O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

498 Infra veremos como Bourdieu salva este problema recorrendo ao concepto de campo.
499 Que Campo García constrúe un modelo perfectamente canónico pode constatarse tamén
nunha significativa pasaxe que reproducimos polo seu interese:
Con la Constitución, la Iglesia Católica aceptó [sic] los principios de no confesionalidad del Estado y
de libertad religiosa y de culto de los individuos y comunidades (art. 16), y la garantía del principio de
igualdad y de no discriminación por razón de religión (art. 14) [...], conformándose [sic] con una afirmación de
lo que se ha denominado el hecho sociológico de la Iglesia Católica [...].
[...]
La llegada de la democracia planteó sin duda a la Iglesia Católica problemas importantes de
readaptación al nuevo contexto social y político [sic], ante la persistencia de ciertas estructuras jerárquicas
con nostalgias del pasado, la dificultad de reencontrar el propio espacio en una sociedad diferente y el
surgimiento de otras instituciones y grupos sociales con capacidad para intervenir en los procesos de
socialización, producción cultural y moral, y creación de la opinión pública que la Iglesia había monopolizado
durante el franquismo [...]. [O Estado acabou recoñecendo] la importancia de la Iglesia Católica para la
sociedad española [sic], [...] aceptando [sic] la Iglesia, la no injerencia, como norma general, en los asuntos
políticos del Estado [sic].
500 No capítulo 16 referirémonos brevemente á achega de Puente Ojea, para quen é posíbel
describir a igrexa como un ente gobernado polo papa –quen monopoliza o poder–, que reclama
para si os atributos propios dun Estado e se dota, para realizar o seu obxecto de espallar a fe
católica, dunha estrutura institucional xerárquica. A indefinición da igrexa católica verbo do seu
autoconcepto outórgalle unha gran ductilidade.
501 Tilly, 1990, 190.
502 Polo tanto, a hipótese contractualista rousseauniana da xénese do Estado sería absurda.
503 Gurrutxaga Abad (2008, 84) insiste en que a igrexa católica é consciente de que “tiene
mejor tratamiento si la acompaña la institucionalización de la administración eclesiástica como
grupo de presión”:
Las ventajas de esta estrategia son evidentes; le posibilita ganarse un puesto en el debate público
sobre aquello que juzga que es de su interés –especialmente cuestiones morales, intereses educativos o el
control de algunos medios de comunicación–; reconocerse en la centralidad de su posición teológicaespiritual;
y tratar a sus periferias desde una visión consensuada acerca de cuál es la doctrina oficial católica.
Para esta travesía especializa su institución, adquiere características de grupo de presión, sabiendo que
cuenta para ello con valores en alza como el catolicismo tradicional de algunos sectores de la ciudadanía y la
tradición acuñada durante siglos.
La sensación de amenaza a su posición –en otros tiempos prominente– le lleva a cerrarse sobre sí
misma y a insistir en el carácter espiritual de su misión, aunque nunca como ahora depende de la política
para mantener el estatus y competir con otros credos y otras expresiones religiosas.
504 Bourdieu, 1971, 320-321, e Bourdieu e Saint Martin, 1982, 34.
505 Segundo Bourdieu e Saint Martin (1982, 39 e 42), o campo relixioso produce
cette conciliation des contraires, et en particulier l’intégration dans la «grande famille chrétienne» des intérêts
antagonistes des laïcs.
[...]
L’oikonomia catholique n’est que la mise en œuvre stratégique de la logique fondamentale de la religion qui, à
la façon de la langue, fonctionne à la fois comme instrument unitaire et unificateur, capable d’intégrer plus ou
moins fictivement ceux qui se servent de la même langue religieuse pour dire des expériences différentes du
monde, et comme instrument différencié et différenciant (on sait le mépris universel des lettrés pour la
«religion populaire») : du fait de sa polysémie, le message religieux permet de vivre et d’exprimer des
expériences différentes, voire antagonistes, dans des formes verbales ou gestuelles communes, retardant ou
empêchant ainsi la pensée claire des différences et l’émergence de langages capables de s’exprimer.
[...] L’Église est éternelle parce que, de toute éternité, elle a changé en gardant les dehors de la
permanence.
506 Bourdieu (1971, 319-321) observa, por certo, que a posición das instancias relixiosas –
institucións ou individuos– na estrutura da distribución do capital relixioso é a que determina as
súas estratexias encamiñadas a conseguir ou perpetuar o monopolio do exercicio lexítimo do
poder relixioso sobre os laicos e da xestión dos bens de salvación espiritual. Nesta loita, a
igrexa procura impedir a entrada no mercado doutras empresas de salvación.
507 Schmitter (2000, 36) confirma que o “modern ideological revival” do corporativismo “can be
conveniently traced to the papal encyclical, Rerum Novarum, in 1891”. Aínda hoxe, a igrexa
católica valora esta encíclica como “uno de los capítulos más notables del pensamiento y de la
acción de los católicos en el siglo XX”, por definir “la Doctrina Social de la Iglesia” (Conferencia
Episcopal Española, 1999, punto 6). Tamén Cárcel Ortí (2008, 80-81) valora a Rerum novarum
positivamente.
508 Desde unha perspectiva iuscanónica, Gutiérrez (1987, 15-82) estuda este principio e os
seus límites na organización xurídica da igrexa católica.
509 A versión galega das citas da encíclica Quadragesimo anno (Pío XI, 1931) é nosa.
510 Mclaughlin, 1997 4 , 205-207. Este estudo céntrase no caso de Irlanda, onde historicamente
se dá unha estreitísima relación entre a identidade nacional e a igrexa católica. Na segunda
803