O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

elixioso. 535 Barberis (1984, 99-100) precisa que “la Iglesia Católica se rige por
las normas del derecho de gentes”, é dicir, “es un sujeto de derecho de gentes”
que, “cuando concluye un concordato o acredita un nuncio, no representa a la
comunidad católica de un país determinado o una Iglesia nacional, sino que es
órgano de la Iglesia Católica, que por naturaleza es universal”. Díez de Velasco
Vallejo comparte esta postura sobre a subxectividade internacional da Santa
Sé, 536 Ruiz Rico (1975, 187) distingue entre o sistema eclesial interno (a igrexa
católica española, v.g.) e o sistema eclesial internacional (a igrexa centrada no
Vaticano), e para Souto Paz (1995 3 , 259, 272 e 284-285), a estrutura
constitucional da igrexa católica está construída en dous niveis: a organización
central e mais as organizacións autónomas ou particulares. 537
119):
Santa Sé:
Particularmente clara parécenos a formulación de Corral Salvador (2007,
la Iglesia católica es la única Iglesia que tiene reconocida su personalidad internacional,
al menos a través de la personalidad internacional de la Santa Sede. Más aún, es la
única entre las Iglesias que tiene garantizada su soberanía e independencia
espirituales respecto a cualquier gobierno mediante la garantía añadida de la soberanía
territorial-estatal sobre un micro-Estado: el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Por todo ello, la Iglesia católica a través de la Santa Sede está legitimada
jurídicamente para actuar directamente en el orden internacional al mismo nivel que los
Estados y las organizaciones gubernamentales internacionales. De ahí que,
ineludiblemente, se haya de partir, como presupuesto de las relaciones de España con
la Iglesia católica y con la Santa Sede, de la personalidad internacional de ésta.
O mesmo autor (Corral Salvador, 2007, 120-121) explícanos que é a
Siendo la Iglesia católica, bajo el aspecto jurídico, una comunidad autónoma e
independiente de cualquier potestad humana, es decir, soberana, el ejercicio de la
soberanía –una soberanía espiritual– corresponde al Romano Pontífice (Primado
Romano). Al ser una comunidad tan compleja y de ámbito universal, el Romano
Pontífice necesita de la ayuda y colaboración de un conjunto de órganos subordinados.
Este conjunto, encabezado por el Romano Pontífice, es lo que se entiende por Santa
Sede.
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