O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

poner en cuestión la pretensión de monopolizar el catolicismo y exigir que una
Iglesia en proceso de cambio reafirmara sus antiguas posiciones. Al mismo
tiempo, la pretensión de ser un régimen católico limitaba la capacidad de las
autoridades para reprimir una disidencia católica [...].” Neste mesmo sentido,
Hermet (1977, 589-590) apunta que
le « lâchage » de l’Etat autoritaire espagnol par l’appareil idéologique catholique
constitue [...] l’un des grands changements qui se sont imposés à lui sans possibilité de
contrôle ni même de réaction. Le régime franquiste [...] est demeuré prisonnier d’une
relation d’étroite dépendance avec l’appareil catholique tant que celui-ci a bien voulu s’y
prêter. De plus, il n’a disposé d’aucune capacité de riposte ou de marchandage quand
le Vatican puis l’épiscopat national lui ont retiré leur soutien [...]. Ce revirement
purement unilatéral a privé à partir de 1965-1968 le régime de sa base idéologique
primordiale, compte tenu de l’usure déjà avérée de l’idéologie phalangiste.
Desde logo, Linz (1993, 29-30) non dubida de que as relacións entre o
réxime franquista e a igrexa católica sufriron un cambio fundamental despois do
Concilio Vaticano II, na medida en que se pasou “de una cooperación íntima a
distanciamiento, tensión e incluso conflicto”. O que resulta particularmente
interesante é que, en xeral,
el conflicto entre Iglesia y Estado en Europa ha sido resultado de la política del Estado,
de un anticlericalismo liberal o de izquierda, de esfuerzos de secularización o de
«paganismo de Estado», pero en los últimos años del régimen de Franco no se produjo
ningún cambio en la posición del Estado que iniciara el conflicto (el régimen y sus
líderes creían que como siempre seguían favorables a la Iglesia), sino de un profundo
cambio en la Iglesia.
Porén, Linz quere deixar claro que, esencialmente, o cambio da igrexa
católica verbo do réxime non respondeu a un cálculo político:
A la vista de las consecuencias positivas que tuvo para la Iglesia el cambio en
los años 1965-1975 y la inevitable crisis del régimen que se esperaba a la muerte de
Franco, sería tentador explicar el cambio en la Iglesia como una respuesta política
pragmática a la situación. En mi opinión, esto sería no entender la raíz de las tensiones
entre el clero y los fieles bajo su influencia, e incluso la posición de parte de la jerarquía
que apoyaba a la disidencia católica cada vez mayor, aunque no puede excluirse algún
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