O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

elación del estado con las clases dominantes sigue siendo obvia, es ingenuo creer que
su constante crecimiento (growth of government) puede explicarse sólo en términos
clasistas. En este terreno los críticos liberales del growth of government, al centrar sus
miras sobre la lógica interna de la burocratización son más perspicaces que los
sectores tradicionalistas del socialismo teórico.
A corporatización non queda, polo tanto, limitada á economía e ao
Estado 470 . Como xa indicamos, hai outras colectividades que non son alleas a
esta tendencia. De feito, e como sinalan Giner e Pérez Yruela (1979, 75-76),
“existe un consenso bastante generalizado sobre la función imprescindible de
las corporaciones en las sociedades modernas”, que se debe a que, fronte á
esterilidade do esforzo individual, 471 as organizacións acadan os seus
obxectivos de poder e influencia “a través de la acción coordinada de grupos de
personas que se someten a sus dictados e imperativos”. 472 Por isto,
la corporatización, además de asumirse en muchos sectores de opinión como realidad
tan innegable como inevitable, adquiere un cierto grado de legitimidad. Aunque
probablemente sea una legitimidad preñada de sentimientos ambivalentes, que
reconoce su eficacia como algo deseable al tiempo que teme el poder leviatánico de las
corporaciones, sea cual sea su signo. Trátase de una ambivalencia de gran arraigo en
la cultura occidental moderna.
Giner e Pérez Yruela (1979, 92) tamén intentan unha clasificación das
corporacións en función do seu grao de corporatización: (a) no ”extremo más
fuerte de la corporatización” está “la milicia ideológica –ejércitos plenamente
imbuidos de celo credencial al tiempo que organizados sobre bases
corporativas modernas–“; logo (b) están as corporacións intermedias (entre as
que, para os efectos que nos interesan, podemos localizar a igrexa católica): “el
partido político totalitario y militante, la secta militante corporativa, el estado
funcionarial, la gran empresa multinacional, la banca, la gran iglesia tradicional,
el partido liberal (desde el conservador al socialdemócrata), la secta tolerante”;
e (c) no extremo máis débil atópanse as “asociaciones de burocracia mínima,
unidas por efímeras lealtades de un grupo de presión poco coherente”.
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