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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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ὁμολογεῖν puede denotar también tanto las declaraciones de Dios en la Escritura, como las promesas humanas a Dios. Otros significados<br />

son la confesión <strong>del</strong> pecado y el acuerdo o afirmación, así como el compromiso o contrato en sentido secular.<br />

4. La alabanza a Dios desempeña un papel en la apocalíptica. En Enoc 61:9ss, acompañará el justo juicio de Dios. Esa alabanza<br />

puede ser señal de la transformación humana (71:11–12).<br />

D. El grupo en el NT.<br />

I. ὁμολογεῖν.<br />

1. Un primer uso de este verbo es para «asegurar», «prometer», «admitir» o «conceder». En Mateo 14:7 (cf. Hch. 7:17; Heb. 6:13),<br />

el que habla queda atado por su palabra. El uso es helenístico, pero en Juan 1:20 hay una nota distintivamente cristiana. En Juan,<br />

las declaraciones solemnes pertenecen al círculo <strong>del</strong> testimonio de Cristo (1:7, 15, 19). De modo similar, en Hebreos 11:13 la idea<br />

de una declaración solemne de fe se añade a la de la admisión o confirmación. Asimismo, la admisión <strong>del</strong> pecado en 1 Juan 1:9 (cf.<br />

su opuesto en 1:8) lleva consigo la idea de confesión.<br />

2. Un segundo uso es para «hacer una declaración» o «dar testimonio» en sentido legal. Conformado por la tradición de los<br />

evangelios, este es quizás el uso más importante en el NT. Aparece en Lucas 12:8; Mateo 10:32. Jesús exige que se le confiese a<br />

él, confesión que él confirmará al Padre como testigo escatológico. Aquí es importante la correspondencia entre la conducta terrenal<br />

y la palabra [p 672] escatológica. Apocalipsis 3:5 recoge el tema, y cf. Mateo 7:23 en cuanto al rechazo por parte <strong>del</strong> testigo o<br />

juez escatológico. En Juan 9:22 los judíos expulsan a aquellos que confiesan públicamente a Jesús como Mesías. Confesar a Jesús<br />

significa honra ante Dios; el negarse a confesarlo se basa en el deseo de recibir honra de los hombres (5:44; 12:43). La confesión<br />

judicial es también el punto en Hechos 24:14, donde Pablo reconoce que como cristiano él sirve al Dios de sus padres.<br />

3. Un tercer uso es para «hacer declaraciones solemnes de fe», «confesar algo en fe». Romanos 10:9–10 (cf. Dt. 30:14) conecta la fe<br />

con la confesión (cf. 2 Co. 4:13). La confesión y la proclamación brotan de la fe. La confesión se halla bajo responsabilidad escatológica<br />

(2 Co. 4:14) y lleva la promesa de la salvación escatológica (Ro. 10:9–10). El aspecto escatológico es evidente en Hechos<br />

23:8. Tal vez hayamos de interpretar Hebreos 13:15 <strong>del</strong> mismo modo, así como Tito 1:16, donde las palabras de los falsos maestros<br />

confiesan a Dios pero sus obras lo niegan. También 1 Juan contrapone el negar con el confesar. Los que niegan a Cristo son<br />

mentirosos y anticristos (2:22). Confesar implica, entonces, la aceptación de un entendimiento cristológico específico. Sólo los<br />

espíritus que afirman este entendimiento vienen de Dios (4:2–3). Con base en 4:15 se puede ver que está en juego algo más que un<br />

entendimiento intelectual. Este tipo de ὁμολογία causa división (cf. 2 Jn. 7). La finalidad de Juan es producir una decisión mediante<br />

una firme formulación <strong>del</strong> evangelio, que exprese su significación salvífica. 1 Timoteo 6:13 considera como una confesión<br />

el testimonio que da Jesús en su juicio. Esta buena confesión, ordenada y confirmada por Dios, se yergue en claro contraste con el<br />

falso testimonio de sus oponentes (Mr. 14:56). Consiste en su admisión de que él es el Hijo de Dios (cf. Mt. 16:16; Mr. 15:39). Es<br />

un mo<strong>del</strong>o para los discípulos (Mt. 10:32). Esa confesión debe ser pública (1 Ti. 6:12), vinculante (6:12–13) y definitiva (Mt.<br />

10:32). Puede venir como respuesta a una pregunta (Mt. 16:13ss; Jn. 1:19ss; Hch. 8:37: en el bautismo). La confesión auténtica<br />

deja por fuera otras posibilidades, y aun cuando la pregunta se plantee de manera personal, la respuesta se da en forma representativa<br />

(cf. el vínculo entre la confesión de Pedro y la iglesia en Mt. 16:13ss). El conocimiento no necesariamente incluye la confesión<br />

(Mt. 10:19; Jn. 12:42), y la confesión actual no descarta una negación futura (Pedro). Pero confesar significa tomar partido, y<br />

la confesión de Cristo significa la confesión <strong>del</strong> Señor resucitado y exaltado (que se pone a la par <strong>del</strong> único Dios en 1 Co. 8:6). La<br />

proclamación y la enseñanza son formas de confesar y de atestiguar. Parten de un acontecimiento en la historia, el cual proclaman<br />

e interpretan; comportan un compromiso y una afirmación; e integran a aquellos que las aceptan en la comunión escatológica con<br />

Dios.<br />

II. ὁμολογουμένως. Este adverbio significa «por consentimiento común». En el NT figura solamente en 1 Timoteo 3:16, que dice<br />

que el misterio de la fe es «indiscutiblemente grande». Cristo es vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre<br />

las naciones y creído en el mundo.<br />

III. ἀνθομολογεῖσθαι y ἐξομολογεῖσθαι τῷ θεῷ.<br />

1. ἀνθομολογεῖσθαι tiene muchos sentidos en el griego secular, p. ej. «estar de acuerdo», «admitir», «expresar gratitud». En Lucas<br />

2:38 (sobre un mo<strong>del</strong>o <strong>del</strong> AT) la acción de gracias de Ana combina reconocimiento, obediencia y proclamación.<br />

2. ἐξομολογεῖσθαι tiene también sentidos tales como «admitir», «confesar» y «prometer». El NT adopta especialmente el sentido<br />

cultual de «confesar», «exaltar». El uso de Pablo en Romanos 15:7ss evoca los Salmos, y cf. Romanos 14:11 y Filipenses 2:11 (Is.<br />

45:23), donde la confesión cristiana, que es para la gloria de Dios, se amplía a la <strong>del</strong> último tiempo (cf. los cánticos de Ap. 4:8, 11;<br />

5:9ss; 12:10ss, que prometen la victoria final y son un llamado a alegrarse; también el canto de los ángeles en Lc. 2:14 y la bendición<br />

de Simeón en Lc. 2:29ss). Así como muchos Salmos <strong>del</strong> AT comienzan con alabanza (111:1; 138:1), así el grito de júbilo de

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