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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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tada una ilustración <strong>del</strong> derecho helenístico; así como un testamento válido no se puede contradecir ni alterar, así el «testamento»<br />

original de Dios no puede ser cambiado por la ley. El punto no es que la διαθήκη de Dios sea como un testamento humano, sino<br />

sencillamente que tiene la misma inviolabilidad. En Romanos 11:27 el significado es obviamente la disposición salvadora de Dios<br />

en la historia. Las alianzas de Romanos 9:4 son las declaraciones de la voluntad de Dios en el AT, con sus promesas y mandatos.<br />

En Efesios 2:12, una vez más, las alianzas son alianzas de promesa. En 2 Corintios 3:6 la nueva alianza de la que Pablo es ministro<br />

está conectada con el evangelio y caracterizada por el Espíritu, de modo que nos acordamos de Jeremías 31:31ss. También la antigua<br />

alianza es de Dios. Por eso tiene su propia gloria, y sólo ha sido trascendida porque sus condiciones provisionales no se pueden<br />

satisfacer. La misma comparación se da en la tipología de Gálatas 4:24ss: la esclava Agar representa la alianza <strong>del</strong> Sinaí, que<br />

reduce a la esclavitud; la libre Sara representa la alianza celestial que concede la liberación. Ambas son órdenes de la historia divina;<br />

se distinguen sólo por las condiciones diferentes que predominan en cada una de ellas. En Pablo, pues, la alianza se entiende<br />

fuertemente en función de acción divina y de validez incondicional. La única voluntad divina gobierna la historia de la salvación y<br />

llega a su clímax en Cristo, quien es a la vez el τέλος νόμου (Ro. 10:4) y la realización de toda promesa (2 Co. 1:20).<br />

2. διαθήκη en Hebreos. En Hebreos la situación es muy parecida a la de los escritos de Pablo. Con otros términos legales, διαθήκη<br />

se usa a modo de ilustración en el sentido popular de «última disposición y testamento» en 9:16–17. Pero inclusive allí, la nueva<br />

alianza de la que Cristo es mediador lleva el sentido distintivo <strong>del</strong> AT, por cuanto involucra la redención de los pecados cometidos<br />

bajo la primera alianza. La idea de un testamento se introduce sólo como comparación para mostrar porqué la muerte de Cristo es<br />

necesaria para la realización de la alianza. Obviamente no se puede forzar la comparación, y ella ciertamente no fija el significado<br />

de διαθήκη en otros lugares, p. ej. en 8:8ss; 9:15; 12:24. El concepto central en Hebreos es el de la nueva alianza. Esta reemplaza<br />

a la antigua alianza que fue dada en el Sinaí (9:20), que estaba ligada al culto (9:14), y que implicaba transgresiones (9:15). Ella<br />

comporta los dones de la salvación cuyo garante es Cristo. Su sangre, entonces, es la sangre de la alianza (10:29; cf. Éx. 24:6).<br />

Mediante su sacerdocio celestial él da cumplimiento a la alianza [p 162] primera e imperfecta. Las dos declaraciones de la voluntad<br />

salvífica de Dios, en su relación y su distinción, se interpretan tipológicamente.<br />

3. διαθήκη en los autores de los Sinópticos. Sólo Lucas (incluyendo Hechos) usa διαθήκη de manera digna de mención. En Lucas<br />

1:72 el contexto muestra que la referencia, como en el AT, es a la declaración de la voluntad de Dios de promesa, salvación y<br />

compromiso de sí. La era de la salvación significa misericordia en recuerdo de la διαθήκη, y así atestigua el gobierno de Dios<br />

sobre el tiempo y la historia. Su uso en Hechos 3:25 es parecido: la voluntad salvífica de Dios es una realidad en Jesús. Hechos 7:8<br />

tiene una referencia a la circuncisión (Gn. 17:10). En Marcos 14:24 (cf. Mt. 26:28; Lc. 22:20; 1 Co. 11:25) Jesús afirma que el<br />

vino de la Cena <strong>del</strong> Señor es la sangre de la διαθήκη, o la nueva διαθήκη en su sangre. El punto es que la sangre de Jesús, o su<br />

muerte, establece la nueva διαθήκη, y el vino la representa. El dicho se basa sobre Jeremías 31:31ss (y posiblemente Is. 42:6;<br />

49:8). No hay aquí noción alguna de testamento en el sentido de última disposición. Jesús, mediante su muerte, efectúa la voluntad<br />

salvífica de Dios. La nueva alianza es correlativa al reino. Así como el reino expresa el señorío de Dios, así la alianza expresa la<br />

voluntad salvadora de Dios que constituye su meta y asegura su validez. Tanto en forma como en contenido, pues, el uso que hace<br />

el NT de διαθήκη sigue el uso <strong>del</strong> AT, excepto que ahora pasamos de la profecía a la realización. La διαθήκη es lo que Dios dispone,<br />

la declaración potente de su voluntad en la historia, mediante la cual él ordena la relación entre sí mismo y nosotros según su<br />

designio salvífico, y la cual comporta la autoridad <strong>del</strong> ordenamiento divino.<br />

[J. Behm, II, 124–134]<br />

διαφέρω → φέρω; διαφθείρω, διαφθορά → φθείρω<br />

διδάσκω [enseñar], διδάσκαλος [maestro], νομοδιδάσκαλος [maestro de la ley], καλοδιδάσκαλος [maestro de lo bueno],<br />

ψευδοδιδάσκαλος [falso maestro], διδασκαλία [enseñanza], ἑτεροδιδασκαλέω [enseñar doctrinas extrañas], διδαχή [enseñanza],<br />

διδακτός [enseñado], διδακτικός [apto para enseñar]<br />

διδάσκω<br />

A. διδάσκω fuera <strong>del</strong> NT.<br />

1. Común a partir de Homero, esta palabra denota la enseñanza y el aprendizaje en el sentido amplio de impartir conocimientos<br />

teóricos y prácticos, teniendo como meta el máximo desarrollo posible <strong>del</strong> alumno. Se usa poco en sentido religioso, y el término<br />

tiene un fuerte peso intelectual y autoritativo. Por eso también puede significar «demostrar». Cuando se usa en relación con la<br />

capacitación coral, llega a tener casi el sentido de «ejecutar».<br />

2. Figura unas 100 veces en la LXX (principalmente para la raíz דמל). Si bien puede hacer referencia a diversos tipos de instrucción<br />

(cf. 2 S. 22:35; Dt. 31:19), el objeto especial es la voluntad de Dios, con una referencia volitiva así como intelectual. La acción de<br />

enseñar la puede realizar Dios mismo, el cabeza de una casa, o los justos. A diferencia <strong>del</strong> uso secular, donde la finalidad es desarrollar<br />

los talentos, el AT conecta la enseñanza con la totalidad de la persona.

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