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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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1. Los golpes en el cuerpo y los gritos fuertes son habituales en Grecia desde días muy antiguos. Probablemente llegan a Grecia<br />

procedentes <strong>del</strong> Cercano Oriente.<br />

2. Solón legisla en contra de la extrema violencia y extravagancia en los funerales, como lo hace también el derecho romano, pero<br />

las costumbres continúan al momento de mostrar el cadáver y en el entierro, y en Roma se constituyen sociedades funerarias para<br />

sufragar los altos costos. La filosofía expresa aborrecimiento por las exageraciones en el duelo.<br />

3. Como parte muy importante <strong>del</strong> luto, el término que significa golpearse el cuerpo (κοπετός) llega a ser usado para el luto mismo.<br />

El verbo, que originalmente se usaba con la parte <strong>del</strong> cuerpo que se golpeaba, se halla entonces en absoluto o con el acusativo de la<br />

persona por quien se hace duelo.<br />

4. En el Cercano Oriente, las mujeres son las principales encargadas de las expresiones de duelo (ya se trate de parientas o de<br />

profesionales pagadas). Su propósito es expresar pesar, honrar al difunto, provocar condolencia, y aliviar la pena de los parientes<br />

con pensamientos de consuelo. También en Grecia las mujeres son las dolientes. Solón trata de limitarlas a las parientas <strong>del</strong> difunto,<br />

pero en Atenas encontramos plañideras pagadas. Tanto en Grecia como en el Cercano Oriente puede tratarse de mujeres o de<br />

hombres, y a veces encontramos que los hombres, además de las mujeres, se golpean el pecho, se mesan el cabello, y se raspan las<br />

mejillas en señal de duelo.<br />

II. El luto en el culto.<br />

1. El luto asume una forma violenta en aquellos cultos que se enfocan en la muerte y resurrección de la deidad; cf. el culto babilónico<br />

de Tamuz (Ez. 8:14), el culto sirio de Adonis, el culto frigio de Atis, y el culto egipcio de Osiris, en los cuales las diosas Ishtar,<br />

Astarté, Cibeles e Isis, junto con sus devotos, lloran por los dioses que mueren en los grandes festivales anuales.<br />

2. Ritos parecidos se pueden encontrar en los misterios griegos, en los cuales los repetidos dramas cúlticos (Perséfone y Dionisos)<br />

incluyen expresiones salvajes de lamentación y regocijo. Se puede mencionar también el banquete de duelo por el héroe Aquiles.<br />

C. El luto en el AT.<br />

I. El luto popular.<br />

1. Datos lingüísticos. El equivalente exacto de κόπτομαι en hebreo es דפס, aunque la palabra griega se usa también para otros<br />

términos. El sentido es normalmente hacer duelo o luto, y otras palabras como κλαίω (2 S. 1:12), ἀλαλάζω (Jer. 4:8), πενθέω<br />

(Jer. 16:5) y θρηνέω (Miq. 1:8) suelen acompañar a κόπτομαι; cf. tb. κλαυτημός (Is. 22:12) y θρῆνος (Jer. 9:9) con κοπετός. El<br />

verbo suele usarse ya sea para o junto con gestos de pesar, tales como cortarse el pelo, rasgarse las vestiduras y vestirse de cilicio.<br />

κόπτομαι κοπετόν es la expresión que denota instituir un luto.<br />

2. Prácticas. En el AT se encuentran diversas costumbres referentes al luto, p. ej. andar descalzo, despeinarse el pelo o cortárselo,<br />

rasgarse las vestiduras, esparcir ceniza, ayunar, lamentarse, y golpearse el pecho o la cadera. El luto comienza al momento de la<br />

muerte (o muy poco después) y continúa hasta el momento <strong>del</strong> sepelio. El entierro va seguido de un período de luto que consta de<br />

[p 447] ayunos y lamentos, y que dura siete días (o más en el caso de personas prominentes). A veces podía haber duelos anuales<br />

(la hija de Jefté, y Josías).<br />

3. Los dolientes. Estos son primeramente la familia inmediata (el marido, la esposa, la novia, el padre, etc.; cf. los gritos «Ay,<br />

hermana» etc. en pasajes como Jer. 22:18). Luego se incluye a otras personas (amigos, etc.), y a veces a la nación entera, como<br />

para Moisés, Samuel, Abner y Josías. Se destacan las mujeres, y encontramos coros de mujeres o incluso todas las mujeres de una<br />

población o país (p. ej. 2 S. 1:24). Las plañideras profesionales desempeñan un papel (Jer. 9:16; 2 Cr. 35:25).<br />

4. Expresiones de pesar. El pesar se expresa primero en clamores informes (Lm. 1:1, etc.). Estos clamores se convierten luego en<br />

breves lamentos por el difunto («Ay, hermano mío» en 1 R. 13:30). A partir de estos se desarrollan los lamentos más completos, o<br />

endechas, para los cuales se adiestran los dolientes y plañideras profesionales (cf. la lamentación por Josías en 2 Cr. 35:25). Algunas<br />

de esas endechas se transmiten a través de las generaciones y sirven de mo<strong>del</strong>o para otras. Se pueden cantar en forma responsorial<br />

o antifonal (2 Cr. 35:25; Zac. 12:10ss). A menudo se le habla al difunto en segunda persona (Ez. 27:3ss), y el lamento se<br />

entona en nombre de los parientes (Lm. 1:12ss), o incluso <strong>del</strong> difunto (Jer. 9:18). Surgen abusos por la violencia <strong>del</strong> clamor y la<br />

extravagancia, como en Grecia y Roma.<br />

5. Un rasgo distintivo <strong>del</strong> AT es que un duelo completo es señal de normalidad. El juicio divino comporta la maldición de la muerte<br />

sin la debida sepultura o duelo (Jer. 8:2; 22:18; Job 27:15). Esto equivale a humillarse a la condición de un animal (Jer. 22:19). Es<br />

la suerte que corre toda la casa de Jeroboam, a excepción de Abías (1 R. 14:10ss).

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