12.04.2013 Views

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

1161<br />

Isto converte en politicamente irrelevante o debate acerca <strong>da</strong> posíbel inconstitucionali<strong>da</strong>de<br />

do sistema de financiamento <strong>da</strong> igrexa católica, tal e como a afirman, por exemplo, Contreras<br />

Mazarío e Celador Angón (2005, 44-45).<br />

1162<br />

A este respecto, Calleja Sáenz de Navarrete (1988, 375) observa criticamente:<br />

¿Es posible esta conclusión sin algún tipo de acto de fe? ¿Por qué aceptar, sin acto de fe, que la<br />

existencia e interpretación «católica» de esa ley natural es correcta y universalmente váli<strong>da</strong>, al menos, en<br />

puntos determinados? ¿Quién y por qué decidirá, en la discrepancia, que otros hombres tienen atrofiado su<br />

espíritu humanista o no viven con buena voluntad? ¿Cómo sabe la Iglesia, sin recurso a su Fe, cuáles son<br />

los valores objetivos e irrenunciables a una ética civil respetuosa de los ciu<strong>da</strong><strong>da</strong>nos, no sólo por cristianos<br />

sino por humanos?<br />

Sobre a permanente invocación eclesiástica do dereito natural, Sotelo (2008) observa:<br />

Al apelar a un “derecho natural”, en sí mismo racional y además, incardinado en la ley eterna de origen<br />

divino, que sólo a la Iglesia correspondería interpretar, coloca sobre el derecho positivo uno de origen divino<br />

en manos exclusivas de la Iglesia. Si el poder político sanciona leyes que van contra el “derecho natural”,<br />

como es el caso del aborto o del matrimonio homosexual, de hecho rompe con el orden democrático, ya que<br />

únicamente es legítimo si se sostiene sobre el “derecho natural”. Desde una argumentación que creíamos<br />

supera<strong>da</strong> por el último Concilio, algún obispo español ha llegado a descalificar al Gobierno de<br />

“antidemocrático”.<br />

1163<br />

V. Andrés-Gallego, Pazos e Llera, 1996, 223, Brassloff, 1998, 106, Callahan, 2000, 447,<br />

Calleja Sáenz de Navarrete, 1988, 183, 202-205, 217-218, 224-225, 369 e 373-375, Gunther e<br />

Blough, 1980, 78-80, Herrero y Rodríguez de Miñón, 1993, 256-261, Iribarren Rodríguez, 1992,<br />

377 e 407, e Prego, 1999, 24-25.<br />

1164<br />

V. Callahan, 2000, 452-453, Calleja Sáenz de Navarrete, 1988, 203 e 373, e Gunther e<br />

Blough, 1980, 80.<br />

1165<br />

González Barón (2001, 74) observa acerca desta disposición: “La re<strong>da</strong>cción resulta<br />

escalofriante no ya sólo por el manifiesto menosprecio hacia los sentimientos de los no<br />

católicos que implica, sino porque otorga a los obispos un papel de gestores de la libertad de<br />

expresión del conjunto de los ciu<strong>da</strong><strong>da</strong>nos, como si aquí na<strong>da</strong> hubiera cambiado en materia de<br />

religión desde los mejores tiempos del nacionalcatolicismo”. Un exemplo de como se<br />

argumenta a prol desta disposición desde unha perspectiva católica achéganolo Santos Díez<br />

(1980, 242):<br />

El valor religioso, en cuanto está inserto en el acervo cultural de los pueblos y en cuanto constituye<br />

un factor en la formación integral de la persona y un programa opcional trascendente de vi<strong>da</strong>, es un derecho<br />

importante del ciu<strong>da</strong><strong>da</strong>no, no inferior por lo menos a otros valores como la cultura, la educación, la sani<strong>da</strong>d,<br />

la defensa nacional, el deporte, etc. Si estas reali<strong>da</strong>des humanas han de ser y son promovi<strong>da</strong>s y no deben<br />

ser oculta<strong>da</strong>s en los medios de comunicación, la misma medi<strong>da</strong>, en su debi<strong>da</strong> proporción, habrá que aplicar a<br />

la reali<strong>da</strong>d religiosa. De ahí que los diversos países consideren razonable y aconsejable la presencia<br />

religiosa en dichos medios comunicativos, y algunos, en el caso concreto de la Iglesia, tienen estipulados<br />

diversos acuerdos con la Santa Sede sobre el tema.<br />

Tamén Presas Barrosa (1998, 244) comenta, como se fose unha obvie<strong>da</strong>de, que, “una vez<br />

más, el <strong>Estado</strong> parece aceptar la pertenencia mayoritaria a la fe católica de los españoles y se<br />

dispone a ofrecer en sus medios de comunicación una programación acorde con esta<br />

circunstancia”.<br />

1166<br />

Pero non só na educación, como demostra a presenza <strong>da</strong> igrexa católica en hospitais,<br />

centros de asistencia social, forzas arma<strong>da</strong>s, cárceres, etc. No campo <strong>da</strong> asistencia social e<br />

sanitaria, o <strong>Estado</strong> do benestar español non asume a totali<strong>da</strong>de <strong>da</strong> xestión directa. En efecto,<br />

unha parte desta asistencia está nas mans <strong>da</strong> igrexa católica ou de organizacións non<br />

gobernamentais (católicas ou non), que reciben financiamento público por facérense cargo de<br />

centros hospitalarios, de ambulatorios, de residencias <strong>da</strong> terceira i<strong>da</strong>de, de centros de acolli<strong>da</strong><br />

para mulleres maltrata<strong>da</strong>s, de gar<strong>da</strong>rías, de orfanatos, de albergues para os esmoleiros, etc.<br />

Neste ámbito actúan Cáritas, Mans Uni<strong>da</strong>s, as Hermanitas de los Ancianos Desamparados ou<br />

as Hijas de la Cari<strong>da</strong>d de San Vicente de Paúl. O <strong>Estado</strong> tamén asume o pagamento <strong>da</strong>s<br />

nóminas dos capeláns hospitalarios, penitenciarios e castrenses. V. Presas Barrosa, 1998,<br />

245-256 e 271-279, Gómez Movellán, 2001, 55, e González Bedoya, 2005a. En reali<strong>da</strong>de, isto<br />

pode ter graves implicacións desde o punto de vista <strong>da</strong> liber<strong>da</strong>de ideolóxica e relixiosa. Así,<br />

Granado (2002, 54) pregunta: “Sería curioso, por ejemplo, conocer cómo se vela por los<br />

derechos de los no creyentes en algunos centros de enseñanza o destinados al cui<strong>da</strong>do de la<br />

tercera e<strong>da</strong>d regentados por órdenes religiosas. O ahon<strong>da</strong>r en el sentido constitucional de los<br />

capellanes”.<br />

1167<br />

É necesario introducir, con Jordán Villacampa (2001, 328), unha matización conceptual: (a)<br />

por ensino relixioso entendemos aquel ensino no que a relixión informa en xeral o contido do<br />

proceso educativo do centro, mentres (b) por ensinanza <strong>da</strong> relixión entendemos a impartición<br />

no centro <strong>da</strong> materia de relixión (católica).<br />

888

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!