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Administracion Estrategica - Hill - 8 edición

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Caso 14 Philips contra Matsushita: un nuevo siglo, una nueva ronda C243<br />

Desafío y respuesta de Morishita<br />

Con 56 años de edad, Yoichi Morishita era el más joven<br />

de los vicepresidentes ejecutivos de la compañía cuando<br />

fue designado nuevo presidente. De acuerdo con el lema<br />

de “simple, pequeño, rápido y estratégico” se comprometió<br />

a reducir el personal de las oficinas centrales y a<br />

descentralizar la responsabilidad. Durante los 18 meses<br />

siguientes, reubicó a 6 000 personas en empleos operativos.<br />

En un cambio de dirección estratégica importante,<br />

vendió 80% de MCA a Seagram, con una pérdida de<br />

1 200 millones de dólares en la transacción.<br />

Aunque la compañía siguió esforzándose, el mercado<br />

japonés de productos electrónicos para el consumidor<br />

se derrumbó: de 42 000 millones de dólares en 1989<br />

a 21 000 millones en 1999. La capacidad excesiva hizo<br />

bajar los precios y se evaporaron las utilidades. Y aunque<br />

los mercados en el extranjero crecían, la aparición<br />

de competidores nuevos —primero de Corea, después<br />

de China— creó una oferta mundial excesiva de productos<br />

electrónicos y los precios se desplomaron.<br />

Con un yen fuerte que hacía poco competitivas las<br />

exportaciones desde Japón, las divisiones de productos<br />

de Matsushita cambiaron con rapidez la producción al<br />

extranjero durante la década de 1990, principalmente a<br />

países asiáticos de costos bajos como China y Malasia.<br />

A fines de la década sus 160 fábricas fuera de Japón empleaban<br />

a 140 000 personas; casi la misma cantidad de<br />

empleados que tenían en sus 133 plantas en Japón. No<br />

obstante, a pesar de la capacidad excesiva y el yen fuerte,<br />

la administración no parecía dispuesta a reestructurar<br />

radicalmente su cada vez más ineficiente conjunto de<br />

plantas de producción ni a despedir personal debido al<br />

compromiso muy arraigado de brindar empleos de por<br />

vida. A pesar de la intención de Morishita, la resistencia<br />

dentro de la organización evitó que pusiera en práctica<br />

gran parte del cambio radical prometido.<br />

En los años finales de la década, Morishita comenzó<br />

a hacer hincapié en la necesidad de desarrollar más<br />

tecnología e innovación en el extranjero. Preocupado<br />

porque sólo 250 de los 3 000 científicos e ingenieros de<br />

IyD de la compañía estuvieran fuera de Japón, comenzó<br />

a invertir en sociedades para IyD e intercambios técnicos,<br />

en particular en áreas de rápido crecimiento. Por<br />

ejemplo, en 1998 firmó un acuerdo conjunto con la Academia<br />

de Ciencias china, en el cual China dirigía la unidad<br />

de investigación. Más adelante en ese año anunció<br />

el establecimiento del Centro de Conceptos Digitales de<br />

Panasonic en California. Su misión era funcionar como<br />

un centro de financiamiento e incubación de empresas<br />

colectivas para las ideas y tecnologías nuevas que surgieran<br />

en Silicon Valley. Para algunos fue un indicio de<br />

que Matsushita había renunciado a generar tecnologías<br />

e iniciativas de negocios nuevos en sus compañías en el<br />

extranjero.<br />

Iniciativas de Nakamura<br />

En abril de 2000, Morishita fue nombrado presidente<br />

de la junta directiva y Kunio Nakamura lo reemplazó<br />

como CEO. La rentabilidad era de 2.2% de las ventas,<br />

los artículos electrónicos para el consumidor aportaban<br />

sólo 0.4%, incluyendo pérdidas generadas por las<br />

otrora máquinas de efectivo, las divisiones de televisores<br />

y VCR. (La ilustración 6 exhibe el historial financiero<br />

de Matsushita y las líneas de productos clave.) El<br />

nuevo CEO prometió aumentar la rentabilidad a 5% en<br />

2004. En su plan, era fundamental llevar a Matsushita<br />

más allá de sus raíces como una “superfabricante de<br />

productos” y comenzar a “satisfacer las necesidades de<br />

los clientes mediante sistemas y servicios”. Se propuso<br />

aplanar la jerarquía y facultar a los empleados para responder<br />

a las necesidades de los clientes y, como parte<br />

de la implantación, todas las funciones de las oficinas<br />

centrales relacionadas con las operaciones internacionales<br />

fueron transferidas a las oficinas regionales en el<br />

extranjero.<br />

Pero el mayor efecto se produjo en noviembre, cuando<br />

Nakamura anunció un programa de “destrucción y<br />

creación”, en el cual deshizo la estructura de divisiones<br />

de producto que había creado KM como la unidad organizacional<br />

básica de Matsushita 67 años antes. Las plantas,<br />

antes controladas por las divisiones de productos individuales,<br />

ahora se integrarían a centros de producción<br />

con muchos productos. Sólo en Japón, 30 de 133 fábricas<br />

iban a ser fusionadas o cerradas. Y el marketing cambiaría<br />

a sólo dos entidades corporativas, una para la marca<br />

Panasonic (productos electrónicos para consumidores,<br />

de información y de comunicaciones) y una para los<br />

productos de marca National (principalmente aparatos<br />

para el hogar).<br />

En febrero de 2001, sólo tres meses después de elevar<br />

su estimación de utilidades para el año financiero que<br />

concluía en marzo de 2001, Nakamura enfrentó la necesidad<br />

de tener que reajustar abruptamente su estimación<br />

en sentido negativo. Como eran las primeras pérdidas de<br />

Matsushita en 30 años acelerados, el nuevo CEO anunció<br />

una ronda de medidas de emergencia diseñadas para<br />

reducir costos. Integradas con los cambios estructurales<br />

anteriores, éstas fueron movimientos radicales, pero en<br />

una empresa que incluso en Japón era considerada como<br />

un objetivo de adquisición hostil, los observadores se<br />

preguntaban si eran suficientes para restaurar la maltratada<br />

competitividad mundial de Matsushita.

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