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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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levíticas, estaba destinada a ellos para el pasturaje de sus ganados y rebaños (Números 35:4, 5). Esta era una donación<br />

permanente para el sostén del ministerio, y no podía ser enajenada por ningún tiempo. Los levitas, sin embargo,<br />

estaban en libertad para hacer intercambio entre sí; y un sacerdote podía vender su casa, jardín o derecho de pasturaje<br />

a otro sacerdote, pero no a un israelita de otra tribu. (Jeremías 41:7–9). 35–38. cuando tu hermano empobreciere … tú<br />

lo ampararás—Esta era una disposición muy benévola para los pobres y desheredados, propuesta para ayudarlos a<br />

aliviar los males de su situación. Fuera israelita o fuera extranjero, su vecino más rico estaba obligado a darle<br />

alimento, alojamiento, y proveerlo de dinero sin usura. Esta era severamente condenada (Salmo 15:5; Ezequiel 18:8,<br />

17), pero no se puede considerar la prohibición como aplicable a la práctica moderna de los hombres en los negocios,<br />

de prestar y pedir préstamos a tipos legales de intereses. 39–46. cuando tu hermano empobreciere … y se vendiere a<br />

ti, no le harás servir como siervo—Un israelita podía ser obligado, por infortunio, a hipotecar no sólo su herencia sino<br />

su propia persona. En caso de verse reducido a esta miseria, no había de ser tratado como esclavo, sino como siervo a<br />

sueldo, cuyo contrato era temporal, y quien, por la ayuda de algún pariente, podría ser redimido en cualquier<br />

momento antes del Jubileo. El dinero del rescate era calculado sobre un principio equitativo. Teniendo en cuenta el<br />

número de años desde el ofrecimiento de redimir hasta el Jubileo, los jornales corrientes en aquel tiempo, y<br />

multiplicando los años restantes por aquella suma, el total había de ser pagado por su redención. Pero si no era hecha<br />

una interposición amigable por el esclavo hebreo, él continuaba en servidumbre hasta el año del Jubileo, cuando,<br />

automáticamente, recuperaba su libertad como también su herencia. Visto en sus varios aspectos en que está<br />

presentado en este capítulo, el Jubileo era una institución admirable, y útil en un grado eminente para apoyar los<br />

intereses de la religión, el orden social y la libertad entre los israelitas.<br />

CAPITULO 26<br />

Vers. 1, 2. ACERCA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> IDO<strong>LA</strong>TRIA. 1. No haréis para vosotros ídolos—La idolatría había sido prohibida<br />

antes (Exodo 20:4, 5), pero la ley es repetida aquí con referencia a algunas formas particulares de ésa, las cuales eran<br />

muy comunes entre las naciones vecinas. piedra pintada—o sea, obelisco, inscrito con caracteres jeroglíficos y<br />

supersticiosos; como los obeliscos grandes y elaborados que adoraban los egipcios como divinidades protectoras, o<br />

eran usados como piedras de adoración para estímulo del culto religioso. A los israelitas se les mandó guardarse de<br />

ellos. 2. Guardad mis sábados, y tened en reverencia mi santuario—Muy frecuentemente en este libro de la Ley, el<br />

sábado y el santuario son mencionados como antídotos contra la idolatría.<br />

3–13. UNA BENDICION AL OBEDIENTE. 3. Si anduviereis en mis decretos—En aquel pacto en el cual Dios<br />

amablemente entró con el pueblo de Israel, él prometió derramar sobre ellos una variedad de bendiciones, siempre<br />

que ellos continuasen obedientes a él como a su Gobernante todopoderoso; y en su historia subsiguiente aquel pueblo<br />

halló ampliamente cumplida toda promesa, en el goce de abundancia, de paz, de país populoso y de victoria sobre<br />

todos sus enemigos. 4. Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá su producción—La lluvia rara vez caía<br />

en Judea excepto en dos estaciones: la primera lluvia en otoño, tiempo de siembra; y la lluvia posterior en la<br />

primavera, antes del cumienzo de la siega. (Jeremías 5:24). 5. la trilla os alcanzará a la vendimia, y la vendimia<br />

alcanzará a la sementera, etc.—La cosecha de cebada en Judea era como mediados de abril; la de trigo como seis<br />

semanas después, o a principios de junio. Después de las cosechas venía la vendimia y la recolección de frutas hacia<br />

fines de julio. Moisés enseñó a los hebreos a creer que, con tal que ellos fuesen fieles a Dios, no habría tiempo<br />

desocupado entre la cosecha y la vendimia, por ser tan grande la producción. (Véase Amós 9:13). Esta promesa era<br />

muy animadora para un pueblo que había venido de un país, donde durante tres meses, ellos estaban encerrados sin<br />

poder caminar afuera, por hallarse sus campos inundados. 10. comeréis lo añejo—La existencia de grano estaría<br />

todavía inexhausta y abundante cuando la nueva cosecha trajera una provisión nueva. 13. rompí las coyundas de<br />

vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto—una expresión metafórica para indicar su emancipación de la<br />

esclavitud egipcia.<br />

14–39. UNA MALDICION AL <strong>DE</strong>SOBEDIENTE. 14. Empero si no me oyereis, etc.—En proporción a los grandes<br />

y múltiples privilegios concedidos a los israelitas, sería la medida de su culpabilidad nacional y la severidad de sus<br />

castigos nacionales, si desobedecían. 16. enviaré sobre vosotros terror—“la enfermedad de caídas”, la epilepsia.<br />

(Patrick.) extenuación y calentura—Algunas consideran éstas como síntomas de la misma enfermedad: consunción<br />

(tuberculosis) seguida por ataques de calofríos, ardores y sudores que son los acompañantes usuales de aquella<br />

enfermedad. Según la Septuaginta, “la ictericia”, que afecta los ojos y produce gran depresión de espíritu. Otros, sin<br />

embargo, consideran que la palabra se refiere a un viento abrasador. No puede darse ninguna explicación<br />

satisfactoria. 18. si aun con esas cosas no me oyereis, yo tornaré a castigaros siete veces más—o sea, con calamidades

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