04.06.2013 Views

Los hermanos Karamazov.pdf - Ataun

Los hermanos Karamazov.pdf - Ataun

Los hermanos Karamazov.pdf - Ataun

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

desembocó en una callejuela de la parte posterior.<br />

La calleja, deshabitada y desierta, estaba limitada<br />

por un lado por la cerca de un campo de cereales, y<br />

por el otro, por la empalizada que rodeaba el jardín<br />

de Fiodor Pavlovitch.<br />

Para escalar esta empalizada, Mitia escogió el<br />

mismo sitio que había utilizado muchos años atrás,<br />

según se contaba, Elisabeth Smerdiachtchaia.<br />

—Si ella pudo saltar por aquí —se dijo Mitia—,<br />

¿por qué no he de poder yo?<br />

De un salto, consiguió aferrarse a lo alto de la<br />

empalizada. Trepó y pronto se vio sentado a horcajadas<br />

sobre las maderas.<br />

Cerca estaban las estufas, pero Mitia sólo observaba<br />

las ventanas iluminadas de la casa.<br />

—Hay luz en el dormitorio del viejo. Gruchegnka<br />

está alli.<br />

Y saltó al jardín. Sabía que Grigori y Smerdiakov<br />

estaban enfermos, que nadie podía oírlo. Sin embargo,<br />

con instintivo impulso permaneció inmóvil y<br />

aguzó el oído. Un silencio de muerte le rodeaba. La<br />

calma era absoluta; no se movía ni una hoja... «Sólo<br />

se oye el silencio...» Este verso acudió a su memoria.<br />

Luego se dijo:<br />

—Con tal que no me haya oído nadie... Creo<br />

que, en efecto, nadie me ha oído.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!