10.07.2015 Views

max-weber-economia-y-sociedad

max-weber-economia-y-sociedad

max-weber-economia-y-sociedad

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

1170 APÉNDICEde la determinación física numérica ha sugerido desde siempre la interpretaciónmitológica de los números, que el carácter sagrado de los números cincoy siete (sobre todo éste) por lo menos haya influido también en la modalidadde la partición. En su aspecto práctico, el temperamento es esencialmenteun medio, en relación con una música puramente melódica, de poderefectuar la transposición de las melodías a cualquier tesitura sin tener quereafinar los instrumentos.El temperamento es muy obvio para una música orientada ya esencialmenteen sentido melódico y conforme a distancia. En la Antigüedad griega,Aristoxeno fue partidario del mismo; sin duda, primero, en su calidad depsicólogo del sonido, en conexión sobre todo con su aversión por la racionalizaciónmediante los instrumentos y el dominio de la música puramentevirtuosa: es el oído solo el que ha de decidir sobre el valor o la falta devalor de los intervalos melódicos. Pero también. el tocar con cuartos de tonoy otros intervalos pequeños como unidades "últimas" del sistema musicalhabía de sugerir, tanto en el Cercano como en el Lejano Oriente, la ideadel temperamento. Sin embargo, con excepción de los casos mencionados,que pertenecen más bien al terreno de la violencia extramusical, no ha sidollevado a cabo en parte alguna. Los cantantes japoneses parecen, en sus desviacionesde los intervalos oficiales, deslizarse con la misma frecuencia haciala afinación "justa" como hacia la temperada.Sin embargo, el principio del temperamento no ha hallado su lugar principal,como es sabido, en el terreno de las músicas melódicas que, en ciertosentido, le están originariamente emparentadas. "Temperamento" fue tambiénla última palabra de nuestro desarrollo musical armónico de acordes.Como quiera que la racionalización física del tono topa siempre por doquieracon la "coma" fatal, y que la afinación justa, por su parte, sólo proporcionaun óptimo relativo de un conjunto de quir.tas, cuartas y terceras, dominabaya en el siglo XVI, en relación con los instrumentos específicamenteoccidentales de afinación fija, o sean los instrumentos de teclado, un temperamentoparcial. En aquella época, el ámbito sonoro total de dichos instrumentosse hallaba también limitado a no mucho más que la extensión delas voces cantantes, y su función principal era la del acompañamiento de lamúsica vocal; tratábase, pues, principalmente de la compensación en el marco.de las cuatro quintas centrales de nuestro piano actual (Do a mi'), y la 1pureza del intervalo de la tercera, que entonces penetraba la música desdedentro, era el centro del interés. Los medios de la compensación fuerondiversos. Según la propuesta de Schlick, la temperancia "desigual" había deafinar justamente, mediante temperamento de la quinta, el mi que en elcírculo de quintas aparece como cuarta quinta á partir de Do. Más prácticaresultaba la temperancia "del tono medio", porque en la propuesta deSchlick percibíase en forma particularmente clara el inconveniente que todaslas temperancias desiguales que alteran la quinta llevan aparejado, esto es,que también las cuartas, tan importantes para la música de entonces, se hacíanimpuras (el "lobo", de tan mala fama entre los constructores de órganos, porcuyas manos pasaban entonces todos los problemas relacionados con la afinación).El aumento del espacio sonoro en el órgano y el piano; la aspira-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!