07.05.2013 Views

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

843<br />

1. La corona <strong>del</strong> mártir. En la iglesia antigua, es especialmente el mártir quien lleva la corona de la victoria (cf. Mart. Pol. 17.1). El<br />

verbo coronari puede incluso significar «hacerse mártir». Según dice Hermas, Semejanzas 8.3.6, aquellos que han combatido contra<br />

el diablo y lo han derrotado son coronados, pues han padecido por la ley de Dios.<br />

2. La corona en el gnosticismo. En el simbolismo gnóstico, Jesús corona a los discípulos en el triple bautismo. Al Señor se le llama<br />

corona, y también hay una referencia a la corona de la verdad; es [p 1061] claro que los dos conceptos están relacionados. La coronación<br />

sacrificial es espiritualizada; la corona <strong>del</strong> sacrificio, arrancada <strong>del</strong> árbol de la vida, es usada en el banquete sacrificial.<br />

3. El arte cristiano primitivo. En el arte cristiano primitivo, dos mujeres coronan a los apóstoles Pedro y Pablo; Cristo le entrega a<br />

Vidal una corona de oro; los mártires llevan coronas en las manos y se las ofrecen a Cristo; y Cristo lleva una aureola o halo, o<br />

bien un halo con una cruz.<br />

4. La corona de espinas en el arte cristiano primitivo. El arte representa la coronación de Jesús por un soldado, pero la corona es la<br />

guirnalda imperial de laurel y simboliza su triunfo. Es común el tema de la pasión como victoria. El Señor crucificado es el Señor<br />

glorificado que es corona <strong>del</strong> creyente. Unas coronas marcan el edificio de donde sale él llevando su cruz.<br />

5. La corona nupcial. La corona nupcial hace su ingreso en la iglesia después de Constantino, y se interpreta como señal de victoria<br />

sobre los deseos lujuriosos.<br />

6. Rechazo <strong>del</strong> uso no cristiano de las coronas. Tertuliano, de modo especial, cuestiona el uso de coronas en su obra De corona.<br />

Según él es poco natural llevar flores en la cabeza. La costumbre es pagana y no tiene ninguna base bíblica. Sólo Dios puede coronarnos,<br />

y la corona es un don escatológico para los creyentes. Cipriano adopta un punto de vista similar, y Clemente de Alejandría,<br />

si bien compara la vida cristiana con una competencia, argumenta en contra <strong>del</strong> uso de las coronas, basándose en la razón y en el<br />

repudio a la idolatría.<br />

7. El uso posterior de las coronas. Constantino ayuda a que se dé mayor importancia a la corona, al combinar la cruz, el monograma<br />

de Cristo, y el disco. En los vasos imperiales se colocan cruces rodeadas de coronas. Encontramos representaciones de un Cordero<br />

coronado, una cruz de gloria, y de Cristo recibiendo coronas.<br />

[W. Grundmann, VII, 615–636]<br />

στήκω [mantenerse firme], ἵστημι [estar de pie]<br />

στήκω. Este verbo es una construcción helenística a partir <strong>del</strong> perfecto de ἵστημι, y constituye un sustituto para él. Es raro en la<br />

LXX, pero figura para «quedarse quieto» en Éxodo 14:13 y para «estar de pie» en Jueces 16:26 y 1 Reyes 8:11. En el NT lo<br />

hallamos en Marcos 3:31 (los parientes de Jesús que se quedan afuera), Juan 1:26 (el testimonio de Juan sobre uno que está en<br />

medio de ellos), Apocalipsis 12:4 (el dragón de pie frente a la mujer), y Marcos 11:25 (el estar de pie ante Dios en oración). Pero<br />

el uso principal se da en Pablo, sobre todo en imperativo. En 1 Corintios 16:13 los creyentes han de mantenerse firmes; lo hacen en<br />

fe, sobre la base de las promesas de Dios. Permanecer en la fe es permanecer en el Señor (Fil. 4:1), ya que la fe mira al Señor, y él<br />

la capacita para mantenerse en pie. Si los creyentes se mantienen firmes, esto le ocasiona consuelo al apóstol (1 Ts. 3:7–8). Aquí la<br />

cláusula condicional lleva una exhortación escondida. El permanecer en el Señor da un poder sustentador y crea comunión, e. d. el<br />

permanecer en un solo espíritu (Fil. 1:27). Puesto que el Señor otorga la libertad respecto al pecado y al legalismo, aquellos que<br />

confían en él deben mantenerse firmes en su libertad (Gá. 5:1). 2 Tesalonicenses 2:15 vincula estas diversas ideas con el llamado a<br />

mantenerse firme y a apegarse a las tradiciones que Pablo ha enseñado. Finalmente, desde luego, los creyentes se mantienen o caen<br />

ante su propio amo, e. d. ante Cristo (Ro. 14:4). Para Pablo, στήκω sugiere que en la fe alcanzamos una posición que se fundamenta<br />

en Dios, no en el mundo, y que confiere comunión y libertad. Fuera <strong>del</strong> NT, el término no figura en los Padres apostólicos, aunque<br />

sí lo hallamos en los Hechos apócrifos.<br />

ἵστημι<br />

A. Uso griego y helenístico.<br />

1. En su uso para «estar de pie» este verbo constituye el opuesto de sentarse, reclinarse o caer, así como de moverse.<br />

[p 1062] 2. El presente ἵστημι significa «parar», «establecer», «designar o instituir», «agitar o levantar», y «poner en una balanza»,<br />

«pesar».<br />

3. La voz media significa «quedarse quieto», «permanecer de pie», «presentarse ante», «levantarse», «erguirse» y «comenzar».<br />

4. Las formas de perfecto y pluscuamperfecto significan «estar» y «ser».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!