O Estado oculto - Repositorio Institucional da USC - Universidade ...

No parece caber duda de que buena parte de las actuales disfuncionalidades
de nuestra democracia, entendiendo por disfuncional para el sistema democrático y la
filosófía política que lo ampara el autoritarismo, la prepotencia, el clientelismo y la
corrupción, la escasa participación política, el débil espíritu crítico ciudadano, etc., son,
en cierta medida, consecuencia más o menos directa del peso cultural y psicológico del
hecho histórico de la Guerra Civil que se mantiene en la memoria colectiva más vivo de
lo funcionalmente aconsejable. Es decir, el lastre heredado de una tan prolongada
como innecesariamente cruel dictadura, ha impuesto unos fuertes condicionamientos
en el proceso de transición y consolidación democrática en nuestro país, como lo
prueba el uso político más o menos intenso y recurrente que los distintos partidos
políticos, el Gobierno y la oposición, hacen de la memoria de la Guerra Civil y el
régimen político del general Franco.
Finalmente, Hermet (2002, 175) fala dun modelo español cada vez máis
inconfesábel e, polo tanto, oficialmente inexistente. A democratización
española formaría parte daquelas
qui ont privilégié l’avenir politique crucial d’un pays par rapport à l’apurement jugé
facultatif ou gênant des comptes de son passé, ou qui ont si l’on préfère obéir [sic]
davantage au devoir de responsabilité politique qu’à l’exigence de justice et à l’émotion.
En somme, la transition espagnole a correspondu au modèle d’une “démocratisation
froide” 898 dont la règle a été l’oubli du passé, l’absence de revanche mais aussi
d’envolées lyriques et de prétensions à l’héroïsme [...]. Mais qui songerait maintenant à
reconnaître cette “froideur” fort peu télégénique; miex vaut inventer des contes glorieux
qui grossissent à l’envi de rôle des “vrais démocrates” et enchantent un public jeune
dont la mémoire vive ne remonte même pas jusqu’aux années 1970.
Con independencia da súa temperatura, o certo é que a democratización
española foi un proceso arriscado e incerto no que se apostou por unha política
do mal menor, como sinala Águila Tejerina (2006, 195) 899 : “un mal (la
desmemoria) puede producir un bien político (la democracia consolidada),
aunque pagando un precio por ello (el mantenimiento de ciertas hegemonías,
un relativo olvido de las víctimas, etc.)”. Pero hoxe, negar a imposibilidade de
sacar o pasado do esquecemento choca coa realidade da existencia dunha
democracia consolidada –que xa non se enfronta ás ameazas dos golpes de
Estado e do terrorismo– e, sobre todo, coa emerxencia dunha nova demanda
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