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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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que se expresa allí puede ser una confesión valerosa de que Jesús no es ningún criminal, o un reconocimiento involuntario de que<br />

es en realidad el Rey de Israel. Los Evangelios, sin embargo, no mencionan un segundo período de duelo por Jesús.<br />

4. Los discípulos siguen las costumbres judías en el entierro de Esteban (Hch. 8:2). Aquí los varones, que tienen una función en el<br />

luto griego pero son más prominentes en el <strong>del</strong> judaísmo, parecen desempeñar una parte exclusiva. Los «hombres piadosos» probablemente<br />

son cristianos judíos que, mediante el duelo público, protestan contra la condena de Esteban. En Hechos 9:39 es a las<br />

mujeres (las viudas) a quienes encontramos llorando por Dorcas.<br />

5. Con el triunfo de Cristo en la resurrección, el luto en realidad ha perdido su razón de ser; pero en la iglesia antigua la costumbre<br />

va a la zaga de la fe. Por eso el luto sigue siendo un ámbito de un tenaz paganismo, contra el cual protesta p. ej. Juan Crisóstomo; e<br />

incluso gobiernos muy posteriores (cf. el de Venecia) tienen que establecer leyes restrictivas.<br />

II. El luto en la vida de Cristo, en su muerte y en su retorno.<br />

[p 449] 1. Cuando Jesús se topa con el luto, le opone resistencia. Como Vencedor de la muerte, lo convierte en un gozoso sobrecogimiento<br />

en Marcos 5:42, en una fe agradecida en Juan 11:45, y en alegre alabanza en Lucas 7:16. No tiene sentido esperar que el<br />

Mesías exprese luto (Lc. 7:30). Los fariseos que así lo hacen tienen una imagen falsa <strong>del</strong> Mesías como un Juez inclemente que<br />

prefiere matar en sábado y que ayuna con una severidad no menor que la de ellos. Lo irónico es que no muestran mayor aprobación<br />

por Juan el Bautista, ya que no están dispuestos a seguirlo con un arrepentimiento serio. Su respuesta al Mesías Salvador<br />

consiste en infligirle un golpe mortal que provoca una lamentación que ellos no desean.<br />

2. Sin embargo, antes de esto viene el luto proléptico por Jesús mismo, ya que es por medio de la muerte que él obtiene la victoria<br />

decisiva sobre la muerte. En este luto hay quizás un cumplimiento de Zacarías 12:10, que transmite los motivos <strong>del</strong> dolor por el<br />

martirio <strong>del</strong> profeta divino y la preocupación por el infortunio que le sobreviene al pueblo como consecuencia de ello (cf. Bern.<br />

7.5). Jesús mismo les dice a las mujeres, sin embargo, que no lloren por él sino que lloren por ellas mismas y por sus hijos. Al<br />

hacerlo así recoge la exigencia profética de lamentación, pero también manifiesta su amor que se olvida de sí mismo.<br />

3. El NT habla también de un luto escatológico en el cual ya no hay cabida para el arrepentimiento. Zacarías 12:10 se interpreta<br />

generalmente como una profecía de este luto final (cf. Mt. 24:30; Ap. 1:7). Este luto, que es ahora universal, combina el remordimiento<br />

por la muerte de Jesús con el pesar por la pérdida personal en el juicio. La comprensión de la verdad llega con la manifestación<br />

<strong>del</strong> Cristo exaltado, pero llega demasiado tarde. La lamentación por Babilonia en Apocalipsis 19 es una forma especial de<br />

esta intimación de un luto escatológico. Este mundo pecador tiene que llorar la caída de su representante, y al hacerlo así lamenta<br />

su propio destino (vv. 11, 15).<br />

4. Resumen. El testimonio de la Escritura es que la muerte pertenece al mundo que está opuesto a Dios, que no puede estar donde<br />

está Dios, y que por ende entraña un alejamiento de Dios. Por lo tanto es en la muerte donde la desesperanza pagana encuentra su<br />

manifestación más plena. El luto pagano simboliza esto vívidamente. Sin embargo, incluso en el paganismo hay una sensación de<br />

que la muerte no debería ser, y esto es todavía más válido en la esfera bíblica. Aquí radica la razón última de los muchos intentos<br />

de poner coto a un duelo excesivo. Pero la legislación por sí sola no puede lograrlo. Sólo la muerte y la resurrección de Cristo, que<br />

superan la alienación <strong>del</strong> pecado y sustituyen la muerte por la vida, pueden despojar de su razón de ser a la lamentación pagana. El<br />

pesar por la separación permanece, pero queda ahora iluminado por la certeza de una nueva vida con Dios (Ap. 21:4). El luto violento<br />

puede entonces dar paso a un dolor sereno, cuya propia serenidad anticipa el bienaventurado descanso en que el dolor quedará<br />

transformado para siempre en la plenitud <strong>del</strong> gozo.<br />

ἀποκόπτω (→ ἐκκόπτω, εὐνοῦχος, εὐνουχίζω). Esta palabra significa literalmente «cortar», «hacer un tajo», «romper», «talar»,<br />

simbólicamente «hacer duelo», y figuradamente «quitar», «concluir abruptamente» (en retórica), y «apocopar, omitir letras» al<br />

final de una palabra (en gramática). Hay dos casos importantes en el NT.<br />

1. El dicho de Jesús en Marcos 9:43, 45. En griego secular el término se usa para «cortar» miembros <strong>del</strong> cuerpo en la batalla, en<br />

amputaciones y en castigos (de prisioneros de guerra, cf. Jue. 1:6–7; por diversas contravenciones, cf. Dt. 25:11–12; Éx. 21:23–24,<br />

etc.). El cortar miembros a modo de castigo es lo que probablemente subyace a la metáfora en Marcos. Es difícil que el punto sea<br />

la prevención de tentaciones ulteriores. El castigo aplicado a uno mismo sobre el miembro que yerra debilitará la fuerza <strong>del</strong> pecado,<br />

pero sobre todo será una anticipación <strong>del</strong> castigo futuro y así impedirá el juicio eterno.<br />

2. El dicho de Pablo en Gálatas 5:12. Un sentido especial de ἀποκόπτω es «castración». El participio puede entonces usarse para<br />

los «eunucos». En el Cercano Oriente los eunucos fungían como chambelanes en la corte y como ministros en diversos cultos (cf.<br />

en el AT 1 S. 8:15; 2 R. 8:6, etc.). El AT excluye <strong>del</strong> pueblo a los eunucos (Dt. 23:2): la castración es un pecado contra el Creador,<br />

es ajeno a la vida [p 450] <strong>del</strong> pueblo de la alianza, y es una ofensa contra el culto puro que exige que no haya defecto. Sin embargo,<br />

en Isaías 56:3ss (cf. Jer. 41:16) se halla un puesto para los eunucos fieles; en el NT cf. Hechos 8:27. La referencia en Mateo<br />

19:12 es, desde luego, figurada; en lo que Jesús está pensando es en el celibato. En Gálatas 5:12, donde probablemente se tiene en

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