07.05.2013 Views

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

454<br />

1. La deidad como garante de los acuerdos humanos. Con frecuencia se ve a los dioses como garantes de los acuerdos. Esta idea<br />

subyace al juramento. A Mitra se le suele mencionar a este respecto (cf. Dios en Filón y en los rabinos).<br />

2. Los intermediarios soteriológicos cósmicos. Una idea común en el pensamiento antiguo es que la propia patria es el punto medio<br />

de la tierra, y que las deidades locales son por lo tanto deidades medias que conceden beneficios temporales o eternos. Más espiritualmente,<br />

la deidad puede ser vista entonces como el corazón <strong>del</strong> cosmos. Otro concepto es que las deidades intermedias mantienen<br />

separados el cielo y la tierra (cf. Atlas). Filón considera el λόγος como aquello que mantiene al mundo en armonía. El título<br />

μεσίτης se asigna tempranamente a Mitra, aunque se debate si esto significa principalmente que él ocupa un puesto medio o que él<br />

es el acuerdo personificado. Bien pueden estar presentes ambas ideas. Como fuerza cósmica media, Mitra es el árbitro entre fuerzas<br />

opuestas, y mediante la ley <strong>del</strong> sacrificio (e. d. que la vida viene por medio de la muerte) él es el mediador de la salvación para<br />

los que creen en él. El helenismo da por sentado entonces que los dioses de los cultos son mediadores entre el dios supremo y los<br />

devotos de esos dioses. Hallamos también mediadores impersonales, p. ej. el fuego sagrado, y en el gnosticismo hay hipóstasis<br />

semipersonales (cf. el complejo sistema maniqueo, el cual, sin embargo, usa el término «enviado» en lugar de mediador). La tarea<br />

de estos mediadores es traer el conocimiento salvífico, el cual tiene un componente ético y espiritual. Esto lo hacen combatiendo<br />

contra las tinieblas y atando las influencias malignas. En esa especulación suele estar presente la idea <strong>del</strong> hombre primigenio que<br />

porta la vida de luz, que cae presa de las tinieblas y que es liberado mediante el proceso de redención. Pero el concepto de mediador<br />

no está necesariamente ligado al de hombre primigenio. Las nociones panteístas también encuentran un lugar para los mediadores<br />

personales, aunque el misticismo fundamentalmente panteísta descarta la mediación.<br />

3. Los hombres como mediadores. A diversos seres humanos también se los considera mediadores. Los reyes lo son en vista de su<br />

origen divino, y los sacerdotes en vista de su ministerio sacrificial e intercesor. Sobre todo, los fundadores de religiones realizan<br />

una obra mediadora duradera, y por lo [p 575] general están revestidos de rasgos legendarios. Con frecuencia los fundadores mismos<br />

no tienen pretensión alguna de mediar la salvación eterna. Son sus seguidores los que elaboran su sobrio sentido de misión<br />

hacia una mediación suprema de sabiduría salvífica.<br />

C. El papel de mediación en el AT.<br />

1. La mediación divina. El AT no halla lugar para la mediación cósmica. Ni siquiera Génesis 1:6–8 enseña esto, ya que viene<br />

primero Dios, no el caos, y Dios actúa con supremo poder mediante la palabra. Jerusalén podrá estar en el centro <strong>del</strong> mundo (Ez.<br />

5:5; Is. 2:2), pero Dios no está confinado a ningún lugar (cf. Am. 5:8, etc.). Los lugares reciben honor de él, no él de los lugares<br />

(Dt. 12:5). Como gobernante todopoderoso <strong>del</strong> mundo, Dios no es su punto medio sino su Soberano supraterrenal (Jer. 23:23–24).<br />

Sin embargo, en cuanto a tal él funge como árbitro para Job en la batalla de este último contra el concepto de Dios en el dogma de<br />

la retribución. En Job 9:33, Job se lamenta de que no haya árbitro que pueda decidir en su litigio. Decide proseguir con su alegato<br />

en 13:3, alcanza la seguridad de que tiene un testigo en 16:18–19, y en 19:25ss ya sabe que tiene un Redentor que vive. Dios mismo,<br />

aparte de los instrumentos humanos de revelación, tiene sus propios mediadores en los ángeles, el Espíritu y la sabiduría o<br />

λόγος.<br />

2. Los mediadores humanos. El AT encuentra un lugar para los mediadores humanos. Los reyes desempeñan un papel menor,<br />

excepto en la futura figura <strong>del</strong> Mesías. Los sacerdotes, y sobre todo los profetas, son más importantes. Se desarrolla la tendencia a<br />

que el sacerdote y el rey confluyan, y cuando se añade el profeta queda lista la escena para el triple mediador <strong>del</strong> NT. Un mediador<br />

especial en el inicio de la historia de Israel es Moisés. Con un llamado singular, Moisés es un mediador en cuanto a vocero comisionado<br />

por Dios (cf. Éx. 4:15–16). Como tal, da la ley y está de pie entre Dios y el pueblo (cf. Éx. 19:3ss; 20:16, etc.). Como<br />

intercesor, Moisés se incluye a sí mismo en la oración de perdón y expresa la disposición a ser eliminado por causa de su pueblo<br />

(Éx. 32:11ss; 34:8–9). Como primero de los profetas, él es único como aquel con quien Dios habla cara a cara (Éx. 33:11). Ayuda<br />

por el pueblo (Dt. 9:8–9), se debate con Dios por ellos (9:26ss), y muere, como si fuera vicariamente, por ellos fuera de la tierra de<br />

promisión (3:23ss). Otro personaje especial en el AT es el Siervo <strong>del</strong> Señor en Isaías 42:1ss, 49:1ss, 50:4ss y 52:13–53:12. Este<br />

Siervo parece ser una figura histórica que tiene una misión de dulce predicación a Israel y a las naciones, sustituyendo como tal al<br />

pueblo entero cuando este resulta ser sordo y ciego al llamado divino (42:19). Encuentra oposición, y soporta de manera vicaria<br />

hasta el punto de una muerte miserable, pero en todo este sufrimiento Dios realiza su designio de salvación, de modo que el sufrimiento<br />

mismo es un medio de bendición para Israel y para el mundo. Moisés, Ezequiel y Jeremías son precursores proféticos en el<br />

desarrollo <strong>del</strong> concepto de la mediación vicaria (cf. Ez. 13:5; 22:30; Jer. 15:16ss; 20:7ss). Por supuesto, el problema <strong>del</strong> AT es que<br />

los mediadores mismos están involucrados en la culpa. Sin embargo, el papel de mediación está en la médula misma <strong>del</strong> AT. No<br />

podemos acercarnos a Dios como queramos. Su exigencia moral es la base incondicional de la comunión. Pero comunión significa<br />

elección así como exigencia. Por eso el mediador es portador de una pretensión doble pero relacionada. Por el lado de la comunidad,<br />

se coloca en la brecha cuando el pueblo no logra cumplir la exigencia de Dios, primero mediante la intercesión, luego mediante<br />

la ofrenda vicaria de sí. La presuposición de este ministerio designado divinamente es el ser de Dios y su gobierno salvador. No<br />

puede haber glorificación <strong>del</strong> mediador como tal. El foco es Dios, y por esta razón la mediación abarca finalmente no sólo a Israel<br />

sino a todos los pueblos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!