07.05.2013 Views

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

346<br />

para «repartir una herencia» o «hacer que alguien herede o tome posesión». κληρονομία, otra palabra común, significa «herencia»,<br />

«posesión», pero también se funde con κλῆρος en el sentido de «parte» o «porción».<br />

2. Datos materiales. En un estudio material son importantes las relaciones <strong>del</strong> grupo con los originales hebreos (para detalles, ver el<br />

TDNT en inglés, III, 777). De allí desprendemos que el principal punto en κληρονομέω y κληρονομία no es tanto la herencia<br />

como la posesión duradera (Jos. 18:3). Esta se basa en la promesa (Dt. 30:5) y se establece mediante la toma violenta. De paso,<br />

entonces, implica también la herencia (Nm. 27:8), ya que la toma de la tierra es un proceso irreversible que comporta derechos<br />

tribales y familiares sobre las porciones de tierra asignadas. Sobre esta base, la descripción de la tierra o <strong>del</strong> pueblo como la<br />

κληρονομία de Dios expresa una relación duradera que tiene su fundamento en el don divino.<br />

D. El grupo en el judaísmo posterior.<br />

1. Lingüísticamente los términos tienen aquí el sentido legal de herencia, pero el uso religioso <strong>del</strong> AT sigue ejerciendo una fuerte<br />

influencia.<br />

2. Materialmente es importante la idea de la toma y posesión de la tierra, especialmente con referencia escatológica. La promesa<br />

hecha a Abraham se extiende para abarcar la posesión permanente de la tierra entera, p. ej. en el cumplimiento mesiánico de Génesis<br />

28:14. También es prominente la idea de heredar la vida eterna, aunque sin referencia particular a Dios como Padre e Israel<br />

como hijo. A la inversa, el infierno es la porción de los malvados. κληρονομία se puede usar a veces para referirse a Israel como<br />

heredad o posesión de Dios, y la ley es para Israel una posesión preciosa.<br />

E. El grupo en el NT.<br />

[p 438] 1. El uso. κληρόνομος significa «heredero» en Mateo 12:7, «heredero» en sentido religioso en Gálatas 4:1; Romanos 8:17,<br />

y «receptor» de las promesas divinas en Romanos 4:13–14; Tito 3:7; Hebreos 6:17; Santiago 2:5. συνκληρόνομος figura para<br />

«coheredero» en Romanos 8:17; Hebreos 11:9; 1 Pedro 3:7; Efesios 3:6. κληρονομέω significa «heredar» en Gálatas 4:30; Hebreos<br />

1:4 (Cristo) y «recibir» los dones o promesas de Dios en Mateo 5:5; 19:29; Lucas 10:25; 1 Corintios 6:9–10; Gálatas 5:21;<br />

Hebreos 1:14; 6:12. κατακληρονομέω significa «dar en posesión» (Hch. 13:9). κληρονομία significa «herencia» en Marcos 12:7<br />

y Gálatas 3:18, «posesión» en Hechos 7:5; Hebreos 11:8, y «herencia eterna» en Hechos 20:32; Efesios 1:4, 18; Colosenses 3:24;<br />

Hebreos 9:15; 1 Pedro 1:4.<br />

2. El uso teológico. Un sentido neotestamentario especial se puede ver en la parábola de Marcos 12:1ss, donde el Hijo es el heredero<br />

y la herencia es el reino. Esto vincula la filiación con la herencia mucho más fuertemente que en el AT y en el judaísmo. Pablo<br />

expresa la misma idea cuando relaciona la herencia con la filiación en Romanos 8:17–18 (cf. Gá. 3:29; 4:7). De modo parecido,<br />

Hebreos 1:2 dice que el Hijo ha sido nombrado heredero de todas las cosas. En la parábola la herencia no denota todavía la posesión<br />

efectiva; sólo el Señor resucitado entra en ella (Mt. 28:18). Le herencia es vinculada expresamente con el reino en Mateo<br />

21:43; esto la libera de las limitaciones terrenales y la equipara con el nuevo mundo <strong>del</strong> gobierno soberano de Dios. Si Cristo es el<br />

heredero, los que forman su pueblo son sus coherederos, pero sólo por llamamiento y designación divina. Los hijos <strong>del</strong> reino quedan<br />

excluidos (Mt. 8:11–12). La herencia es mediante una nueva creación (1 Co. 15:5), o por adopción (Ro. 8:23), y en cuanto tal<br />

es objeto de esperanza. La salvación (Heb. 1:4), la gloria (Ro. 8:17), la redención (8:23), la gracia (1 P. 3:7), la bendición (3:9), en<br />

suma, la vida eterna (Tit. 3:7), constituyen el contenido de la herencia. Las ideas espaciales carecen de importancia, incluso en<br />

Mateo 5:5. El asunto es reinar con Dios (Ro. 5:17; Ap. 5:10). Apocalipsis 21:2ss indica claramente lo que se quiere decir con<br />

herencia (cf. v. 7). La porción celestial (1 P. 1:4) no denota una parte <strong>del</strong> cielo espacialmente diferenciada sino una participación<br />

en el reinado eterno de Dios. La herencia no se adquiere, sino que se basa en la relación filial con Dios, y no hay referencia a una<br />

situación paralela de heredar el infierno. En Gálatas Pablo se enfrenta con la opinión judaizante que sólo los que observan la ley<br />

pueden clasificarse como los hijos de Abraham que heredan las promesas. Esto implica la contradicción de que ya la herencia no<br />

es por promesa sino por ley (Gá. 3:18). En realidad, sin embargo, esta promesa precede a la ley, la fe hace de Abraham su receptor,<br />

Cristo es el linaje a quien se da la promesa, y todos los que pertenecen a Cristo por la fe son la verdadera progenie de Abraham, no<br />

por descendencia natural sino por adopción (4:5ss). Aquí el énfasis se pone en la promesa escatológica hecha a Abraham, que ha<br />

hallado su cumplimiento inicial en Cristo. Líneas parecidas de pensamiento se dan en Romanos 4:13–14 y Efesios 3:6. También la<br />

carta a los Hebreos considera κληρονομία como el contenido de la promesa <strong>del</strong> AT (9:15). Los cristianos son herederos de la<br />

promesa (6:17) como quienes la han conquistado y la han alcanzado. Pero la promesa, garantizada por Dios, se pone frente a los<br />

lectores a fin de que por la fe y la paciencia la reciban. Como los padres (cf. cap. 11), ellos viven en el «todavía no» de la herencia.<br />

No deben ser irreligiosos como lo fue Esaú, quien, cuando deseó heredar la promesa, fue rechazado (12:16–17).<br />

[W. Foerster, III, 776–785]<br />

κλῆσις, κλητός → καλέω

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!