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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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184<br />

Eufrates—su frontera sobre el este; la concesión de su dominio se extendía hasta estos límites; y el derecho se cumplió<br />

bajo Salomón. hasta la mar postrera—el Mediterráneo. 26–32. He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la<br />

bendición y la maldición—(Véase cap. 27:11).<br />

CAPITULO 12<br />

Vers. 1–15. MONUMENTOS <strong>DE</strong> IDO<strong>LA</strong>TRIA PARA SER <strong>DE</strong>STRUIDOS. 1. Estos son los estatutos y derechos<br />

que cuidaréis de poner por obra—Habiendo en los capítulos anteriores enseñado a los israelitas la obligación general<br />

de temer y amar a Dios, aquí entra Moisés en un detalle de algunos deberes especiales que ellos habían de cumplir<br />

cuando se posesionaran de la tierra prometida. 2. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las gentes que<br />

vosotros heredareis, sirvieron a sus dioses—Este mandato divino se basó en las tendencias de la naturaleza humana;<br />

porque el quitar de la vista todo cuanto había estado asociado con la idolatría, de modo que no se hablara de ello, ni<br />

quedase un vestigio, era la única manera eficaz de alejar a los israelitas de tales tentaciones. Se notará que Moisés no<br />

hace ninguna mención de templos, porque tales edificios no existían en aquel primer período. Los “lugares” escogidos<br />

como escena del culto pagano, se hallaban o en la cumbre de alguna montaña alta, o en alguna colina artificial, o en<br />

algún bosque plantado con árboles especiales, como encinos, álamos u olmos (Isaías 57:5–7; Oseos 4:13). El motivo de<br />

la elección de tales sitios era tanto el de conseguir retraimiento como el de dirigir la atención hacia arriba al cielo; y el<br />

“lugar” no era nada más que un cercado consagrado, o, a lo mejor, un pabellón o una mampara contra la intemperie.<br />

3. derribaréis sus altares—Montones de césped o de piedras pequeñas. y quebraréis sus imágenes—Antes que se<br />

desarrollara el arte de la escultura, las estatuas de los ídolos no eran más que trozos rústicos de piedras colocadas. 5–<br />

15. el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere … allá iréis—Se les prohibió adorar o de la manera supersticiosa de<br />

los paganos, o en alguno de los lugares frecuentados por ellos. Un lugar especial para la reunión general de todas las<br />

tribus sería escogido por Dios mismo; y la elección de un lugar común para los solemnes ritos de la religión fué un<br />

acto de sabiduría divina, para la seguridad de la verdadera religión; la medida fué admirablemente ideada para evitar<br />

la corrupción que de otra manera se habría deslizado, si ellos frecuentaban bosques o lugares altos; para conservar la<br />

uniformidad del culto, y para mantener viva su fe en aquel hacia quien se dirigían todos sus sacrificios. El lugar fué<br />

sucesivamente Mizpa, Silo y especialmente Jerusalem; pero en todas las referencias que a él hacía Moisés, el nombre<br />

nunca fué mencionado; y este silencio premeditado se mantenía en parte para que los cananeos residentes en el<br />

territorio donde aquel lugar estaría, no concentrasen allí sus fuerzas para frustrar toda esperanza de que los israelitas<br />

lo tomasen; en parte, para que el deseo de poseer lugar de tanta importancia no llegara a ser causa de contienda o<br />

rivalidad entre las tribus hebreas, como sucedió acerca del nombramiento del sacerdocio (Números 16). 7. comeréis<br />

allí delante de Jehová—De las cosas mencionadas en el v. 6; pero naturalmente, ninguna de las partes destinadas a<br />

los sacerdotes delante del Señor, en el lugar donde el santuario había de ser establecido, y aquellas partes de la<br />

Ciudad Santa en donde el pueblo tenía libertad de frecuentar y habitar. 12. os alegraréis delante de Jehová vuestro<br />

Dios, vosotros y vuestros hijos y vuestras hijas, etc—De modo que parece que, aunque sólo a los varones se mandó<br />

que concurrieran delante de Dios en las fiestas anuales solemnes (Exodo 23:17), se permitía a las mujeres<br />

acompañarlos (1 Samuel 1:3–23). 15. Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones—Todo animal,<br />

fuera buey, cabra o cordero, destinado a la alimentación, durante la estada en el desierto, se ordenó que fuera<br />

carneado como ofrenda pacífica a la puerta del tabernáculo, y que su gordura fuera quemada sobre el altar, por el<br />

sacerdote. Como el campamento rodeaba al altar, resultó fácil y practicable este sistema. Pero cuando se establecieron<br />

en la tierra prometida, se les dispensó la obligación de carnear en el tabernáculo, y el pueblo fué dejado en libertad de<br />

preparar su carne en sus ciudades y hogares, según la bendición de Jehová tu Dios que él te habrá dado—i. e., el<br />

modo de vivir debería acomodarse a la condición y los medios de cada uno; una indulgencia profusa y disoluta nunca<br />

puede recibir la bendición divina. el inmundo y el limpio la comerá—El “inmundo” aquí es uno que estuviera bajo<br />

alguna leve contaminación, la cual, sin excluirlo de la sociedad, sin embargo le privaba de comer las carnes sagradas<br />

(Levítico 7:20). Tales personas estaban en libertad de comer sin reserva los artículos comunes de comida, de corzo o<br />

de ciervo—El ciervo sirio es una especie entre nuestro ciervo rojo y nuestro corzo [PAG. 165] distinguido por la falta<br />

de una segunda asta, contando desde abajo y por una librea moteada, que se borra sólo en el año tercero o cuarto.<br />

(Biblical Cyclopedia).<br />

Vers. 16–25. <strong>LA</strong> SANGRE PROHIBIDA. 16. Salvo que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como<br />

agua—La prohibición de comer o beber la sangre como costumbre antinatural acompañó el anuncio del permiso<br />

divino para comer la carne de animales (Génesis 9:4), y la prohibición fué renovada repetidas veces por Moisés con<br />

referencia a los grandes objetivos de la ley (Levítico 17:2): el impedir la idolatría y la consagración de la sangre del<br />

sacrificio a Dios. Acerca de la sangre de animales carneados para alimento, sin embargo, podía ser derramada sin

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