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Administracion Estrategica - Hill - 8 edición

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Capítulo 2 Análisis externo: identificación de oportunidades y amenazas 51<br />

Estrategia en acción 2.2<br />

La guerra de precios en la industria<br />

del cereal para el desayuno<br />

Durante décadas, la industria del cereal para el desayuno fue<br />

de las más redituables de Estados Unidos. El sector tiene una<br />

estructura consolidada que dominan Kellogg’s, General Mills<br />

y Kraft Foods con su marca Post. La sólida lealtad a la marca<br />

aunada al control de la colocación de los productos en anaqueles<br />

privilegiados de los supermercados, ayudó a limitar<br />

el potencial de nuevas entradas. Mientras tanto, el constante<br />

crecimiento en la demanda de alrededor de 3% anual mantuvo<br />

los ingresos en expansión. Durante años, Kellogg’s, con<br />

más de 40% de la participación de mercado, actuó como líder<br />

de precios en la industria. Kellogg’s aumentaba los precios del<br />

cereal cada año, los rivales lo seguían y las ganancias de la<br />

industria se mantenían altas.<br />

Esta estructura favorable de la industria empezó a cambiar<br />

a principios de la década de 1990 cuando se redujo el crecimiento<br />

de la demanda y después se estancó porque un café con<br />

leche y una rosquilla o un panqué sustituían al cereal como la<br />

comida matutina de muchos adultos estadounidenses. Después<br />

llegó el surgimiento de tiendas de descuento poderosas como<br />

Wal-Mart, que entró en la industria de los víveres a principios<br />

de la década de 1990 y empezó a promover de manera dinámica<br />

su propia marca de cereal a un precio significativamente<br />

más bajo que los cereales de marca. A medida que transcurría<br />

la década, otras cadenas de autoservicio como Kroger empezaron<br />

a hacer lo mismo y la lealtad a la marca en la industria<br />

entró en declive en tanto los consumidores se daban cuenta<br />

de que una bolsa de hojuelas de trigo de 2.50 dólares de Wal-<br />

Mart tenía el mismo sabor que una caja de hojuelas de maíz<br />

de Kellogg’s de 3.50 dólares. A medida que se incrementaba la<br />

venta de cereales de marca propia más económicos, los supermercados,<br />

que ya no dependían tanto de las marcas para atraer<br />

a consumidores a sus tiendas, empezaron a exigir precios más<br />

bajos por parte de los fabricantes de cereales de marca.<br />

Durante varios años, los productores de cereales de marca<br />

intentaron resistir estas tendencias adversas, pero a mediados<br />

de la década de 1990 no pudieron con ellas. En 1996, Kraft<br />

(entonces propiedad de Philip Morris) redujo enérgicamente<br />

20% el precio de su marca Post en un intento por recuperar<br />

su participación de mercado. Poco después Kellogg’s hizo lo<br />

mismo con un recorte de 19% en dos terceras partes de sus<br />

marcas y General Mills pronto los siguió. Oficialmente, las décadas<br />

de la colusión tácita de precios habían terminado.<br />

Si las compañías de cereales para el desayuno esperaban<br />

que los recortes de precios estimularan la demanda, estaban<br />

equivocadas. En cambio, la demanda permaneció inactiva en<br />

tanto los ingresos y las utilidades siguieron a los precios en su<br />

descenso y las utilidades operativas de Kellogg’s cayeron de<br />

18% en 1995 a 10.2% en 1996, tendencia que también experimentaron<br />

los fabricantes de otros cereales de marca.<br />

En el año 2000 las condiciones habían empeorado. Las ventas<br />

de las marcas privadas continuaron esforzándose por incursionar<br />

en la competencia, hasta ganar más de 10% del mercado.<br />

Además, las ventas de los cereales para el desayuno empezaron<br />

a contraerse 1% al año. Para colmo, General Mills lanzó costosas<br />

campañas de precios y promociones en un intento por acaparar<br />

la participación del líder del mercado. En 2001, Kellogg’s<br />

vio deslizarse su participación de mercado a poco más de 30%,<br />

detrás de 31% que ahora tenía General Mills. Por primera vez<br />

desde 1906, Kellogg’s ya no era líder del mercado. Asimismo,<br />

las ganancias de los tres principales productores permanecieron<br />

débiles ante la continua reducción de los precios.<br />

A mediados de 2001, General Mills finalmente reaccionó<br />

y aumentó modestamente sus precios (2%) en respuesta al<br />

alza de sus costos. Los competidores hicieron lo mismo, quizá<br />

como señal de que después de una década de costosas guerras<br />

de precios, una vez más emergía en la industria la disciplina<br />

en la fijación de los mismos. Tanto Kellogg’s como General<br />

Mills intentaron alejarse de la competencia de precios y enfocarse<br />

en extensiones de la marca, como Special K con frutas<br />

rojas y nuevas variedades de Cheerios. Los esfuerzos de<br />

Kellogg’s con Special K ayudaron a que la compañía tomara<br />

de nuevo el liderazgo del mercado de manos de General Mills.<br />

Más importante aún, el renovado interés en la competencia<br />

no basada en los precios detuvo años de dañinas guerras de<br />

precios, al menos por el momento. b<br />

● Demanda de<br />

la industria<br />

El nivel de demanda de la industria es un segundo determinante del alcance de la rivalidad<br />

entre compañías establecidas. La demanda creciente de clientes nuevos o de compras<br />

adicionales por parte de los clientes existentes suele moderar la competencia pues proporcionan<br />

un mayor ámbito para que las compañías contiendan por los clientes. La demanda<br />

creciente tiende a reducir la rivalidad porque todas las compañías pueden vender más sin<br />

restar participación de mercado a otras compañías. A menudo, el resultado consiste en<br />

elevadas ganancias para la industria. Por el contrario, la disminución de la demanda da

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