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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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su pueblo de entre la ruina comun. Dios da el primer mandato para la seguridad de ellos antes de ordenar el castigo de<br />

los demás (Salmo 31:20; Isaías 26:20, 21). Fué así en el caso de Lot y Sodoma (Génesis 19:22); también en Egipto no<br />

fueron muertos los primogénitos, mientras no tuviera Israel tiempo para rociar la señal de sangre asegurando así su<br />

seguridad (véase Apocalipsis 7:3; Amós 9:9). De la misma manera que los cristianos primitivos tenían la ciudad de<br />

Pella como refugio, antes que [PAG. 757] fuera destruída Jerusalén. en la frente—la parte más conspicua de la<br />

persona, para decir que su seguridad sería manifestada a todos (véase Jeremías 15:11; 39:11–18). Fué costumbre<br />

señalar así a los adoradores (Apocalipsis 13:16; 14:1, 9) y los siervos. Así también la Iglesia Anglicana marca la frente<br />

con la señal de la cruz al bautizar. (A las criaturas, se entiende. Nota del Trad.). En el Exodo la marca estaba en las<br />

casas, porque la salvación entonces fué por familias; pero aquí se pone la marca en la frente, porque son individuos<br />

cuya seguridad se garantiza. que gimen y que claman—verbos de sonido parecido en el hebreo como en la Versión<br />

Inglesa, expresando el sonido prolongado de su dolor moral. “Gimen” quiere decir su pesar interior (“gemidos<br />

indecibles”, Romanos 8:26); “claman”, la expresión exterior de su pesar. Así Lot (2 Pedro 2:7, 8). La ternura debería<br />

caracterizar al hombre de Dios, y no una austeridad áspera en su oposición a los impíos (Salmo 119:53, 136; Jeremías<br />

13:17; 2 Corintios 12:21); al mismo tiempo debería haber un celo por el honor de Dios (Salmo 69:9, 10; 1 Juan 5:19). 5.<br />

los otros—los seis oficiales de juicio (v. 2). 6. a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis—(Apocalipsis 9:4).<br />

Se podrá objetar que Daniel, Jeremías y otros fueron transportados, mientras que muchos de los más viles fueron<br />

dejados en el país. Pero Dios no promete a los creyentes exención de todo sufrimiento, sino sólo de aquello que<br />

permita vivir a los impíos resultará finalmente en su destrucción, y los dejará sin excusa. [Calvino]. Sin embargo, la<br />

profecía aguarda un cumplimiento más completo y final, porque el Apocalipsis 7:3–8, en años mucho después de<br />

Babilonia, predice, como todavía futura, la misma selladura de un remanente (los 144.000) de Israel anterior al final<br />

derramamiento de ira sobre el resto de la nación; la semejanza es exacta: el mismo derramamiento de fuego del altar<br />

sigue a la selladura del remanente en ambos casos (véase Apocalipsis 8:5, con cap. 10:2); así Zacarías 13:9; 14:2,<br />

distingue el remanente de la nación israelita. comenzar desde mi santuario—porque en él se han cometido las<br />

abominaciones más grandes; había perdido ya la realidad de su consagración debido y a la sangre de víctimas<br />

sacrificadas a los ídolos; por lo tanto tiene que perder su semejanza por los cadáveres de los idólatras muertos (v. 7).<br />

La ira más terrible de Dios cae sobre los que han pecado contra los privilegios más altos; a éstos se les hace sentirla<br />

primero (1 Pedro 4:17, 18). Dios aborrece más el pecedo en aquellos que están más cerca de él; es decir, en los<br />

sacerdotes, etc. varones ancianos—los setenta presbíteros. 8. yo quedé—lit., “allí fuí dejado.” Tan universal parecía la<br />

matanza que Ezequiel se creía el único dejado. [Calvino]. El era el único dejado de los sacerdotes “en el santuario”.<br />

postréme sobre mi rostro—para interceder por sus compatriotas (así en Números 16:22). todo el resto—una petición<br />

sacada de la promesa pactada de Dios con el propósito de salvar al remanente electo. 9. grande sobremanera—lit.,<br />

“muy, muy”, repetido. perversidad—“Apostasía” [Grocio]; o “arrebatarse de la justicia”. dejado ha … la tierra … no<br />

ve—en cap. 8:12 se invierte el orden. Allí hablan del abandono que Dios ha hecho de su pueblo en su miseria; aquí<br />

van más allá, y niegan su providencia (Salmo 10:11), de modo que ellos pecan sin temor. Dios, en contestación a la<br />

pregunta de Ezequiel (v. 8), deja la dificultad sin solución; sólo vindica su justicia mostrando que ésta no ha excedido<br />

el pecado de ellos. El quisiera que en humildad nos sometiésemos a sus juicios, y que esperáramos confiando. 10. mi<br />

ojo no perdonará—para mostrarles a ellos su error en decir: “Jehová no ve”. el camino de ellos tornaré sobre su<br />

cabeza—(Proverbios 1:31). Retribución en la misma especie. 11. Hecho he conforme a todo lo que me mandaste—La<br />

característica del Mesías (Juan 17:4). Así los ángeles (Salmo 103:21), y los apóstoles informan el cumplimiento de sus<br />

órdenes (Marcos 6:30).<br />

CAPITULO 10<br />

Vv. 1–22. <strong>LA</strong> VISION <strong>DE</strong> ASCUAS <strong>DE</strong> FUEGO <strong>DE</strong>RRAMADAS SOBRE <strong>LA</strong> CIUDAD; REPETICION <strong>DE</strong> <strong>LA</strong><br />

VISION <strong>DE</strong> LOS QUERUBINES. 1. El que el trono de Jehová aparezca en medio de los juicios, quiere decir, sean<br />

cuales sean los agentes intermedios empleados, Dios es quien los gobierna, y que el todo sucede como una<br />

consecuencia necesaria de su esencial santidad (cap. 1:22, 26). querubines—en cap. 1:5, llamados “criaturas vivientes”.<br />

La repetición de la visión quiere decir que se acercan cada vez más los juicios. Estas dos visiones de la Deidad fueron<br />

concedidas en el principio de la carrera de Ezequiel, para capacitarlo para testificar a la gloria de Dios entre el pueblo<br />

que se olvidaba de él, y para estampar la verdad en sus anuncios; también para significar el alejamiento de la<br />

manifestación de Dios desde su templo visible (v. 18) durante un largo período (cap. 43:2). El detalle (v. 12)<br />

mencionado acerca de los querubines, de que estaban “llenos de ojos”, aunque omitido en la visión anterior, no es una<br />

diferencia. sino un detalle más específico observado ahora por Ezequiel en una inspección más cercana. Además, aquí<br />

no hay arco iris (símbolo de la misericordia después del diluvio de la ira) como en la visión anterior; porque aqui el<br />

juicio es el pensamiento prominente, aunque la selladura del remanente en el cap. 9:4, 6, demuestra que en el fondo

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