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max-weber-economia-y-sociedad

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ÉTICA RELIGIOSA Y "1\IUNDO" 457por deudas e incremento de la personal propiedad rústica (lo que es casi idéntico),aprovechamiento de la mayor capacidad de compra para acaparar bienesde consumo con el ánimo de especular con la necesidad ele los demás,ataque a la solidaridad que es condenado socialmente y recibe una reprobaciónreligiosa. Por otra parte, el viejo noble guerrero desprecia como parvenual que ha subido por adquisición de dinero. Por todas partes se aborrecereligiosamente este tipo de "avaricia", en los libros sagrados ele la India lomismo que en el Yiejo cristianismo y en el Islam; en el judaísmo con la instituciónparticular del ailo jubilar -con perdón de deudas y libertad- enfavor de los compaiieros en la fe, a base ele lo cual el espíritu teológico sistemáticoy la falsa interpretación de una piedad puramente urbana construyóel "ailo sabático" (sabbat). La sistematización que lb·a a cabo la "ética deconvicción" construyó con todas estas exigencias particulares el sentido amorosoespecíficamente religioso: la "c::nidad".En casi todas las reglamentaciones éticas de la ,-icla, afluye al campo ceonómico,como consecuencia de este sentir central, la condenación del cobrode intereses. Falta por completo en la ética religiosa -fuera del protestantismo-allí donde, como ocurre en el confucianismo, se ha com·ertido enuna pura adaptación al mundo, o, como en la antigua ética babilónica y en laséticas mediterráneas de la Antigüedad, la burguesía urbana y el noble interesadoen los negocios impidieron el desarrollo de una ética caritativa seria. Enlos libros jurídico-religiosos de la India se prohibe a las dos castas superioresel tomar intereses. Está prohibido entre judíos; en el cristianismo y en elIslam, entre correligionarios primero, luego en absoluto. En el cristianismola prohibición del interés en cuanto tal quizás no es algo primitivo. Cuandose presta sin riesgo Dios no retribuirá; así motivó Jesús el precepto: prestartambién al que carece ele recursos. Basándose en este pasaje, un error dedoctrina y de traducción proclamó la prohibición del interés (f!TJ~Ev en lugarde f!TJ~É,•a u:n:d.:rd~ov-rE~, de donde la Vulgata: nihz1 inde sperantes). El motivoprimitivo que lleva a rechazar el interés está en el carácter de "serviciopor favor" del primitivo préstamo ele necesidad que consideraba el cobro deintereses "entre hermanos" una violación del deber de socorro. Pero otrosmotivos fueron en parte los decisivos para el rigor creciente de la prohibicióndentro del cristianismo, en circunstancias totalmente diferentes. No laausencia del "interés del capital" a consecuencia de las condiciones generalesde la economía natural, cuyo "reflejo" sería la prohibición (según el patróndel materialismo histórico). Pues, por el contrario, vemos que la Iglesia cristianay sus servidores, el Papa inclusive, aun en los comienzos de la EdadMedia (por consiguiente, en la época de la economía natural), cobran interesessin reparo alguno y los toleran, y que casi paralelamente con el comienzodel desarrollo de las formas de intercambio realmente capitalistas y en especialdel capital lucrativo en el comercio de ultramar, surgió la persecuciónde la iglesia contra los préstamos con interés y fue tomando una posición másrigurosa. Se trata, pues, de una lucha de principios de la racionalizaciónética contra la racionalización económica. Sólo en el siglo XIX, como vimos,la Iglesia, ante el aspecto irremediable de la situación, tuvo que hacer casoomiso, en la forma que vimos, de la prohibición.

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