07.05.2013 Views

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

744<br />

c. También Herodes le teme al Bautista como a un profeta escatológico cuya venida va a resquebrajar el antiguo orden. El hecho de<br />

que algunas personas piensen que ha resucitado y está actuando en Jesús indica que lo consideran como un libertador escatológico<br />

(cf. Mr. 6:14).<br />

d. Las afirmaciones en Mateo 11:9, 11 confirman el hecho de que Juan es algo más que un profeta corriente (cf. Lc. 16:16). Mateo<br />

11:13 dice que los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Esto lleva la implicación de que el tiempo <strong>del</strong> cumplimiento ha llegado<br />

ya, aunque estrictamente el significado podría ser que profetizaron con referencia a él.<br />

e. Otros versículos <strong>del</strong> NT muestran que la posición especial de Juan es la <strong>del</strong> precursor de Jesús. Él mismo no es el Mesías, aunque<br />

algunos de sus discípulos tal vez lo pensaron así. Si Juan tiene significado escatológico, es como precursor de la era mesiánica, el<br />

último profeta antes <strong>del</strong> Mesías (cf. Jn. 1:21, 23; Lc. 1:76; Mt. 11:10, 14).<br />

V. Jesús.<br />

1. A Jesús rara vez se lo llama profeta en el NT (cf. Mr. 6:15; 8:28; Mt. 21:11, 46; Lc. 7:16; Hch. 3:22–23; Jn. 4:19; 6:14). Es<br />

principalmente el pueblo el que lo llama profeta (Mr. 6:15; Mt. 21:11, etc.), o individuos como la samaritana (Jn. 4:19) y el ciego<br />

de nacimiento (9:17). Los discípulos ven en él un profeta (Lc. 24:19; Hch. 3:22). Él no se llama a sí mismo profeta, excepto tal vez<br />

en Lucas 13:33.<br />

2. En Marcos 6:15 se hace referencia a un profeta corriente de la época. La samaritana asocia el don de profecía con el conocimiento<br />

que Jesús tiene <strong>del</strong> pasado de ella. Simón el fariseo piensa que Jesús debería percatarse de que la mujer es una pecadora, si de<br />

veras es un profeta (Lc. 7:39). En la conversación que sigue, Jesús demuestra tener tal conocimiento.<br />

3. Algunos versículos comparan a Jesús con los profetas bíblicos (Lc. 9:8; Mt. 16:14). Como ellos, él llama a la conversión (Mr.<br />

1:15), censura la mera exterioridad en el culto, y habla con poder (Mt. 7:29). También realiza acciones simbólicas (Mr. 11:13–14).<br />

Su pasión continúa la persecución que sufrieron los profetas (Lc. 13:33). Pero también se muestra que él es superior a los profetas<br />

(Mt. 12:41). Él trae la nueva edad que ellos habían anunciado (Lc. 10:24). Él da cumplimiento a las profecías.<br />

4. a. Como los profetas <strong>del</strong> AT, Jesús pronuncia promesas y amenazas (Lc. 6:20ss, 24).<br />

b. Tiene visiones, audiciones y experiencias extáticas (Mr. 1:10–11; Lc. 10:18; Jn. 12:28; Lc. 10:21).<br />

c. Escruta los pensamientos humanos (Mr. 2:5; Lc. 5:22; 6:8; 9:47; Jn. 2:24–25, etc.).<br />

d. Conoce los acontecimientos futuros (Mr. 11:2; 14:13ss; Mt. 26:21; Mr. 8:31; Lc. 13:33; Jn. 14:29; 16:4, etc.). Aun cuando algunos<br />

estudiosos arguyen que los detalles se han añadido posteriormente (p. ej. en las predicciones de la pasión en Mr. 8:31), la autenticidad<br />

de las predicciones hechas por Jesús es indisputable.<br />

[p 940] 5. a. Algunos versículos <strong>del</strong> NT retratan a Jesús como el profeta prometido <strong>del</strong> último tiempo. Así, tanto Pedro como<br />

Esteban (Hch. 3:22; 7:37) se refieren a Deuteronomio 18:15. Se podría citar también Juan 6:14; 7:40; Marcos 6:14; Mateo 21:11;<br />

Lucas 7:16; 24:19ss; 1:68, 78.<br />

b. Diversos relatos reflejan la idea de que Jesús es el profeta de Deuteronomio 18:15 (cf. los relatos <strong>del</strong> nacimiento en Mt. 1–2, los<br />

40 días en el desierto en Mt. 4:2, la respuesta al Bautista en Mt. 11:5, la alimentación de la multitud en Jn. 6, la enseñanza <strong>del</strong><br />

Sermón <strong>del</strong> Monte [en la cual «Pero yo os digo» reemplaza al «Así dice el Señor»], y los milagros que le siguen [Mt. 8–9]). En<br />

muchos de estos relatos y enseñanzas se pone a Jesús en tipología antitética con Moisés; él es el profeta de los últimos días que<br />

trae la salvación.<br />

c. Como en el judaísmo, los títulos y las funciones se funden entre sí. Así Jesús es el Mesías tanto real como profético en Juan 6:14–<br />

15; Mateo 21:9ss. En Hechos 3:18ss es Cristo a la vez que profeta.<br />

d. Si bien él nunca se llama a sí mismo el profeta, esto va en concordancia con el secreto mesiánico; aún así pudo haberse visto a sí<br />

mismo como tal. El NT probablemente no usa el término con mucha frecuencia porque los cristianos judíos lo veían simplemente<br />

como un segundo Moisés. Una vez más, el título de profeta no representa adecuadamente su singularidad; por eso da paso a títulos<br />

más plenos como Hijo <strong>del</strong> Hombre, Señor e Hijo de Dios.<br />

VI. Los profetas en la iglesia.<br />

1. Naturaleza de la profecía cristiana primitiva. Esta profecía es el discurso de predicadores carismáticos en relación con los<br />

misterios divinos (1 Co. 13:2), con la voluntad salvífica de Dios (Ef. 3:5–6), con acontecimientos futuros (Hch. 21:10–11; Ap.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!