O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

especialmente cuidadoso [...] de descartar la prevalencia de cualquiera de las dos cosmovisiones
antagónicas posibles –religiosa o irreligiosa– en la redacción que confiere a los padres un derecho preferente
de opción respecto de sus hijos, limitándose al compromiso de «respetar la libertad de los padres y, en su
caso de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa [o irreligiosa] y moral
que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Se dice sólo «respetar» y no «ejecutar» o
«implementar» ese derecho preferente. [...] El precepto es deliberadamente de extrema parquedad.
1177
Lei orgánica 8/1985, do 3 de xullo, reguladora do dereito á educación (BOE do 4 de xullo).
1178
Souto Paz (1999, 479-480) enumera as obrigas dos centros privados concertados: (a) a
gratuidade, (b) a admisión do alumnado (cuxos criterios son iguais aos que rexen para os
centros públicos), (c) a existencia dun consello escolar, (d) a selección do profesorado de
acordo cos principios de mérito e capacidade e (e) o respecto da liberdade de conciencia con
independencia do carácter propio dos centros. FERE-CECA (2008, 26) ofrece unha útil
descrición do concerto: “Con el nombre de contrato o de concierto se alude a una forma jurídica
de tipo formalmente contractual o convencional por la que la Administración se obliga a
financiar, total o parcialmente, determinadas unidades (aulas) o plazas individuales escolares
bajo ciertas condiciones que, en principio, vienen predeterminadas por el ordenamiento
aplicable”. FERE-CECA (2008, 29) recoñece que “los conciertos vienen permitiendo desde
hace dos décadas el mantenimiento de un sector educativo privado que se cuenta entre los
más importantes de los países europeos, que permite dar satisfacción, aun con dificultades, al
derecho a la educación en libertad”. FERE-CECA (2008, 41) tamén ofrece un exemplo
paroxístico dun argumento coherente coa corporatización da función pública relixiosa no campo
educativo:
Si, excepcionalmente, no alcanzaran verdaderamente en algún momento los recursos públicos para cumplir
ese deber constitucional [de implementar a gratuidade da educación obrigatoria privada], tras darle la
prioridad obligada con respecto a otros gastos públicos, incluidos los relativos a la financiación del resto del
sistema educativo, las reducciones de la cobertura financiera pública de la gratuidad deberán aplicarse por
igual a los centros públicos y a los privados concertados, pues hay que recordar de nuevo que no son los
centros sino los educandos sus destinatarios últimos, y que el principio de paridad de trato impedirá
discriminarlos en razón de que elijan unos u otros tipos de centros. Deberán arbitrarse, en consecuencia, en
tal excepcional hipótesis, las normas que limiten dicha cobertura financiera en razón del nivel de la renta
familiar del educando, autorizando a los centros públicos y privados concertados a percibir de los padres o
tutores las cuotas o contribuciones complementarias necesarias, debidamente tasadas, de modo que pueda
alcanzarse la completa cobertura de los costes estandarizados.
1179
V. Andrés-Gallego, Pazos e Llera, 1996, 224-233, Callahan, 2000, 455-456, Corral
Salvador, 2007, 260-264, García Santesmases, 2003, 234-236, e Payne, 1984, 271.
1180
Corral Salvador (2007, 232-238 e 244-259) precisa que en Europa (coa excepción de
Francia) está xeneralizada a impartición, por parte de docentes designados polas distintas
confesións relixiosas, da materia de relixión nos centros públicos, e que, en España, a materia
de relixión católica ten carácter fundamental, pero non é obrigatoria.
1181
En palabras dun membro da xerarquía corporativa católica, Dorado Soto (en Mérida, 1982,
259-260),
para nosotros [a educación] es un verdadero campo de evangelización, tanto para los niños como para los
padres. No deja de ser extraño que en un modelo de sociedad que aboga por el pluralismo y por la
participación de los ciudadanos, se pretenda una enseñanza estatal única y obligatoria. Para la Iglesia, la
enseñanza no es una empresa lucrativa, sino un servicio al que se siente vocacionada, por fidelidad a su
misión.
A igrexa católica outórgalle unha importancia estratéxica á educación en calquera lugar. Moritz
(2002, 222-224), por exemplo, relata como os bispos austríacos, que durante a Segunda
Guerra Mundial amosaran unha entusiástica disposición colaboracionista verbo do réxime
nacionalsocialista, esixiron, xa na súa primeira conferencia tras a contenda –en setembro de
1945–, a obrigatoriedade da materia de relixión no ensino.
1182
A sensu contrario, Tello Lázaro (1984, 190) observa que, de acordo co principio católico de
subsidiariedade, a familia como “sociedad básica, y por lo tanto mínima” non está “en
condiciones de ejercer la función educativa en toda su complejidad”. De aí que o Estado e a
igrexa católica deban facerse cargo de completar a insuficiencia da familia para “organizar y
orientar la educación”.
1183
Como recorda Presas Barrosa (1998, 231), o artigo I do acordo do 3 de xaneiro de 1979
entre o Estado español e a Santa Sé sobre ensino e asuntos culturais refírese á “educación
moral y religiosa [...] en el ámbito escolar”, o que, segundo a autora, significa que “la
enseñanza católica tendrá su lugar –siempre que los padres lo requieran– dentro del recinto
escolar. La Iglesia no tendrá así que reducir su magisterio a aquellos centros de su
pertenencia”. Corral Salvador (2007, 228) opina que o acordo “no sólo se mantiene dentro del
marco constitucional, sino que además se queda por debajo de lo que aquél en buena lógica
890