O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

Estado a través de la integración de este personal” estea a asumir “como una
función propia la enseñanza de la religión”, o que semella dificilmente
compatíbel co principio de laicidade. Contreras Mazarío, que se achega, sen
sabelo, á nosa análise corporatista, constata a “dificultad en la distinción entre
las funciones propiamente estatales y el ejercicio de las funciones religiosas”.
De feito, o Estado acaba actuando (a) “como mero ejecutor en este tipo de
decisiones sin poder entrar en el fondo”, e (b) “como garante de concretas
funciones religiosas que él mismo asume como propias al dar eficacia a
decisiones que tienen su origen en autoridades religiosas”. O que en absoluto
podemos compartir co autor é a súa conclusión de que isto “resulta
incompatible con un modelo como el español”. 1211 Porque, repetimos, esta
regulación da actividade do profesorado da materia de relixión católica é
perfectamente coherente co modelo español de corporatización da función
pública relixiosa no campo educativo.
Outro autor que se rebela contra esta regulación é Llamazares
Fernández (2002). O Estado paga e a igrexa católica manda: “El Estado se
convierte en obediente brazo ejecutor de mandatos de la Iglesia fundados en
motivaciones religiosas, presta su coactividad a normas confesionales, viola
derechos legítimos, fundamentales incluso, de sus ciudadanos y financia
actividades con un evidente fin religioso. Inconstitucionalidad por múltiples
capítulos. Paga, pero no manda. Obedece”. Quedarían así tocadas a soberanía
e mais a non confesionalidade do Estado.
Un catequista no claustro de profesores?
Para González Barón (2001, 74), o artigo III do acordo do 3 de xaneiro de 1979
entre o Estado español e a Santa Sé sobre ensino e asuntos culturais
supone un nuevo atentado contra la aconfesionalidad de las instituciones públicas. En
calidad de miembros del Claustro de profesores, el profesor nombrado a dedo por el
obispo tiene derecho a participar en las decisiones de carácter general del centro, en el
proyecto curricular, y en todo lo que afecte a la comunidad educativa en su conjunto, no
sólo en lo que se refiere a la materia de religión y a los que han optado por ella. Y, lo
653