitantes idólatras vino a ser fatal para ellos. Esta seria advertencia<br />

dada a los israelitas en las circunstancias peculiares de ellos, nos trae una lección saludable de no permitir que los<br />

hábitos secretos del pecado permanezcan en nosotros. Aquel enemigo espiritual tiene que ser desarraigado de nuestra<br />

naturaleza, pues de otra manera será ruinoso para nuestra paz presente y salvación futura.<br />

CAPITULO 34

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