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UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA FACULDADE ...

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indireta, as suas censuras, respaldando o seu juízo no parecer de um natural do Brasil,<br />

visando evitar, assim, que ele pudesse ser mal interpretado por ser um observador<br />

estrangeiro:<br />

El Brasil no ha desterrado de sus claustros las solemnidades tradicionales que el avance democrático<br />

arrumbó en la mayoría de los pueblos de América.<br />

La toma del grado académico se rodea de etiqueta universitaria de viejo rito. Los Profesores asisten<br />

con sus togas y sus mucetas rojas, semejantes a las españolas, y con sus borlas de fleco más<br />

recargadas que las de nuestros doctores. Los “bacharelandos” pasan por el estrado; el Rector les cala<br />

el birrete, el joven presta el juramento y el padrino desliza en su dedo la simbólica sortija de roja<br />

piedra. Yo tuve la ventura de apadrinar a Oscar Tenorio, uno de los mozos de más auténtica juventud<br />

y de avanzadísimo ideario. Después se cierra el acto con dos discursos, clásico el uno y con sabor<br />

revolucionario el otro. Los estudiantes designan de entre sus maestros al orador oficial, que recibe el<br />

nombre de “paranympho”. Yo escuché al Conde Alfonso Celso, de corte antiguo en su palabra,<br />

plagada de imágenes y de tropos, verbo de clamante patriotismo. El discurso clásico era esta vez del<br />

más acabado molde ochocentista. El representante de la mocedad, Octavio Castello Branco, fue<br />

también, de inverso modo, alto paradigma de lo que ha de ser la tarea del orador juvenil. Si la pieza<br />

oratoria clásica fue de tipo archiclásico, la de índole revolucionaria fue superlativamente rebelde.<br />

Castello Branco encaró con valiente gesto los problemas nacionales, fustigó a los políticos brasileños<br />

y no dulcificó las críticas que merece la enseñanza de Derecho en su patria. “Reconozcamos con<br />

tristeza – dijo con dolorosa valentía el exponente de los muchachos universitarios – que celebramos<br />

hoy el Centenario de nuestros Cursos superiores, sin que de hecho podamos afirmar que poseemos<br />

cursos de cultura superior... La incuria es completa... Que la conmemoración de este Centenario<br />

despierte la conciencia nacional contra esta enseñanza anacrónica, sin eficiencia, que deprime antes<br />

que eleva la inteligencia de la juventud”.<br />

¿Lo ven ustedes, patriotas brasileños? No puede considerárseme difamador del Brasil por haber<br />

dicho palabras semejantes a las que lanzó Octavio Castello entre el aplauso clamoroso de toda la<br />

estudiantina. Enemigo, sí, del Brasil viejo, retrógrado y conformista, pero amigo y defensor del<br />

multitud el rostro amado de la madre y también la gracia inefable de la enamorada, de la ‘garota’ que también,<br />

infaltablemente está allí. Después de los discursos se pasa a la entrega de los diplomas. Al llamado de un<br />

bedel cada uno de los jóvenes se levanta y dirigiéndose a la mesa recibe de manos del decano el ansiado<br />

pergamino. Una sonrisa, un ‘muito obrigado’ que la emoción a veces apaga, un cordial ‘shake-hand’ y ‘c’est<br />

fini’. En aquel momento es como si se abriera una esclusa. Cada cual busca sus amigos y parientes. Por la sala<br />

soplan ráfagas de cordial emoción. Todos se sienten unidos por aquella cálida vibración de sentimientos<br />

amigos. En la balburdia consiguiente, en medio del torbellino de risas, de llamados, de gritos de alegría los<br />

doctorcitos se ven apretados, solicitados por nuevos e interminables abrazos, atraídos, repelidos, estrujados.<br />

¡Pero qué importa, santo cielo! ¡Ya son doctores, ya son felices, ya son algo! Con anterioridad a esta muy<br />

simpática ceremonia – ¡tan brasileña! – hubo en la intimidad del hogar oro momento de alegría y emoción. Es<br />

cuando el estudiante, regresando de la facultad donde acaba de rendir su último examen, es felicitado y<br />

abrazado por los suyos. Es en ese minuto culminante de la vida del joven, que la madre entrega al hijo el<br />

codiciado ‘anel de grau’, el anillo de graduado”.<br />

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