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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO I ...

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9–22. EL BUEN REINADO <strong>DE</strong> ASA. 10. el nombre de su madre fué Maacha—Ella probablemente era su abuela,<br />

y se llama “la madre del rey” por el puesto de dignidad que ella tenía en el principio del reinado. Asa, como monarca<br />

constitucional, obró como el piadoso David, esforzándose por abolir los rastros y las prácticas contaminadoras de la<br />

idolatría, y en prosecución de su conducta imparcial, no perdonó a los delincuentes aun de las clases más<br />

distinguidas. 13. también privó a su madre Maacha de ser princesa—La sultana, o reina viuda, no era necesariamente<br />

la madre natural del rey (véase cap. 2:19), ni lo era Maaca. Su título y los privilegios asociados con aquel honor y<br />

dignidad que le daban precedencia entre las damas de la familia real, y grande influencia en el reino, le fueron<br />

quitados. Ella fué degradada a causa de su idolatría. porque había hecho un ídolo en un bosque—Una imagen muy<br />

indecente, y el bosque se dedicaba a la disolución más grosera. Sus planes de reforma religiosa, sin embargo, no<br />

fueron llevados a su término completo; “los altos no se quitaron” (véase cap. 3:2). Las leyes de los reyes más piadosos<br />

no pudieron conseguir la supresión de este culto privado que se ofrecía sobre alturas naturales o artificiales, aunque<br />

se prohibió después que el templo fué declarado el lugar exclusivo de culto. 15. metió en la casa de Jehová lo que su<br />

padre había dedicado—Probablemente los despojos que Abiam había tomado del ejército vencido de Jeroboam (2<br />

Crónicas 13:16). y lo que él dedicó—Después de su victoria sobre los etíopes (2 Crónicas 14:12). 16. hubo guerra entre<br />

Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos—Asa gozó de diez años de paz después de la derrota de<br />

Jeroboam por Abiam, y este intervalo fué sabia y enérgicamente utilizado en hacer reformas internas, así como<br />

también en aumentar los medios de defensa nacional (2 Crónicas 14:1–7). En el décimo quinto año de su reinado, sin<br />

embargo, el rey de Israel empezó las hostilidades contra él, e invadiendo su reino, levantó una fortaleza sólida en<br />

Rama, cerca de Gabaa, y a sólo nueve kilómetros y medio de Jerusalem. Temeroso de que sus súbditos dejaran su<br />

reino y volviesen al culto de sus padres, él quiso interrumpir toda communicación entre las dos naciones. Rama estaba<br />

situada en un lugar alto que sobresalía de una quebrada que separaba a Israel de Judá, y por eso él adoptó una<br />

posición hostil en este lugar. 18–20. tomando Asa toda la plata y oro que había quedado en los tesoros de la casa de<br />

Jehová—Se ve ahora un decaimiento en el carácter religioso de Asa. Ya no confiaba en el Señor (2 Crónicas 16:7). En<br />

esta emergencia Asa solicitó la ayuda poderosa del rey de la Siria Damascena; y para sobornarlo a que rompiera su<br />

alianza con Baasa, le transfirió los tesoros que estaban en el templo y en el palacio. Los mercenarios sirios fueron<br />

ganados. En la historia antigua y moderna del Oriente se mencionan casos de violación repentina y sin escrúpulos de<br />

algunos pactos, por la presentación de algún obsequio tentador. Ben‐adad arrojó un ejército en las provincias<br />

septentrionales, y habiendo tomado algunas ciudades en Galilea, obligó a Baasa a retirar sus tropas de Rama y<br />

llevarlas dentro de su propio territorio. 18. Ben‐adad—(véase cap. 11:24). 22. Entonces el rey Asa convocó a todo<br />

Judá—La fortaleza que Baasa había levantado en Rama, fué demolida, y con los materiales fueron construídas otras<br />

defensas, donde Asa creía que hacían falta, en Gabaa (hoy Yeba) y Mizpa (hoy Nebí Samuil), como dos horas al norte<br />

de Jerusalem. 23. en el tiempo de su vejez enfermó de sus pies—(véase 2 Crónicas 16:10–12), donde se da prueba<br />

adicional de su degeneración religiosa.<br />

25–34. REINADO PERVERSO <strong>DE</strong> NADAB. 25. Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar—No se da ningún<br />

relato de él, excepto su estricta adherencia a la política mala de su padre. 27. Hiriólo Baasa en Gibbethón—Esta<br />

ciudad, dentro de los límites de Dan, fué da‐ [PAG. 283] da a los levitas (Josué 19:44). Estaba situada sobre la frontera<br />

filistea, y habiendo sido tomada por aquel pueblo, Nadab le puso sitio para recuperarla. 29. como él vino al reino,<br />

hirió toda la casa de Jeroboam—De acuerdo con la bárbara costumbre, demasiado común en el Oriente, de que el<br />

usurpador extirpara a todos los candidatos al trono; pero esto fué el cumpliimento de la profecía de Ahías acerca de<br />

Jeroboam (cap. 14:10, 11).<br />

CAPITULO 16<br />

Vers. 1–8. PROFECIA <strong>DE</strong> JEHU CONTRA BAASA. 1. fué palabra de Jehová a Jehú—Este es el único incidente<br />

relatado de la vida de este profeta. Su padre también fué profeta (2 Crónicas 16:7). 2. Pues que yo te levanté—La<br />

condena que él pronunció contra Baasa, fué exactamente igual a la pronunciada en contra de Jeroboam y su linaje.<br />

Aunque él había llegado por medio de matanzas hasta su trono, debió su elevación al trono, al nombramiento o<br />

permiso de “aquel por medio de quien reinan los reyes”. sobre mi pueblo Israel—A pesar de todos sus errores y<br />

caídas en la idolatría, no fueron del todo abandonados por Dios. El todavía mostraba su interés en ellos, enviándoles<br />

profetas y obrando milagros a su favor, y poseía una multitud de adoradores fieles en el reino de Israel. 7. por mane<br />

de Jehú profeta—Esta no es una profecía distinta sino que la agrega el historiador sagrado, para explicar la muerte de<br />

Baasa y la extinción de su familia. La condena pronunciada contra Jeroboam (cap. 14:9) no le dió a Baasa autoridad<br />

para tomar la ejecución en sus manos; pero por el hecho de que él seguía el mismo culto al becerro, es evidente que él<br />

había fraguado la conspiración y el asesinato de aquel rey, en apoyo a sus propios designios ambiciosos, y por esto, en

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