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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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escaramuzar en el frente y perseguir a los fugitivos (2 Reyes 6:22; 25:5); este versículo se aplica con más propiedad al<br />

ataque de Nabucodonosor que al de Senaquerib. atados—más bien, “capturados”. todos … en ti—todos los que se<br />

hallaron en la ciudad (cap. 13:15), no meramente los “príncipes” o generales. lejos se habían huído—aquellos que de<br />

distintas partes habían huído a Jerusalén, como a lugar seguro, más bien huyeron lejos 4. Dejadme—Uno poseído de gran<br />

tristeza procura estar solo; mientras que otros banqueteaban jubilosamente. Isaías se lamenta ante las perspectivas del<br />

desastre que se cierne sobre Jerusalén (Miqueas 1:8, 9). hija—Véase la nota al cap. 1:8; Lamentaciones 2:11. 5. alboroto<br />

… por el Señor Jehová—esto es, enviado por, o procedente de Jehová (Nota cap. 19:15; Lucas 21:22–24). valle de la<br />

visión—(Nota, v. 1.). Algunos creen que se alude a un valle cercano a Ofel, próximo a ser escenario de la devastación<br />

(Nota, cap. 32:13, 14). derribar el muro—es decir, “un día dedicado para derribar las murallas” de la ciudad. y dar grita<br />

al monte—los lastimeros gritos de los habitantes de la ciudad llegan a las montañas, las que devuelven el eco. Josefo<br />

describe con este mismísimo lenguaje la escena del asalto a Jerusalén por las tropas romanas, bajo las órdenes de Tito.<br />

Es probable que la profecía se refiera principalmente a esto último. Si, como creen algunos, el “grito” es el que dan<br />

aquellos que escapan a las montañas, cf. Mateo 13:14; 24:16, con este pasaje. 6. Elam—es el país que se extiende al este del<br />

Bajo Tigris, el cual responde a lo que después se llamó Persia (Nota, cap. 21:2). Más tarde, Elam constituyó una<br />

provincia de Persia (Esdras 4:9). En tiempo de Senaquerib Elam pertenecía a Siria (2 Reyes 18:11), y por esto proveyó<br />

con un contingente de tropas al ejército invasor. Los elamitas eran famosos como arqueros o flecheros (cap. 13:18;<br />

Jeremías 49:35), tanto que sólo los aventajaban los etíopes, en carro de hombres y de caballeros—es decir, que<br />

manejan el arco lo mismo yendo en carro que a caballo. “Carros de hombres”, esto es, carros en que se transportan<br />

hombres, o sea carros de guerra (cf. Nota, cap. 21:7, 9). Chir—otra nación sujeta a la Asiria (2 Reyes 16:9); la región en<br />

contorno al río Kur, entre los mares Caspio y Negro. descubrió escudó—para prepararse para la batalla, le quitó al<br />

escudo el cuero que lo cubría para proteger del polvo u otro daño durante la marcha, las figuras en relieve que<br />

contenía. “La aljaba” y “el escudo” expresan dos clases de tropas armadas: la ligera y la pesada. 7. valles—situados al<br />

oriente, al norte, y al sur de Jerusalén, el de Hinnom, en la parte [PAG. 586] sur, era el más rico. acamparon a la<br />

puerta—Rabsaces se detuvo junto al estanque superior, próximo a la ciudad (cap. 36:11–13). 8. desnudó la<br />

cobertura—más bien, el velo de Judá será quitado [Horsley], sentido figurado por exponerlo a la vergüenza como un<br />

cautivo (cap. 47:3; Nahum 3:5). Senaquerib desmanteló todas las ciudades “amuralladas de Judá” (cap. 36:1). y<br />

miraste—más bien, mirarás. la casa de armas del bosque—construída de madera de cedro procedente del bosque del<br />

Líbano, por Salomón, sobre una ladera del Monte de Sión, llamada Ofel (1 Reyes 7:2; 10:17; Nehemías 3:19). Isaías dice<br />

(vv. 8–13) que sus compatriotas confiarían en sus propias fuerzas para defenderse, mientras otros de entre ellos<br />

ahogarían la tristeza experimentada por su país, en festines; pero que ninguno miraría a Jehová. 9. Y visteis—más bien,<br />

veréis. ciudad de David—la ciudadela sobre la cumbre de Sión, al sur de Jerusalén (2 Samuel 5:7, 9; 1 Reyes 8:1);<br />

cercada por un muro; pero aun en éste habrá “brechas”. Los preparativos de Ezequías para la defensa concuerdan con<br />

esto (2 Crónicas 32:5). y recogisteis—más bien, recogeréis. pesquera—estanque de abajo (Nota, v. 11). Traeréis a la<br />

ciudad, por un conducto subterráneo abierto en la roca de Sión, el agua de la fuente de que se surte la pesquera, o<br />

estanque de abajo (mencionado tan sólo aquí). La nota, al cap. 7:3; 2 Reyes 20:20; y 2 Crónicas 32:3–5, describen a<br />

Ezequías como cegando las fuentes para impedir que los asirios se abasteciesen de agua; pero esto es compatible con<br />

lo que se dice en este pasaje. Las aguas superfluas del estanque de abajo se dirigían al valle de Hinnom, y a través del<br />

de Josafat, desaguaban en el torrente de Cedrón. Ezequías construyó un muro a su alrededor y represó las aguas que<br />

desbordaban de él para impedir que el enemigo se aprovechase de ellas, y las condujo a la ciudad. 10. Y contasteis—<br />

más bien, contaréis, a saber, para ver cuál de ellas debe ser demolida con la menor pérdida para la ciudad, y con la<br />

mayor ventaja para la reparación de las murallas y la construcción de torres (2 Crónicas 32:5). y derribasteis—más<br />

bien, derribaréis. 11. E hicisteis foso—mejor dicho, haréis un depósito para contener el agua. Ezequías cercó el estanque<br />

de Siloán, cuyo líquido alimentaba el antiguo estanque (del rey, o superior), con un muro que unió al muro de Sión por<br />

ambos lados; entre estos dos muros hizo un nuevo estanque, hacia el cual hizo derivar el agua del primero, privando<br />

así al enemigo de abastecerse de agua. La abertura por la cual el estanque superior se abastecía de agua, estaba más<br />

cerca de Sión que el otro por el cual el de abajo recibía su caudal de agua; de modo que el agua que fluía del primero<br />

podía ser represada fácilmente mediante un muro; mientras que la que fluía del último, sólo podía ser conducida<br />

mediante conductos subterráneos (cf. Nota, v. 9; cap. 7:3; 2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:3–5, 30; Ecclesiastés 48:17).<br />

Ambos estanques estaban al sudoeste de Jerusalén. no tuvisteis respeto … ni mirasteis—que corresponde a manera<br />

de contraste, con tú miraste a la armadura; vosotros habéis visto (tuvisteis respeto o consideración) a las roturas o<br />

brechas (vv. 8, 9). al que la labró—por cuyo mandamiento y ayuda se hicieron estas defensas, y nos dió esta fuente<br />

“mucho tiempo ha”. G. V. Smith traduce: “A aquél que lo hace” esto es, que ha traído este daño sobre vosotros. “A<br />

aquél que lo ha preparado desde mucho tiempo ha”, es decir, que lo planeó en tiempos remotos. 12. el Señor<br />

Jehová.… llamó—Generalmente eran los sacerdotes quienes exhortaban a la nación a llorar y lamentarse (Joel 1:14);<br />

ahora es Jehová mismo quien exhorta; el “llamado” consistirá en hacer que se presente un terrible enemigo.

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