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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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308<br />

καλέω [llamar], κλῆσις [llamado, vocación], κλητός [llamado (adj.)], ἀντικαλέω [invitar a su vez], ἐγκαλέω [acusar],<br />

ἔγκλημα [acusación], εἰσκαλέω [invitar], μετακαλέω [traer], προκαλέω [provocar], συνκαλέω [convocar], ἐπικαλέω [invocar,<br />

apelar], προσκαλέω [invitar, convocar], ἐκκλησία [asamblea, iglesia]<br />

καλέω<br />

1. Datos. καλέω, que significa «llamar», aparece con frecuencia en todo el NT, especialmente en Lucas y Hechos, menos frecuentemente<br />

en Marcos y Juan. Se puede traducir siempre por «llamar», pero con frecuencia tiene el matiz especial <strong>del</strong> llamamiento o<br />

vocación divina.<br />

a. En voz activa, con acusativo y vocativo, lo hallamos en Lucas 6:46: «¿Por qué me llamáis ‘Señor, Señor’?» Con acusativo de<br />

complemento y acusativo predicativo significa «nombrar, poner nombre», p. ej. en Mateo 10:25; Lucas 1:59; Mateo 1:21, 23;<br />

Lucas 1:13. También figura en voz pasiva en este sentido, en diversas construcciones (cf. Mt. 2:23; Mr. 11:17; Lc. 1:32; Jn. 1:42;<br />

Hch. 1:12, etc.).<br />

[p 390] b. Otro uso bastante común es para «llamar a», «invitar», p. ej. en Mateo 20:8; 22:4; Marcos 3:31; Lucas 7:39; Juan 2:2;<br />

Hechos 4:18 y 24:2 (en sentido legal); 1 Corintios 10:27.<br />

c. Con frecuencia es Dios o Cristo quien llama. Dios llama a su Hijo (Mt. 2:15). Jesús llama a sus discípulos (Mt. 4:21). Llama a los<br />

pecadores al arrepentimiento (Mt. 9:13). Dios nos llama hacia sí mismo o a la salvación (Ro. 8:30). Ha llamado al linaje de Abraham<br />

(Ro. 9:7). Ha llamado tanto a judíos como a gentiles (Ro. 9:24). Ha llamado a los cristianos a la comunión con su Hijo (1 Co.<br />

1:9). Nos ha llamado a la paz (1 Co. 7:15), en gracia (Gá. 1:6), a la libertad (Gá. 5:13), a su reino y su gloria (1 Ts. 2:12), en santidad<br />

(1 Ts. 4:7; cf. 2:13–14), a la vida eterna (1 Ti. 6:12), a la luz (1 P. 2:9), pero al mismo tiempo al sufrimiento (1 P. 2:20–21).<br />

Cristo mismo es llamado (Heb. 5:4). Cuando Abraham es llamado (11:8) es un tipo de los cristianos, quienes pueden ser descritos<br />

sencillamente como «los llamados» (9:15), y que en cuanto a tales están invitados al banquete de bodas <strong>del</strong> Cordero (Ap. 19:9). Si<br />

en los Evangelios es Jesús quien hace el llamado, lo hace en cumplimiento de una función divina, y la respuesta apropiada es la fe,<br />

que conlleva no sólo el discipulado sino también las bendiciones de la salvación. Tras este término, pues, se halla la obra completa<br />

de Dios, por medio de Cristo, en juicio y en gracia. Esta obra tiene lugar directamente con el propio llamamiento de Jesús o en el<br />

ministerio <strong>del</strong> evangelio (cf. 2 Ts. 2:14). En este uso <strong>del</strong> término hay entonces un elemento técnico, aun cuando no esté explícito.<br />

[p 391] 2. Paralelos.<br />

a. Para «nombrar» hallamos paralelos en Génesis 17:19; 1 Samuel 1:20, etc. Los nombres son importantes en el mundo <strong>del</strong> AT. Ser<br />

llamado como algo equivale a ser eso (cf. el paralelismo en Lc. 1:32).<br />

b. El uso de la palabra para «invitar» es común desde Homero y figura en los papiros y en la LXX.<br />

c. También hallamos paralelos para la idea de que Dios nos llama con miras a nuestra obediencia (cf. además de paralelos más<br />

generales Pr. 1:24; Filón, De las leyes especiales 4.187; 1 Clem. 32.4, etc.; Hermas, Semejanzas 9.14.5; Mandatos 4.3.4).<br />

3. Origen.<br />

a. El origen principal <strong>del</strong> uso <strong>del</strong> NT ha de buscarse en la LXX. La fuente más rica se encuentra en Isaías 40ss (cf. 41:9; 42:6; 46:11;<br />

48:12; 51:2; cf. tb. el poner nombre en 43:1; 45:3).<br />

b. El término hebreo es habitualmente ארָ ק. ָ La fuerza objetiva de καλεῖν puede verse también a partir de su uso para palabras que<br />

significan «tomar» y «ser».<br />

c. La idea de invitación o convocatoria a la salvación es común en los escritos rabínicos. Una palabra ordinaria adquiere así una<br />

significación especial mediante el hecho a. de que Dios es el sujeto, y b. de que la meta es la salvación.<br />

κλῆσις<br />

1. Datos. En Romanos 11:29 la κλῆσις de Dios es su llamado o llamamiento. En 1 Corintios 1:26 los corintios deben fijarse en su<br />

llamamiento; Dios «escogió» a los necios y débiles, etc. (v. 27). En 1 Corintios 7:20 deben permanecer en el estado en que fueron<br />

llamados. No se trata de su «vocación» secular, ya que fueron llamados en el Señor y su κλῆσις es con Dios (vv. 22ss). En Efesios<br />

1:18 la esperanza <strong>del</strong> propio llamado es la esperanza a la que uno es llamado (cf. 4:4). Efesios 4:1 habla de una vida digna de la<br />

vocación, Filipenses 3:14 de un premio <strong>del</strong> llamado, 2 Tesalonicenses 2:11 de ser dignos <strong>del</strong> llamado de Dios, 2 Timoteo 1:9 de un<br />

llamado santo, Hebreos 3:1 de un llamado celestial, y 2 Pedro 1:10 de la confirmación <strong>del</strong> propio llamado y elección. En todos

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