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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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cesión. También realizan ciertas acciones de culto. Así, en los juegos es un niño varón quien corta <strong>del</strong> olivo sagrado las hojas de<br />

los vencedores. Hay niños y niñas que son ayudantes de las vírgenes vestales. Las mismas vestales son designadas cuando son<br />

niñas pequeñas. Para garantizar la castidad, muchos cultos griegos confían las funciones sacerdotales exclusivamente a niños.<br />

c. Los niños también ocupan un lugar en los misterios. Se suman a las procesiones de Eleusis. Su iniciación es habitual. Ofician en el<br />

ritual de los misterios.<br />

II. El AT y el judaísmo.<br />

1. La evaluación religiosa de la progenie. En el AT, el crecer numéricamente es un mandato de la creación (Gn. 1:28). La esterilidad<br />

es fuente de pena y sufrimiento (Gn. 15:2). Los hijos son un don de Dios [p 741] (Sal. 127:3ss). La familia sigue viviendo en ellos.<br />

El judaísmo enfatiza este aspecto con referencia al pueblo. El matrimonio por levirato provee para aquellos que mueren sin hijos.<br />

La anticoncepción se considera infame. El acto sexual es para engendrar hijos. Los matrimonios puros son agradables a Dios. El<br />

aborto y la exposición de niños son abominaciones paganas. Son poco comunes las inclinaciones ascéticas (cf. los esenios), excepto<br />

en las advertencias contra la falta de moderación.<br />

2. La estima por el niño.<br />

a. El AT enfatiza el amor de los padres (Gn. 22:2; 1 R. 3:26), pero exige obediencia por parte de los niños (Éx. 20:12). El balbuceo<br />

de los niños glorifica a Dios (Sal. 8:2). Algunos niños tienen dones proféticos (1 S. 3:1ss). Los niños pueden ser ignorantes y voluntariosos<br />

(Is. 3:4; Ec. 10:16; cf. Gn. 8:21), y necesitan disciplina (cf. 2 R. 2:23ss), pero el niño mesiánico se tiene en alta estima<br />

(Is. 7:14ss).<br />

b. El AT no considera inocentes a los niños. Aunque se puede enfatizar la responsabilidad individual (Jer. 31:29–30; Ez. 18:2ss),<br />

existe un nexo de pecado, culpa y castigo (cf. Sal. 51:5; Gn. 3) que sólo Dios puede romper. El judaísmo desarrolla una doctrina<br />

completa <strong>del</strong> pecado original, aunque cada persona afirma por su cuenta la acción de Adán. Los rabinos arguyen que los niños no<br />

son personalmente responsables en sus primeros años, pero que el impulso maligno está presente, y pronto los niños ceden a él.<br />

Allí donde el dualismo tiene influencia, el alma es pura, pero ya sea sin querer o por su propia culpa está encadenada a la materia.<br />

En todo caso, los niños están abiertos al deseo sensual.<br />

3. La participación <strong>del</strong> niño en los ejercicios religiosos. La circuncisión inicia al niño en la comunidad cultual. Los primogénitos<br />

varones pertenecen a Dios, y deben ser redimidos mediante ofrendas. Los niños asisten a las ofrendas familiares, y se da una instrucción<br />

planeada (cf. 1 S. 1:4; Dt. 4:9; 11:19; Pr. 4:1ss). El dedicar tempranamente a un niño al santuario es posible, pero poco<br />

común (1 S. 1:28). No hay niños sacerdotes. El judaísmo pone su énfasis principal en la instrucción en la ley. Los niños varones,<br />

que son los únicos que deben guardar la ley en su totalidad, reciben enseñanza desde temprana edad y deben asistir tan pronto<br />

como sea posible a los grandes festivales. La circuncisión se ve como un deber para con el niño, y a los hijos de los prosélitos se<br />

los bautiza junto con sus padres (aunque los testimonios de esta práctica son tardíos).<br />

III. El NT.<br />

1. Afirmación <strong>del</strong> niño como criatura de Dios.<br />

a. Jesús. Heredando la creencia veterotestamentaria en el Creador y la afirmación implícita de la vida humana, Jesús encuentra cierta<br />

cabida para los intereses ascéticos (Mt. 19:11–12), pero también endosa y santifica el amor de los padres (Mt. 5:36; 9:19; 7:9ss).<br />

Obviamente la comunidad concuerda con la enseñanza de Jesús en los dichos que transmite. Apoya a los misioneros y a sus<br />

dependientes (1 Co. 9:5). Pablo acepta el matrimonio como un orden de la creación, a pesar de una inclinación ascética (1 Co. 7).<br />

La enseñanza familiar de Efesios 6:1ss manifiesta una actitud positiva para con los hijos y su crianza. El texto de 1 Timoteo 2:15,<br />

que no significa que el tener hijos sea una base para la salvación o un medio de hacer penitencia, dice que el dar a luz hijos (¿y el<br />

criarlos?) es una obra que favorece la salvación.<br />

2. ¿Afirmación de la individualidad de los niños?<br />

a. Jesús valora altamente a los niños (Mt. 18:2ss; 19:13ss). Esto no se debe a un sentido helenístico de su relativa inocencia, sino a<br />

que su pequeñez, su inmadurez y su necesidad de ayuda mantienen abierto el camino para el amor paternal de Dios.<br />

b. Pablo alude a la inocencia infantil en 1 Corintios 14:20, pero sus comparaciones enfatizan principalmente la inmadurez e<br />

inferioridad de los niños (3:1; 13:11; Gá. 4:1). Hebreos 5:13 va a lo mismo. Sin embargo, por lo que respecta a la regeneración, la<br />

inocencia relativa de los niños es un motivo importante de exhortación (1 P. 2:1).

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