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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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denotar a los hombres jóvenes como grupo. En la LXX, Proverbios usa παῖς νέος para un joven en 1:4. En el NT, νέος es menos<br />

común que καινός. Se usa para la masa fresca en 1 Corintios 5:7 y para el vino nuevo en Marcos 2:22. El νέος se contrapone con<br />

el παλαιός en Colosenses 3:9–10, y Hebreos 12:24 distingue la nueva alianza de la antigua. La referencia es a una nueva edad,<br />

mientras que καινός sugeriría una nueva naturaleza. El único caso de «joven» se halla en Tito 2:4 («mujeres jóvenes»), [p 615]<br />

pero lo encontramos en comparativo en Tito 2:6; 1 Pedro 5:5; 1 Timoteo 5:1–2 (tb. Lc. 15:12–13), e. d. las personas más jóvenes<br />

(o el hijo más joven).<br />

2. Implicaciones teológicas. A diferencia de καινός, νέος no tiene contenido escatológico en el NT. Se refiere a la nueva realidad de<br />

la salvación presente. El vino nuevo de Marcos 2:22 representa el elemento inaudito en la persona y el mensaje de Jesús (cf. Mt.<br />

12:6, 41–42; Lc. 4:21; Mr. 10:6ss). La edad antigua y la nueva están opuestas. La comunidad, como nueva levadura, debe mantenerse<br />

pura de los pecados anteriores (1 Co. 5:6ss) con el fin de ser en su conducta lo que realmente es. Así como Cristo, el hombre<br />

nuevo, está presente, así también lo está la nueva persona <strong>del</strong> cristiano, y esto debe expresarse en la renovación cotidiana (Col.<br />

3:9–10).<br />

ἀνανεόω (→ ἀνακαινίζω y ἀνακαινόω bajo καινός). Esta palabra significa «renovar», y en voz pasiva «ser renovado». En<br />

Efesios 4:23, que está afirmando obligaciones, el infinitivo tiene sentido imperativo. Pero la renovación no es una autorrenovación.<br />

Es realizada en los creyentes, no por ellos. Ellos están colocados en un campo de renovación en el cual han de dejarse renovar por<br />

Cristo (v. 20). El ἀνακαινούσθαι de Efesios 4:23 da un matiz que conecta el versículo con los vv. 22 y 24, a saber, que mediante<br />

la renovación interior por Cristo los cristianos quedan liberados de su antigua naturaleza y libres para vivir en la nueva.<br />

[J. Behm, IV, 896–901]<br />

νεφέλη [nube], νέφος [nube]<br />

A. Los términos en la imaginería religiosa y moral en general.<br />

1. En un sentido enfáticamente bajo. Estas palabras, que significan «neblina», «bruma» o «nube», figuran en el nombre de la ciudad<br />

de los pájaros de Aristófanes, «La Tierra de la Nube y el Cuclillo», e. d. los sofismas que introducen nuevos dioses. En el AT la<br />

nube significa lo transitorio. La salvación se nos escapa como una nube (Job 30:15). El amor de Israel por Dios es como una nube<br />

(Os. 6:4). Los jactanciosos son como nubes y viento sin lluvia (Pr. 25:14). Dios borra los pecados como una nube (Is. 44:22). Los<br />

herejes gnósticos son como nubes sin agua (Jud. 12). El distinguir las nubes pero no el tiempo de Dios es hipocresía (Lc. 12:54).<br />

2. En un sentido enfáticamente elevado. Los carros <strong>del</strong> destructor son como nubes (Jer. 4:13), y también lo son los que traen tributo<br />

(Is. 60:8). La benevolencia <strong>del</strong> rey es como una nube primaveral (Pr. 16:15), como lo es la misericordia de Dios (Si. 35:24). En la<br />

era de la salvación, las nubes destilarán justicia (Is. 45:8). Dios es tan inabarcable como una alta nube (Job 35:5). La arrogancia<br />

llega hasta las nubes (Is. 14:14), pero también llega hasta allá la fi<strong>del</strong>idad de Dios (Sal. 36:5).<br />

B. La nube como encarnación y atributo de la deidad.<br />

1. El mundo griego y helenístico. Las nubes tienen significación religiosa a causa de la dependencia humana respecto a ellas y el<br />

temor de las siniestras nubes que descargan truenos. Las Harpías personifican las nubes de tormenta, y existe una diosa llamada<br />

Nefele. El culto a las nubes no se manifiesta en Grecia, pero el orfismo incluye la invocación a las nubes en la ofrenda <strong>del</strong> incienso.<br />

Aristófanes parodia el culto órfico en su obra Las nubes; las nubes representan a los nuevos dioses de los sofistas. La nube es<br />

un atributo de la deidad; el orfismo mismo suele poner a las nubes al servicio <strong>del</strong> dios supremo. Los dioses se esconden en las<br />

nubes para observar las batallas. También en las nubes ocultan a sus ayudantes o favoritos. La nube es también el carro de los<br />

dioses que conduce al héroe hacia ellos. En el helenismo tardío, la nube desempeña una parte estilizada en las apariciones o viajes<br />

de los dioses.<br />

2. El AT.<br />

a. La nube en la teofanía. El AT asume un curso similar al <strong>del</strong> mundo griego, pero con un concepto distintivo de Dios. Dios aparece<br />

en la tormenta en Jueces 5:4–5 (cf. Sal. 18). Su tienda está hecha de oscuras nubes (Sal. 18:11). Él viene de las nubes (Ez. 1:4). La<br />

nube llena el templo (1 R. 8:10–11), y [p 616] es su carro (Is. 19:1) o el polvo de sus pies (Nah. 1:3). En todo esto, sin embargo,<br />

Dios es el Dios único, y sólo en subordinación los seres celestiales comparten su gloria en las nubes. El ser semejante a un hijo de<br />

hombre que viene con las nubes <strong>del</strong> cielo en Daniel 7:13 recibe su poder <strong>del</strong> Anciano de Días.<br />

b. La nube en los arrebatos. Los relatos de arrebatos en el AT (Enoc en Gn. 5:24 y Elías en 2 R. 2:1ss) no mencionan nubes, aunque<br />

la nube de tormenta probablemente se halla detrás <strong>del</strong> carro celestial <strong>del</strong> segundo relato.

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