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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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incluye este grupo, pero el punto <strong>del</strong> pasaje no depende de su presencia. Si Colosenses y Efesios son de Pablo, hay que añadir<br />

σύνεσις en Colosenses 2:2 (cf. tb. Ef. 5:7 y 2 Ti. 2:7, donde el Señor da σύνεσις). En Colosenses 2:2 el corazón es el órgano, y el<br />

misterio divino (definido aquí cristológicamente, pero eclesiológicamente en Ef. 3:4) es el objeto.<br />

E. El grupo en la iglesia antigua. El sustantivo tiene un aspecto estoicizante en 1 Clemente 33.3. A Hermas le gusta la palabra<br />

σύνεσις, y la personifica. Justino y Clemente de Alejandría suelen usar el grupo, pero σύνεσις nunca alcanza la importancia de<br />

λόγος o de σοφία.<br />

[A. Conzelmann, VII, 888–896]<br />

[p 1100] συνίστημι [reunir, consistir], συνιστάνω [estar compuesto de]<br />

1. συνίστημι tiene el sentido de reunir, con los matices a. «estar compuesto de», b. «existir», «ser», c. «asociar», d. «recomendar» y<br />

e. «mostrar».<br />

2. En Lucas 9:32 Pedro y Juan ven a los dos hombres de pie con Jesús en el monte. En 2 Pedro 3:5 la referencia es al agua en la<br />

composición de la tierra. Teológicamente significativo es el enunciado de Colosenses 1:17, según el cual Cristo existe antes de<br />

todas las cosas y todas las cosas tienen en él su consistencia o su existencia. Pablo usa el transitivo συνίημι principalmente para<br />

«recomendar» (cf. Ro. 16:1; 2 Co. 3:1). Su propia recomendación es su proclamación pública de la verdad (2 Co. 4:2), en la cual<br />

se desgasta como siervo de Cristo y por ello no tiene interés egoísta. No está dispuesto a compararse con aquellos que se recomiendan<br />

a sí mismos (2 Co. 10:12), ya que los que son aceptados son aquellos a quienes recomienda el Señor (v. 18). La idea de<br />

«presentar» se puede ver en 2 Corintios 3:1ss, así como en Romanos 3:5, donde nuestra maldad sirve para mostrar la verdad de<br />

Dios. Asimismo, en Romanos 5:8 Dios muestra y recomienda su amor en la muerte vicaria de Cristo. En 2 Corintios 6:4 hay algo<br />

más <strong>del</strong> sentido de «probar» (cf. 7:11), y este es claramente el sentido en Gálatas 2:18, donde la prueba se basa en hechos patentes.<br />

Para Pablo, los actos son determinantes tanto en el juicio divino como en el humano. Esto hace <strong>del</strong> acto salvífico de Dios en Cristo<br />

un milagro que gobierna todo su modo de entender el evangelio.<br />

[W. Kasch, VII, 896–898]<br />

σύνοιδα [estar consciente, compartir conocimiento], συνείδησις [conciencia]<br />

A. El griego secular.<br />

1. σύνοιδα ἐμαυτῷ.<br />

a. σύνοιδα es ante todo saber algo junto con alguien más.<br />

b. σύνοιδα ἐμαυτῷ combina en una sola a la persona que sabe y a la persona que comparte el conocimiento.<br />

c. En filosofía, la evaluación hace su ingreso cuando las personas, al reflexionar sobre sí mismas, alcanzan la conciencia de su propia<br />

ignorancia en un conflicto de conocimiento (cf. Sócrates, que, siendo el más sabio de los hombres, se da cuenta de su propia ignorancia).<br />

d. Cuando la reflexión se extiende a las acciones, surge la conciencia en el sentido moral. El proceso sigue siendo racional, pero el<br />

asunto valorado es ahora moral. Por lo general el veredicto es negativo. El asunto valorado o no se da o no se indica neutralmente.<br />

A veces se puede enunciar que no hay conciencia <strong>del</strong> mal, o bien se da una afirmación positiva (en vez de una autoevaluación).<br />

e. Así, σύνοιδα ἐμαυτῷ llega a quedar enlazado con una mala conciencia, aunque la autoconciencia como tal sigue siendo un<br />

proceso racional, y la conciencia no tiene mucho que ver con la deidad, ni filosófica ni éticamente.<br />

2. συνειδός, συνείδησις, σύνεσις.<br />

a. Los primeros dos de estos términos figuran esporádicamente y sin un sentido fijo desde el siglo V hasta el III a. C. A menudo es<br />

debatible si se trata de una conciencia moral de malas acciones, y no hay una indicación clara de que la conciencia venga de Dios o<br />

sea divina.<br />

b. Hacia el siglo I a. C. συνειδός y συνείδησις denotan frecuentemente la conciencia, y casi siempre en el sentido de una mala<br />

conciencia. συνειδός es especialmente común en Plutarco, quien describe vivamente la conciencia que comparte nuestro conocimiento,<br />

que nos recuerda incómodamente nuestras faltas, y que evoca los tormentos <strong>del</strong> infierno hasta que es puesta a un lado<br />

mediante la enmienda.

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