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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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PRIMER LIBRO <strong>DE</strong> SAMUEL<br />

CAPITULO 1<br />

254<br />

Ver. 1–8. ELCANA Y SUS DOS ESPOSAS. 1. un varón de Ramathaim de Sophim—La primera palabra estando<br />

en número dual, significa la doble ciudad, la vieja y la nueva de Rama (v. 19). Hubo cinco ciudades de este nombre,<br />

todas ellas en terrenos altos. Esta tenía la adición Sofim, porque fué fundada por Suf, “efrateo” es decir, nativo de<br />

Efrata. Beth‐lehem y Ramathaim de Sofim tienen que entenderse como Rama en la tierra de Suf, en el país montañoso<br />

de Efrata. Otros, considerando “monte de Efraim” como señalando la localidad del territorio de José, consideran<br />

“Zofim” no como nombre propio, sino como nombre comun, que significa torres de atalayas, o atalayas, refiriéndose a<br />

la altura de la situación, o al hecho de que era residencia de profetas, quienes eran atalayas. (Ezequiel 3:17). Siendo<br />

natural de Efrata, o Beth‐lehem de Judá (Rut 1:2); Elcana era levita (1 Crónicas 6:33, 34); y aunque pertenecía a esa<br />

orden y era hombre bueno, practicaba la poligamia, que aunque era contraria a la ley original, parece haber [PAG.<br />

222] sido general entre los hebreos en aquellos días, cuando no había rey en Israel, y cada hombre hacía lo que le<br />

parecía bien a sus propios ojos. 3. subía aquel varón todos los años de su ciudad, a adorar … en Silo—En aquel lugar<br />

estaba “el único santuario de la tierra”, y allá iba él para asistir a las tres fiestas solemnes, a una de ellas iba<br />

acompañado por su familia, tal vez a la de la Pascua. Aunque era levita, no podía ofrecer personalmente un sacrificio,<br />

pues eso era oficio exclusivamente de los sacerdotes. La piedad de Elcana en asistir regularmente a las ceremonias<br />

divinas es tanto más digna de notarse, cuando el carácter de los dos sacerdotes que administraban los ritos, era<br />

notoriamente malo. Sin duda, él creía y obraba según su creencia, que las ceremonias eran “medios efectivos de<br />

salvación, no por alguna virtud en ellas, o en los que las administraban, sino por la gracia de Dios comunicadas por<br />

medio de ellas”. 4. Elcana sacrificaba y daba a Peninna, etc.… su parte—Al ofrendante se le devolvía la mayor parte<br />

de las ofrendas pacíficas, para que la comieran él, su familia y sus amigos en una fiesta social que hacían delante del<br />

Señor. (Véase Levítico 3:7; Deuteronomio 12:12). De estas viandas consagradas, Elcana daba porciones a todos los<br />

miembros de su familia; mas “a Anna daba una parte escogida”; es decir, una preferencia especial, según el modo<br />

oriental de mostrar atención a los invitados amados o distinguidos. (Véase cap. 9:23, 24; Génesis 43:34). 6. su<br />

competidora la irritaba—La conducta de Peninna era lo más impropia. Las disenciones domésticas son frecuentes en<br />

las casas de los polígamos, y la causa que más las produce es el celo del cariño superior del esposo, como en el caso de<br />

Anna.<br />

9–18. <strong>LA</strong> ORACION <strong>DE</strong> ANNA. 9–11. ella oró … e hizo voto—Aquí tenemos un ejemplo del intenso deseo de las<br />

mujeres hebreas de tener hijos. Esta fué la carga de la oración de Anna; la gran preferencia que ella expresó de tener<br />

un hijo varón, se originó por su propósito de dedicarlo al servicio del tabernáculo. La circunstancia de su nacimiento<br />

la obligaba a ello, pero su residencia dentro de los límites del santuario tendría que empezar a una edad más<br />

temprana que de costumbre, debido al voto nazareo. 12–18. Eli estaba observando la boca de ella—La sospecha del<br />

anciano sacerdote parece indicar que el vicio no era raro ni limitado a un solo sexo en aquellos tiempos de desorden.<br />

Esta mala impresión que le causó Anna a Eli fué quitada inmediatamente; las palabras “Dios te otorgue la petición”,<br />

fueron seguidas de una invocación, la cual, como Anna la consideró una profecía de que su ardiente deseo sería<br />

cumplido, disipó su tristeza y se llenó de una esperanza segura. El carácter y servicio del niño esperado eran<br />

suficientemente importantes, como para hacer que su nacimiento fuese tema propio para la profecía.<br />

20–28. SAMUEL NACE. 20. púsole por nombre Samuel—Sin duda con el consentimiento del esposo. Los<br />

nombres de los niños eran dados algunas veces por los padres, y otras veces por las madres (véase Génesis 4:1, 26;<br />

19:37; 21:3), y entre los primitivos hebreos, eran comúnmente nombres compuestos, incluyendo una parte el nombre<br />

de Dios. 21. subió el varón Elcana a sacrificar … y su voto—La solemne expresión de su consentimiento en el voto de<br />

Ana, era necesaria para que fuese obligatorio. (Véase Números 30). 22. mas Anna no subió—Sólo los varones estaban<br />

obligados a asistir a las fiestas solemnes (Véase Exodo 23:17). Pero Anna, como otras mujeres piadosas, tenía la<br />

costumbre de asistir, solamente que ella creyó más prudente y conveniente postergar su viaje hasta que la edad de su<br />

hijo permitiera que ella cumpliese su voto. 24. tres becerros—La Versión de los Setenta dice: “becerro de tres años”; que<br />

tal vez es la traducción correcta.<br />

CAPITULO 2<br />

Vers. 1–11. <strong>LA</strong> CANCION <strong>DE</strong> GRATITUD <strong>DE</strong> ANNA. 1. Anna oró, y dijo—La alabanza y la oración están<br />

inseparablemente unidas en las Escrituras. (Colosenses 4:2; 1 Timoteo 2:1). Este hermoso cántico fué su tributo de

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