O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

ante el Pleno del Congreso, el 13 de septiembre de 1979, el ministro de Asuntos
Exteriores desvelaba a los diputados que en carta dirigida inmediatamente después de
la firma del A. Básico al secretario de Estado, cardenal Villot, le comunicaba que «se
entendía por parte del Gobierno español que en el plazo de dos años, esto es, para el
28 de julio de 1978, caería definitivamente el telón del Concordato; es decir, no
queríamos que después de esta renuncia recíproca pudiera extenderse
indefinidamente la vigencia del Concordato de 1953 y, por consiguiente, había un
compromiso por parte del Estado de proceder a la denuncia del Concordato en el caso
de que no se llegara a un acuerdo antes del 28 de julio de 1978».
Más tarde, ante el Pleno del Senado, el 30 de octubre de 1979, admitía que
«esto no era un Acuerdo al que se llegaba en el año 1976; era una declaración
unilateral por parte del Estado para que no fuera indefinida esta negociación». La lenta
marcha de la elaboración constitucional obligó al ministro a confesar: «Hube de escribir
una nueva carta el 28 de julio de 1978, señalando que, a pesar de que se habían
marchado estos dos años debido a la exigencia de la Constitución, era preciso por
parte del Estado prolongar algo más el tiempo necesario hasta que la Constitución
estuviera aprobada». 1119
De maneira que, se Montero García (1996, 238-239) non está
desencamiñado cando repara en que a negociación dos acordos entre o
Estado español e a Santa Sé “siguen un proceso paralelo al de la elaboración y
debate de la Constitución [porque] los términos de los acuerdos estaban
pendientes de la formulación definitiva de algunos artículos constitucionales”,
tamén parece lexítimo pensar que a redacción destes artigos constitucionais
dependeu da marcha da negociación dos acordos. De feito, esta situación era
ben coñecida nos círculos políticos, como se deduce da seguinte proposición
presentada o 27 de setembro de 1977 na Comisión de Asuntos Exteriores das
Cortes polo Grupo Socialista do Congreso dos Deputados: 1120
Es de dominio público que representantes de España y de la Santa Sede han iniciado
conversaciones con vistas, al parecer, a concertar acuerdos parciales que modifiquen o
sustituyan el vigente concordato de 1953. Ahora bien, la cuestión de las relaciones
entre el Estado y la Iglesia tiene en nuestro país un alcance indudablemente
constitucional, afectando, por tanto, a la elaboración de la Constitución ya emprendida
por las Cortes.
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