12.04.2013 Views

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Los modos más característicos de contribuir con la Iglesia son el modelo alemán y norteamericano.<br />

Los dos recaban aportaciones obligatorias de los fieles, el primero con una concepción clásica de<br />

exacciones, cobra<strong>da</strong>s con ayu<strong>da</strong> del <strong>Estado</strong>; el segundo mediante la creación de una conciencia de<br />

obligación en sus miembros. El primero tiene el inconveniente de que puede alejar a los fieles de la Iglesia,<br />

aunque cumplan con su deber; el segundo tiene que poner una gran fe en la generosi<strong>da</strong>d de la persona, y,<br />

por tanto, <strong>da</strong> un mayor acercamiento de la Iglesia a sus fieles y una atención más personal de los miembros.<br />

Los resultados económicos son grandes en ambos casos, y con un alto grado de aceptación. Otro tema<br />

puede ser la posibili<strong>da</strong>d de implantación de uno y otro sistema por la tradición histórica que tenemos.<br />

A este respecto, Mostaza Rodriguez (1980, 180-181) cría, pouco despois <strong>da</strong> entra<strong>da</strong> en vigor<br />

do acordo de 1979, que “la situación económica de los católicos españoles no admite parangón<br />

posible con la que disfrutan en general los católicos estadounidenses”. Habería que<br />

preguntarse se o autor podería afirmar o mesmo hoxe en día.<br />

1148 V. Mostaza Rodríguez, 1980, 178.<br />

1149 Polo tanto, é importante examinar determinados argumentos contrarios a este sistema<br />

desde a lóxica do modelo español. Así, por exemplo, Cuadra (2007) afirma que o convenio que<br />

entrou en vigor o 1 de xaneiro de 2007 converteu en estábel “el procedimiento provisional de<br />

financiación de la Iglesia pactado en 1988, incrementado en un 34% sobre 2006, y elevó del<br />

0,52% al 0,70% el coeficiente a recibir del <strong>Estado</strong> por ca<strong>da</strong> contribuyente que marque con una<br />

X la casilla del IRPF a favor de la Iglesia, lo que significa reducir en ese mismo porcentaje su<br />

aportación a los gastos del <strong>Estado</strong>”. Porén, fronte á alegación de que, quen marca a opción <strong>da</strong><br />

igrexa católica na súa declaración do IRPF non achega o 100% <strong>da</strong> súa cota líqui<strong>da</strong> á<br />

construción <strong>da</strong>s autoestra<strong>da</strong>s, por exemplo, cabe responder que quen non marca aquela<br />

opción tampouco destina importe ningún ao sostemento <strong>da</strong> función relixiosa do <strong>Estado</strong>. Arza<br />

(1988, 94) exprésao <strong>da</strong> seguinte maneira: “algunos han señalado que los que indican su<br />

voluntad de que su porcentaje se destine a la Iglesia contribuyen en menor grado al<br />

sostenimiento de los fines sociales del <strong>Estado</strong>. Pero esto no es ver<strong>da</strong>d. Porque el fenómeno<br />

religioso es también un fenómeno social y contribuir a su desarrollo o a su mantenimiento<br />

equivale a contribuir a la promoción de los fines sociales del <strong>Estado</strong>”.<br />

1150 Argumentando pro domo sua, aín<strong>da</strong> que en perfecta coherencia co modelo español de<br />

corporatización <strong>da</strong> función pública relixiosa, Arza (1988, 86) entende que a terceira fase ten<br />

carácter definitivo. Neste mesmo sentido, Giménez y Martínez de Carvajal (1994, 60-62 e 75-<br />

77) cre que é grave que o sistema <strong>da</strong> asignación tributaria “se haya considerado como<br />

transitorio y no como una fórmula estable y definitiva” mentres a corporación católica non<br />

consiga autofinanciarse. De feito, este autor nin sequera considera o autofinanciamento como<br />

unha (en reali<strong>da</strong>de, a cuarta e última) fase <strong>da</strong>s previstas no artigo II do acordo de 1979.<br />

Mostaza Rodríguez (1980, 180-183) cualifica o autofinanciamento como un ideal proclamado<br />

pola igrexa católica “con cierto ingenuo optimismo” e probabelmente destinado a non<br />

converterse en reali<strong>da</strong>de, e Díaz Moreno (2006, 45) engade que “el inconcreto compromiso de<br />

autofinanciación de la Iglesia, me pareció siempre y, más dentro del sistema establecido en el<br />

Acuerdo Económico, algo cercano a la utopía” (tamén Presas Barrosa [1998, 294], como outros<br />

autores, considera “utópico” o obxectivo <strong>da</strong> “total independencia económica de la Iglesia del<br />

sistema de recau<strong>da</strong>ción del <strong>Estado</strong>”). Nun sentido semellante, v. Mostaza Rodríguez, 1980,<br />

179-180; e Goti Ordeñana, 2001, 733-735, e Víctor e Antonio Reina, 1983, 376, para quen a<br />

cuarta fase se caracteriza pola súa indeterminación temporal e pola súa non esixibili<strong>da</strong>de por<br />

parte do <strong>Estado</strong>.<br />

Máis sutilmente, Roca (1994, 17-21) entende por autofinanciamento a omisión, por parte do<br />

<strong>Estado</strong>, de calquera tipo de cooperación económica coa igrexa católica, que se financiaría<br />

exclusivamente de doazóns (colectas e esmolas) e <strong>da</strong>s ren<strong>da</strong>s do seu patrimonio. Isto sería<br />

propio de ditaduras antirrelixiosas, de países do ámbito non cristián e de Suecia e Dinamarca,<br />

e, evidentemente, resulta inimaxinábel no modelo español, xa que o artigo II.5 do acordo de<br />

1979 prevé, mesmo para o horizonte do autofinanciamento, “otros campos y formas de<br />

colaboración económica entre la Iglesia Católica y el <strong>Estado</strong>”. Polo tanto, “la autofinanciación<br />

es un deseo de la Iglesia católica [...], pero ni debe entenderse como la supresión de to<strong>da</strong><br />

colaboración estatal, ni puede alcanzarse sin la cooperación del <strong>Estado</strong>”.<br />

Criticamente, Souto Paz (1998, 15) constata:<br />

La Iglesia española, tal vez por la desidia de los católicos españoles o por la propia incapaci<strong>da</strong>d de<br />

convocatoria de la jerarquía, parece renunciar a conseguir esta meta final de la autofinanciación y, por tanto,<br />

de su plena independencia económica respecto del poder político, aceptando el papel de confesión<br />

privilegia<strong>da</strong> respecto de las demás confesiones. El camino seguido por la Iglesia católica en numerosos<br />

países o el seguido por las demás confesiones en España no parece que sea el que pretende adoptar la<br />

actual jerarquía eclesiástica.<br />

884

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!