01.06.2013 Views

DERECHO Y RAZÓN TEORÍA DEL GARANTISMO PENAL. LUIGI ...

DERECHO Y RAZÓN TEORÍA DEL GARANTISMO PENAL. LUIGI ...

DERECHO Y RAZÓN TEORÍA DEL GARANTISMO PENAL. LUIGI ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

9. EL JUICIO. CUANDO Y COMO JUZGAR<br />

G. Pugliese, Diritto penale romano, cit., pp. 264-267 y 269 SS. Sobre la lista de ciudadanos<br />

(senadores y caballeros) entre los cuales en Roma se elegían los jueces para la fase del<br />

juicio apud iudicem, véase Th. Mommsen, o. c., t. 1, pp. 236-257; C. Bertolini, Appunti<br />

djhttici di diritto romano, Utet, Turín, 1913, vol. 1, pp. 61 SS.; C. Gioffredi, Iudex, en<br />

Novissimo Digesto italiano, cit., IX, 1963, pp. 334-335; F. de Martino, Storia della<br />

costituzione romana, Jovene, Nápoles, 1973, m, pp. 147 SS.; G. Pugliese, o. c., pp. 276 SS.<br />

141. Th. Mommsen, o. c., t. 1, pp. 304-347; C. Bertolini, o. c., pp. 49 y SS.;<br />

C. Plugliese, o. c., pp. 302 SS. y 324 SS.<br />

142. Sobre el origen de los *jurados» como giuratori o attestatori del hecho, cf.<br />

G. Carmignani, o. c., lib. IV, pp. 16 y 250 SS.; K. J. Mittermaier, 11 processo orale accusatorio,<br />

cit., p. 472; F. Carrara, o. c., pp. 228 ss. y 394; L. Lucchini, o. c., p. 184;<br />

A. Pertile, o. c., VI, t. 1, pp. 220 SS. Este originario carácter testimonial del veredictum,<br />

convertido muy pronto en el juicio de las personas estimadas del lugar, está acreditado<br />

por el art. 20 de la Magna Carta, que habla de «testimonio jurado de los hombres probos<br />

del vecindario sobre la transgresión*. También es advertible, por otra parte en el<br />

testimonio jurado sobre los sospechosos de herejía, que en la originaria inquisición eclesiástica,<br />

regulada por los concilios de 1184 y de 1215, venía impuesto por los obispos<br />

a las personas del lugar en sus visitas de inspección (supra, nota 94).<br />

143. V. Manzini, Trattato di diritto processuale, cit., 1, pp. 9, 18 SS. y 31 SS.,<br />

A. Pertile, o. c., VI, t. 1, pp. 127-237; G. Salvioli, o. c., parte 11, pár. 1; N. Picardi, Ilgiudice<br />

ordinario (Le variabili nella tradizione del diritto comune europeo), en L'ordinamento<br />

giudiziario. III: Materiali per una riforma, a cargo de A. Giuliani y N. Picardi,<br />

Maggioli, Rímini, 1985, pp. 21-73 (y también ~Rivista di Diritto processualen, 1985,4,<br />

pp. 758-810).<br />

144. Constitución del 3.9.1791, tít. ID, art. 5: «El poder judicial está delegado en<br />

jueces elegidos con carácter temporal por el pueblo-; la norma se repite en el art. 2 del<br />

cap. V del mismo titulo, dedicado al poder judicial, donde se instituye también el jurado<br />

popular (arts. 9, 18 y 26). La electividad de los jueces fue revalidada por el art. 209 de<br />

la Constitución de 1795 y, limitadamente a los jueces de paz, por el art. 60 de la de<br />

1799; el jurado fue de nuevo previsto en el art. 96 de la Constitución de 1793, por los<br />

arts. 237-239 de la Constitución del 95 y, como jurados de acusación, por el art. 62 de<br />

la Constitución de 1799. De las Constituciones francesas, el instituto del jurado de acusación<br />

pasó de manera efímera a la Constitución de la República Cisalpina, de<br />

8.7.1797; y reapareció nuevamente en Lombardía con la ley de 14 de mayo de 1849,<br />

derogada el 31.12.1851. Más estable fue en cambio el jurado introducido en el<br />

Piamonte con la ley n. 695 de 26.3.1848, que duró en Italia hasta su supresión durante<br />

el fascismo (infra, nota 167).<br />

145. La formación de un orden de jueces estables y de nombramiento estatal se<br />

remonta en Toscana a la reforma leopoldina de 1786; en Francia, como se verá en la<br />

nora 21 1, a la reforma Maupeou de 1771 abortada en 1774 y a la más importante legislación<br />

revolucionaria del bienio 1790- 1791, así como a la napoleónica, coronada por<br />

el ordenamiento judicial de 20.5.1810; en Nápoles, a la ley orgánica de 20.5.1808.<br />

Véase, sobre la estatalización del orden judicial, V. Manzini, o. c., pp. 65-66; G. Salvioli,<br />

o. c., parte 11, pp. 138-147; L. Ingber, Le model napoleonien du juge et son influente<br />

en Belgique, en L'ordinamento giudiziario, cit., 1. Documentazione storica, pp.<br />

134-195; N. Picardi, La formazione del giudice in Italia (Costruzione e crisi di un modelo),<br />

en L'educazione giuridica. 1: Modelli di universita e progetti di riforma, a cargo<br />

de A. Giuliani y N. Picardi, Librería Universitaria, Perusa, 1975, pp. 430-460; N.<br />

Picardi-A. Giuliani, La responsabilita del giudice: hllo stato liberale allo stato fascista,<br />

111. La responsabilita del giudice, pp. 505-563.<br />

146. Gratia Aretinus, Summa de iudiciario ordine, cit., tít. 1, párs. 1 y 2. Sobre

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!